Economía

La reforma de Escrivá deja los planes de pensiones privados y públicos por debajo de la media de la UE

El tijeretazo a los incentivos fiscales a los planes privados los deja seis veces por debajo de la media de la UE, según el IEE. En los planes de empleo que el Gobierno quiere fomentar España queda también peor que la media

Las reformas de los planes de pensiones que viene promoviendo el Gobierno de Pedro Sánchez dejan tanto a los planes de pensiones privados como a los públicos o de empresa muy por debajo de la UE. Así lo muestra el informe Por una mejora de los incentivos fiscales a los planes de pensiones del Instituto de Estudios Económicos (IEE), ligado a CEOE, que han presentado este lunes el presidente del Instituto de Estudios Económicos, Íñigo Fernández de Mesa, y su director general, Gregorio Izquierdo, que analiza cómo quedan los incentivos a los planes privados que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, viene reduciendo, y a los planes públicos que promueve en la reforma que aprobó el pasado junio.

Pues bien, una comparación entre la situación en España y en el resto de a UE muestra que España ha pasado de tener uno de los mejores incentivos fiscales a los planes individuales, por encima de la media de 1.100 euros de estimación de la renta mensual neta a percibir en la jubilación, a estar muy por debajo de la media, con 464 euros, seis veces menos.

La capacidad de acumulación de ahorro previsional que permite el marco fiscal de los planes de pensiones individuales en España es ahora mismo de menos de la mitad que en el promedio de la UE, y hasta un 83% inferior a los países con mejores prácticas. Ello sitúa a España en la posición 21 de los 27 países de la UE.

Un partícipe español que aprovechara al máximo la potencia del marco fiscal español para planes de pensiones individuales percibiría una renta mensual neta durante la jubilación de apenas 464 euros, un 60% inferior al partícipe promedio de la UE con idénticas características financieras, que recibiría una renta de 1.166 euros.

Pero es que la reforma de Escrivá que trata de incentivar más los planes de empresa se queda muy corta, advierte el IEE. A diferencia de lo que está sucediendo en España, aquellos países que establecen marcos fiscales favorables para los planes de pensiones de empleo lo hacen también para los planes individuales, lo que pone de manifiesto su complementariedad.

En España, los límites de las aportaciones a los planes de empleo recogidos en la Ley 20/2022 son, a priori, bastante elevados. Sin embargo, en la práctica, este potencial se ve mermado por el límite mucho más reducido que se establece para las reducciones de las cotizaciones a la Seguridad Social sobre las aportaciones que realiza la empresa (y que son imprescindibles para alcanzar los máximos permitidos).

Potencial reducidos de los planes de empleo

Con los datos correspondientes a 2022, la aportación máxima no sujeta a cotizaciones a la Seguridad Social para la empresa se sitúa en unos 120 euros al mes, es decir, unos 1.400 euros al año. Esta contribución está muy por debajo de los, al menos, 4.250 euros que tendría que aportar la empresa para, en el supuesto de que el trabajador aportara otros 4.250 euros adicionales, alcanzar los 8.500 euros, por lo que será muy difícil que se pueda agotar el potencial teórico del instrumento. Por tanto, cuando se tiene en cuenta el límite de la reducción para cotizaciones a la Seguridad Social en lugar del límite teórico, el potencial de estos planes se reduce notablemente.

Para el IEE, la disyuntiva no es entre planes de pensiones individuales y planes de empleo como se pretende en España, sino entre favorecer el ahorro previsional mediante el mayor número de instrumentos posible o no favorecerlo. Por tanto, "el erróneo enfoque del marco español supone un perjuicio para los ahorradores de nuestro país y una oportunidad pérdida de sumar esfuerzos y oportunidades a través de distintos instrumentos de ahorro previsional", plantea.

Aunque en algunos países los límites fiscales a las aportaciones son superiores en el caso de los planes de empleo (Polonia, Irlanda, Alemania, Finlandia, Portugal, o Luxemburgo), ello no significa que no se conserven también, unos límites relativamente elevados para los planes individuales. Además, en otros tantos países el marco fiscal, tanto en términos de límites a las aportaciones como de tratamiento fiscal a lo largo de la vida del plan, es idéntico, muy similar, o, en todo caso, equivalente (Italia, Francia, los Países Bajos, Finlandia, Dinamarca o Letonia).

Sostenibilidad del sistema

De hecho, cuando nos ceñimos puramente al tratamiento fiscal (sin tener en cuenta los límites de las aportaciones), existen algunos supuestos en los que el marco fiscal del plan individual puede ser más favorable en determinados países, como en Alemania, Irlanda, Grecia, o Hungría. Por último, hay un elenco de países que todavía no han desarrollado los planes de pensiones de empleo, como Eslovaquia, la República Checa, Estonia, Lituania o Rumanía (que recientemente ha aprobado una Ley para su desarrollo).

Fernández de Mesa no ha querido posicionarse sobre las propuestas de Esade-Pol y Fedea que plantean subir menos las pensiones más altas en este momento, en aras de la sostenibilidad del sistema. CEOE firmó la reforma de las pensiones que las liga al IPC pero es crítica con su sostenibilidad y, ahora mismo, con la subida de cotizaciones máximas del 8,6% que ha aprobado el Gobierno en los Presupuestos de 2023, de la que no se les había avisado.

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