Economía

Reforma laboral: los nuevos trabajadores indefinidos duran menos en las empresas

La tasa de permanencia de los trabajadores indefinidos ordinarios con una antigüedad de entre 6 y 12 meses desciende hasta valores más cercanos a los de los años posteriores a la Gran Recesión

La tasa de permanencia en las empresas de los trabajadores indefinidos ordinarios con una antigüedad de entre 6 y 12 meses (es decir, coincidiendo con la entrada en vigor de la reforma laboral aprobada en diciembre de 2021) ha caído hasta valores más cercanos a los de los años posteriores a la Gran Recesión.

En el Observatorio trimestral del Mercado de Trabajo elaborado y publicado por Fedea y BBVA Research, los servicios de estudios concluyen que "las transiciones trimestrales del empleo indefinido ordinario a otra empresa o al desempleo o inactividad han aumentado ligeramente en el último año".

Este hecho se produce esencialmente entre los trabajadores contratados a lo largo de 2022 y es compatible con el aumento del número de bajas en el Régimen General, tanto por abandono voluntario como por otras causas de baja, como no superar el período de prueba.

"Esta última causa puede ser relevante para explicar la reducción de la tasa de permanencia, con una antigüedad menor de 6 meses, que ya venía cayendo desde el año 2017, con la excepción del 2020", reza el informe de BBVA y Fedea.

Sin embargo, el gran cambio se produce en la tasa de permanencia con una antigüedad entre 6 y 12 meses, que desciende hasta alcanzar valores más cercanos a los de los años posteriores a la gran recesión. "Desconocemos qué parte de las transiciones fuera de la empresa se deben a un abandono voluntario postcrisis y qué parte se debe a despidos", señalan los autores del informe.

¿Ha sido efectiva la reforma laboral?

Según la EPA, la tasa de temporalidad en 2022 fue 7,5 puntos porcentuales inferior a la registrada en el año 2021 y 8,8 puntos inferior a la del año 2019. Los datos de afiliación al Régimen General de la Seguridad Social indican que la tasa de temporalidad habría caído en 12,5 puntos en comparación con el año 2021 y 15,7 en comparación con 2019.

Sin embargo, Fedea y BBVA Research no ven con suficiente claridad la mejora en la calidad del empleo con la reforma laboral. De momento, el único indicador disponible para medir la transformación es el tipo de contrato, que refleja un trasvase importante de contratos temporales a indefinidos, una señal a priori positiva pero no definitiva.

"Hay que tener cuidado, decir que ha reducido mucho la temporalidad contractual no significa que se haya reducido la precariedad", aseguró Florentino Felgueroso, investigador asociado de Fedea, durante la presentación del informe.

Al ser preguntados por este asunto, Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico en BBVA Research, apuntó que han empezado a mirar algunos indicadores diferentes como, por ejemplo, la reducción de las jornadas de trabajo, donde "no se perciben grandes cambios" por tipo de contratos.

Sin embargo, hay otros indicadores "importantes" que sólo se recogen en la Muestra Continua de Vidas Laborales. Lo "determinante" es saber cómo han cambiado tras la reforma laboral las condiciones de una persona que tenía contrato temporal en términos de intensidad en el empleo, de salario y de renta disponible a lo largo del año. Pero para saberlo, "habrá que esperar un par de años", sentenció Doménech.

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