Que el sistema es insostenible es un hecho. Hoy en día nadie duda de que hay que hacer una gran reforma que aborde la insuficiencia del sistema y buscar fórmulas alternativas de ahorro para apoyar unas prestaciones que van a caer hasta un 35% en los próximos años. Las dos últimas reformas han reducido algo el nivel de gasto del sistema, pero sigue pendiente abordar la suficiencia del mismo. Según los expertos consultados por Vozpópuli, la reforma de pensiones no puede esperar y tiene que abordarse sin falta esta legislatura.
La urgencia se debe, según explican, a que se trata de un cambio trascendental que afecta a todos los ciudadanos y que puede modificar hábitos históricos de los españoles, así que tiene que abordarse con tiempo y con un gran consenso de todos los partidos políticos y los agentes económicos. “Es un tema absolutamente crucial”, señala desde la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) Eduardo Bandrés.
El problema demográfico
¿Por qué es tan grave la situación? La sociedad española envejece. Es un hecho. Según el INE, en 2015 el número de defunciones superó la cifra de nacimientos por primera vez desde 1941 (primeros datos históricos). Esto hace que cada día haya más jubilados y menos fuerza laboral. Según un informe del Círculo de Empresarios, dentro de una década, si no se produce un giro demográfico, se jubilarán entre 700.000 y 800.000 personas cada año y solo 400.000 se incorporarán al mercado de trabajo.
Otro estudio elaborado por la patronal CEOE desvelaba hace solo unas semanas que España será en 2050 el segundo país del mundo con la ratio de dependencia más elevada, solo por detrás de Japón y muy por encima de otras economías avanzadas. La ratio de dependencia mide el número de jubilados que hay por cada trabajador. En 2002 por cada 100 personas en edad de trabajar (entre 16 y 64 años) había 25 personas fuera del mercado de trabajo (con más de 65 años), es decir por cada pensionista había cuatro trabajadores.
El sistema necesitaría 10 millones de afiliados más para mantener el nivel actual de las prestaciones en 2050
En 2015, esta ratio se elevó ya a 28 jubilados por cada 100 empleados y llegará a 35 personas en 2025. Pero los problemas no acaban ahí, en 2050 habrá casi 74 personas mayores de 65 años y en 2064 llegará a 76. Es decir, que por cada cuatro personas en edad de trabajar habrá tres fuera del mercado. Esto se debe a la progresiva caída de la natalidad y al aumento de la esperanza de vida, que provocarán que en 2050 el 35,1% de la población española tenga 67 o más años, frente al 16,5% actual.
El hecho de que caiga la fuerza laboral y aumente el número de jubilados hace que cada vez el sistema tenga menos recursos (se nutre de las cotizaciones de los trabajadores) para pagar las pensiones. Según un estudio de BBVA Research, España necesitaría 10 millones de afiliados más en 2050 para mantener el nivel actual de las pensiones si no hace nada para paliar el problema de ingresos.
¿Qué reformas se han hecho hasta ahora?
Estas cifras ponen en evidencia la necesidad de hacer cuanto antes la reforma. Es cierto que tanto el PSOE como el Partido Popular han impulsado dos cambios en los últimos años, pero no han sido suficientes. Según los expertos, estas dos reformas han reducido el gasto en pensiones, pero no han abordado el problema de los ingresos y han ignorado los derechos morales de los pensionistas haciéndoles cargar con todo el coste del envejecimiento de la sociedad.
Los principales cambios que introdujo el PSOE fueron el aumento de la edad de jubilación a los 67 años y el del periodo de cálculo de la pensión. El PP, por su parte, desarrolló el factor de sostenibilidad y desvinculó las pensiones del IPC creando un nuevo índice de revalorización que tiene en cuenta la evolución de los ingresos del sistema. Estos cambios han reducido algo el gasto del sistema y han mejorado su sostenibilidad, pero no resuelven el problema de la suficiencia.
¿Qué proponen los cuatro grandes partidos? PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos incluyeron las pensiones en sus programas electorales
PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos incluyeron propuestas sobre el sistema de pensiones en sus programas para las elecciones del pasado junio. Algunos pasaron por encima sobre este tema y otros se ‘mojaron’ un poco más. El PP no hacía una referencia explícita al problema de ingresos, pero se comprometía a avanzar y consolidar el fortalecimiento del sistema en términos generales. Aunque no figuraba en el programa, el PP ha dicho en varias ocasiones públicamente que una de las medidas que defiende es las de financiar parte del sistema –las pensiones no contributivas-- con impuestos, algo en lo que coinciden las cuatro formaciones.
El PP apuesta por los planes privados
Lo que sí tiene claro el Partido Popular es que hay que fortalecer el ahorro de las familias en previsión de sus necesidades llegado el momento de la jubilación. De hecho, es el único partido que plantea claramente en su programa la necesidad de impulsar planes privados mejorando su tratamiento fiscal. En paralelo, quiere favorecer la prolongación voluntaria de la vida laboral más allá de la edad ordinaria de jubilación, con más incentivos para fomentar la permanencia de los trabajadores en activo.
