El comité ejecutivo de CEOE, reunido desde primera hora, ha dado el visto bueno a las líneas generales de la propuesta del Gobierno de reforma laboral, según fuentes de la patronal. A la espera de texto definitivo, este órgano ha dado luz verde al borrador que ha puesto el Ejecutivo encima de la mesa. A este aval se han sumado UGT y CCOO, ambos, por unanimidad. Los sindicatos se venían mostrando favorables al pacto, con la vista puesta en los cambios que va a introducir el Congreso, donde los socios de Pedro Sánchez quieren endurecer el texto. El Gobierno prevé aprobar la reforma el martes.
La patronal ha hecho público un comunicado que justifica su apoyo a la reforma en que "consolida el modelo laboral actual, que ha permitido incrementar la productividad de las empresas, asegurar su competitividad y contribuir al crecimiento del empleo" y en que "mantiene intactos los mecanismos de flexibilidad". Siempre con la prevención que plantean de estar "a la espera del texto definitivo". Y hacen una llamada al Gobierno a "mantener la prudencia en la actual situación de pandemia para favorecer una rápida y sostenida recuperación económica", en alusión a la subida del SMI cuya negociación se avecina.
Por su parte, los sindicatos han emitido un comunicado conjunto titulado: "Ahora sí. Ganamos derechos", que sin embargo contiene un aviso a navegantes: "Sin duda quedan cuestiones pendientes porque no han sido abordadas en esta fase de la negociación". Quizás a la espera de cambios de última hora y, sobre todo, de la tramitación parlamentaria.
El borrador del Gobierno, al que ha tenido acceso Vozpópuli, es una propuesta de mínimos que mantiene las exoneraciones de cotizaciones sociales para la empresa en los ERTE a cambio de que no haga despidos y en la que los convenios de empresa conservan su prevalencia sobre los del sector y los autonómicos, salvo en lo relativo a los salarios. El texto modifica la reforma laboral de 2012 y reinstaura la ultraactividad plena, un asunto que CEOE ha tenido que sacrificar, de forma que los convenios colectivos se prorrogarán hasta que sean sustituidos por otros nuevos, sin un límite de tiempo, frente al plazo de un año establecido anteriormente. Sí se introduce la posibilidad de que la mediación y el arbitraje traten de que haya acuerdo.
En lo que respecta a la temporalidad, se le trata de poner coto pero de una manera más matizada que lo que pretendían textos anteriores del Ejecutivo. De esta forma, el contrato ordinario será el indefinido y que sólo podrán hacerse dos tipos de contratos temporales: el estructural y el formativo. El estructural sólo podrá responder a dos causas: por circunstancias de la producción y por sustitución de otro trabajador con reserva de puesto de trabajo, siempre y cuando quede perfectamente especificado a quien sustituye el trabajador contratado. Por su parte, el contrato por circunstancias de la producción sólo podrá concertarse por incrementos ocasionales imprevisibles de la producción u oscilaciones de la demanda, por un tiempo máximo de seis meses, ampliables a 12 si así lo establece el convenio colectivo sectorial.
Esta causa podrá emplearse en situaciones previsibles, como las campañas de Navidad o agrícolas, por un periodo máximo de 90 días al año no consecutivos. En el último trimestre del año anterior a la realización de estos contratos, los representantes sindicales deberán ser informados de la previsión anual. Asimismo, se plantea reducir a 18 meses en un periodo de 24 meses el plazo de encadenamiento de contratos para adquirir la condición de trabajador indefinido, frente a los 24 meses en un periodo de 30 meses vigente actualmente.
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