Las previsiones sobre la recuperación económica siguen siendo en España más moderadas que en la media de la Eurozona, según refleja el Indicador Compuesto Adelantado (CLI, por sus siglas en inglés) que divulga la OCDE.
Este indicador, diseñado para dar señales anticipadas de posibles puntos de inflexión en los ciclos económicos y que muestra cómo fluctúa la actividad económica respecto a su nivel potencial, se sitúa en el caso de España en los 99,8 puntos a cierre de julio, un punto por debajo de la media de la zona euro (100,8 puntos).
Antes de que irrumpiera la pandemia, en febrero de 2020, este indicador mostraba mucha más confianza en la evolución de la economía española que en la media de los países de la UE, pero cuando llegó la covid-19 ambos se desplomaron con la misma intensidad.
Sin embargo, desde junio de 2020 la brecha entre la confianza en la recuperación de la economía europea y la española se ha mantenido en perjuicio de España y sigue existiendo a día de hoy. La confianza es menor tanto por parte de los empresarios como de los consumidores.
En el mes de julio, el indicador ha mejorado en todas las economías de la Eurozona aunque se mantienen las diferencias entre ellas. España se encuentra en el vagón de cola junto a Eslovaquia (97,6 puntos), Portugal (98,2) Grecia (98,9) y Francia (98,9).
Desaceleración del crecimiento
La mejora de la confianza ha quedado reflejada también esta semana en el índice PMI sobre el sector servicios y la industria manufacturera, que publica Markit.
Aunque este índice bajó ligeramente en los meses de verano, las empresas de la zona euro registraron resultados sólidos en agosto, ritmos rápidos de recuperación en la producción y la demanda, y buenos resultados en el mercado laboral.
"El beneficio de la relajación de las restricciones del confinamiento ha impulsado dos de las mejores expansiones desde mediados de 2006, observadas en julio y agosto, pero al situarse ligeramente por debajo de su estimación ‘flash’ precedente indica que este impulso de crecimiento se está desacelerando. Aunque el crecimiento naturalmente perderá algo de ímpetu a medida que disminuye el boom tras el confinamiento, hay una serie de otros factores a la baja que están en juego", apuntan.
Se refieren a la expansión de la variante delta, la escasez de materias primas y los cuellos de botella ocasionados por los problemas del transporte.
"Pese a ello, se prevé otro fuerte aumento intertrimestral del PIB para el tercer trimestre, y ciertamente estamos en camino de la recuperación de la economía de la zona euro para que regrese a los niveles previos a la pandemia para fin de año, si no antes”, confían.
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