La crisis económica que ha traído de forma abrupta el coronavirus ha provocado un hundimiento de la recaudación tributaria del Estado. Según el último informe de la Agencia Tributaria, los ingresos fiscales caerán un 12,5% interanual en el cuarto trimestre del año, lo que dejará el desplome anual por encima del 10% en 2020.
Esta caída es bastante superior a la que ha contemplado el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), donde prevé que los ingresos tributarios caigan un 7,6% este año. Hasta la fecha, la recaudación que ha realizado el Estado en impuestos se mantiene un 10,1% por debajo de la del año pasado. Después de crecer los ingresos fiscales un 8,3% en el primer trimestre frente al mismo periodo del año anterior, la llegada de la pandemia y el parón de la actividad provocaron un hundimiento de los ingresos del 30,1% en el periodo marzo-junio.
Los meses de verano aliviaron la caída, con ingresos fiscales inferiores en un 7,5% a los del mismo periodo del año previo, y para el último trimestre se pronostica de nuevo una caída más fuerte, del 12,4%, por los rebrotes y la estacionalidad de algunos tributos.
Se trata de la mayor caída de la recaudación fiscal de los últimos once años. Después de los años de bonanza económica en los que los ingresos tributarios crecían de forma sostenida a un ritmo del 11-12%, en el año 2008 se desplomaron un 13,5% y cayeron aún más en 2009, un 16,9%.
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En términos absolutos, la recaudación fiscal ascenderá en 2020 a 164.630 millones de euros, según las estimaciones de la Agencia Tributaria, 48.000 millones menos que en 2019, y la cifra más baja desde el año 2011. El Ejecutivo, en sus cuentas, ha previsto que los ingresos asciendan a 196.537 millones de euros, una cifra difícil de alcanzar.
Para 2021, el Gobierno estima en los PGE que la recaudación fiscal se disparará el próximo año hasta los 222.107 millones de euros. Se trata de una previsión también muy optimista, ya que sería necesario un incremento sin precedentes del 35%.
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Por tributos, esperan un incremento del 7,8% en la recaudación por IRPF; un aumento del 20,7% en los ingresos por Sociedades; 13,9% más de ingresos por IVA; y 12,4% más de recaudación por Impuestos Especiales.
Hundimiento del consumo y los beneficios empresariales
La caída de la recaudación de octubre ha sido superior a la registrada en agosto y septiembre, debido en parte a que en ese mes se presentan las declaraciones trimestrales de las pymes -cuyos ingresos disminuyeron un 6,8%- y el segundo pago fraccionado del Impuesto de Sociedades de las grandes empresas -con una bajada del 34,6%-.
En el conjunto del año, el mayor descenso de la recaudación se va a producir en el Impuesto de Sociedades -con una caída en lo que va del año del 36%- debido al desplome de los beneficios empresariales, que a cierre de septiembre acumulaban una caída del 71% en términos netos, según los datos divulgados este mismo martes por el Banco de España.
La recaudación del IVA acumula también un descenso del 12,6% en lo que va de ejercicio, debido al hundimiento del consumo y las restricciones, mientras que los impuestos especiales -sobre hidrocarburos y electricidad, tabaco y alcoholes- han contribuido en lo que va de año a las arcas del Estado con un 12,3% menos que en 2019.
La caída del IRPF no ha sido tan elevada, ya que se han contenido los despidos con Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y los trabajadores afectados por estos mecanismos se han ido reincorporando a buen ritmo a la actividad. Influye también el mantenimiento de ingresos por parte del sector público: empleados públicos y las pensiones.
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