Economía

España no debe temer una recesión en Alemania: ni será tan grave ni tendrá efecto contagio

Los expertos restan gravedad a la posible recesión alemana y defienden que la economía española no se verá arrastrada

Que Alemania va a entrar en recesión es ya cuestión asumida por expertos, instituciones y mercados, pero la repercusión que puede tener en el resto de economías de la Eurozona y, en particular, en la española no es tan grave como algunos temen, según economistas consultados por Vozpópuli. 

La principal economía del euro retrocedió un -0,1% en el segundo trimestre, después de crecer un 0,4% en el primero, y los principales indicadores económicos (sobre todo del sector industrial) apuntan a que en el tercer trimestre su Producto Interior Bruto (PIB) caerá de nuevo. Si eso ocurre, al sumar dos trimestres seguidos con bajadas en el PIB, se confirmaría que la economía alemana ha entrado oficialmente en recesión técnica por primera vez en siete años. 

Este probable escenario ha desatado las alarmas en los mercados, que esperan impacientes que la canciller Angela Merkel haga uso de su margen fiscal (tiene un superávit de 58.000 millones de euros) o bien de su holgado nivel de deuda (en torno al 60% del PIB) para reactivar su economía, especialmente después de que el Bundesbank (el banco central alemán) y la principal entidad financiera del país, el Deutsche Bank, hayan dicho públicamente que cuentan con la llegada de la recesión. 

Los puntos fuertes de España

  • El papel de la demanda interna. Alemania es uno de los principales socios comerciales de España y destino de sus exportaciones, de ahí que exista un miedo a efecto arrastre si su economía se contrae, pero el hecho de que el crecimiento de la economía española responda principalmente a la demanda interna sitúa a España en una situación favorable.

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  • Tipos de interés bajos más tiempo. Otra baza para España es que, si Alemania entra en recesión, el Banco Central Europeo (BCE) se verá obligado a continuar con su política monetaria expansiva y los tipos de interés continuarán bajos por más tiempo -especialmente ahora que se ha conocido una moderación de la inflación de la Eurozona hasta su nivel más bajo desde 2016-, algo que beneficiará a las compañías a la hora de financiarse. 
  • Oportunidades para empresas españolas. Si los pronósticos se cumplen y Angela Merkel aprueba un paquete de estímulos para su economía que incluya un aumento del gasto público, eso puede suponer una oportunidad para empresas españolas que puedan optar a concursos en ese país. 

"Hay varias razones por las que pensamos que sus efectos pueden no ser tan perniciosos para la economía española como pueda parecer: por un lado, los tipos seguirán bajos mucho tiempo, mientras que por otro, se pasará de una política monetaria laxa a una política fiscal expansiva, y finalmente, muchos de los proyectos que se acometerán serán realizados por empresas españolas", explica a este medio Javier Alonso, responsable de Credit Suisse Gestión.

El experto añade además que si Alemania decide financiarse con cargo a la deuda "la financiación de esta cantidad de millones no es un problema, ya que saldrá al mercado con un bono a 30 años con un cupón del 0%".

  • El consumo interno alemán nos salva. Con un retroceso del PIB alemán en el segundo trimestre, ese país ha aumentado sus compras a España en ese periodo, lo que se debe a que su consumo interno sigue siendo estable por el momento. 

Leopoldo Torralba, economista senior de Arcano Economic Research, explica a Vozpópuli que no prevé "un descenso notable de nuestras exportaciones a Alemania, por cuanto su consumo interno se muestra sólido, por la reducida tasa de paro y las subidas salariales, y el perfil de muchas de las señaladas exportaciones está más sesgado a bienes de consumo final".

Dado que lo que vendemos a Alemania no son componentes que se ensamblen allí para que ese país los exporte a otros lugares, "no dependemos tanto de la evolución de las propias exportaciones alemanas, que son las que realmente más están sufriendo", ilustra.

En el mes de junio, España ha aumentado sus exportaciones a Alemania casi un 4% y el gasto de turistas alemanes ha aumentado casi un 8% interanual, a pesar de la contracción de su crecimiento. 

  • La recesión no será tan grave. Más allá de que el impacto en la economía española no sea tan fuerte como cabe esperar, los expertos sostienen que la recesión de la propia Alemania no será tan grave.

"No pensamos que Alemania presente una recesión demasiado intensa y duradera, al contar con mecanismos poderosos de defensa frente a la debilidad del comercio global, que está dañando coyunturalmente su economía: una fortaleza del consumo sostenible por la boyante situación del mercado laboral, un elevado margen de maniobra fiscal por sus reducidos niveles de deuda pública y su superávit fiscal (cerca del 2% en 2018), y una política monetaria muy laxa esperada por parte del BCE", afirma Torralba.

Incluso si sufriera un descenso extremo en su PIB del 5%, algo que el experto no contempla como escenario central "en ningún caso", "apenas restaría dos décimas al crecimiento de España", ya que el peso en nuestra economía del gasto de turistas alemanes y exportaciones de bienes no llega al 4% del total, añade.

La parte negativa: la reacción de la bolsa

Aunque hay razones para la calma, Oliver BlackBourn, gestor del equipo de multiactivos de Janus Henderson Investors, advierte a Vozpópuli de que sí hay algunos riesgos que atañen sobre todo a los mercados.

"Una recesión más profunda en la economía más grande de la Eurozona se percibiría con seguridad en el resto de países, dado que dañaría la confianza empresarial y de los consumidores (...) Es probable que las bolsas sufran si el sentimiento de los inversores se vuelve cada vez más negativo por la contracción de la economía más fuerte de la región", alerta.

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