El PSOE, antes que nada, se compromete a derogar los cambios de la última legislatura del Partido Popular sobre jubilación anticipada y las Mutuas. Además, es partidario de incrementar poco a poco la financiación del sistema a través del Estado y de crear una figura impositiva para conseguirlo. Y apuesta por mejorar los ingresos de las cotizaciones a través de la elevación gradual de la base máxima de cotización y de la mejora progresiva de las bases mínimas.
Podemos quiere derogar las reformas anteriores
El partido de Pablo Iglesias va un poco más allá y quiere eliminar el tipo máximo a las cotizaciones. Además, es partidario de revisar y suprimir progresivamente los regímenes especiales de cotización para nuevas afiliaciones, volver a vincular las pensiones al IPC y hacer que la pensión mínima sea el equivalente al SMI anual. Asimismo, cree que hay que revisar todas las medidas de reducción de las cotizaciones empresariales aplicadas en los últimos años porque no han servido para generar empleo, pero sí para deteriorar gravemente el saldo de la Seguridad Social.
Y Ciudadanos no da muchos detalles en su programa, pero sí dice que hará una reforma que garantice pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas. A su parecer, la adaptación del sistema de pensiones al nuevo escenario demográfico y socioeconómico debe asegurar pensiones económicamente adecuadas y que en ningún caso puedan darse situaciones de pobreza entre los pensionistas. Además, quiere que el sistema sea transparente y que los ciudadanos sepan en todo momento el importe de la pensión con la que contarán cuando se jubilen para que decidan libremente si ahorrar o no.
¿Qué propuestas están sobre la mesa? Funcas quiere mejorar los ingresos, el IEE elevar la edad de jubilación a los 70 años
En el mundo económico llevan años saltando las alarmas y son muchos los economistas, organismos e instituciones que han alertado del futuro de las pensiones si no se hacen cambios que realmente garanticen la suficiencia del sistema. Muchos de ellos han presentado ya sus propuestas para hacer esta gran reforma, aunque no todos coinciden en las recetas.
Por ejemplo, la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), es partidaria de hacer una reforma más centrada en los ingresos que en los gastos. A su parecer, se pueden crear impuestos específicos, aumentar algunos tipos de cotización o incluso dar un impulso al Fondo de Reserva, que podría llegar incluso a emitir deuda en el futuro. El Instituto de Estudios Económicos (IEE), en cambio, cree que lo más importante es alargar la edad de jubilación a los 70 años.
CC.OO. propone una reforma en dos fases
El sindicato CC.OO. también ha presentado su propia reforma, que pasa por tomar una serie de medidas para elevar los ingresos de forma inmediata en 12.000 millones a través de cambios fiscales, y medidas a más largo plazo como elevar las bases máximas de cotización para obtener 7.557 millones, equiparar las bases medias de autónomos y régimen general (7.000 millones), que el Estado asuma los gastos de administración de la Seguridad Social (2.700 millones) y la conversión de tarifas planas y reducciones de cuotas en bonificaciones financiadas por el Ministerio de Empleo (1.500 millones).
Junto a estas medidas, cree que sería necesario elevar la presión fiscal en 1,2 puntos a lo largo de cinco o diez años (según la intensidad del resto de medidas) para completar la financiación con impuestos de las prestaciones por supervivencia y asegurar así una adecuada calidad de las pensiones en 2050. Este aumento de la presión fiscal daría lugar a 12.500 millones extra y en ningún caso se podría hacer por la imposición indirecta.
Inverco apuesta por planes de pensiones de empresa
Desde Inverco, el director de estudios José Luis Manrique cree que la reforma del sistema público debe acompañarse de un impulso a los planes de pensiones de empresa, dado que va a ser difícil que el sistema público garantice un buen nivel de prestaciones. Un sistema similar al que se ha impulsado en el Reino Unido y que está funcionando bastante bien. Este tipo de planes deberían ser obligatorios y nutrirse con aportaciones tanto de los empresarios como de los trabajadores. Para que sean más atractivos para las empresas pueden vincularse a bonificaciones a la Seguridad Social.
Manrique ha explicado a Vozpópuli que actualmente hay casi 10 millones de beneficiarios de planes de pensiones privados, pero la mayoría de ellos, casi 8 millones, son individuales y poco más de 2 millones de empresa. La rentabilidad media de estos planes fue del 1,78% en el año 2015, pero si se mira la rentabilidad a largo plazo, se observa que las personas que abrieron un plan de pensiones hace 25 años han tenido una rentabilidad anual del 5% a lo largo de todos estos años.
Los expertos coinciden en que la reforma requiere un gran pacto y que no se puede perder la legislatura
Otros organismos como el Círculo de Empresarios aún están trabajando en sus propuestas, aunque ya han avisado de que no solo se puede retocar el sistema de pensiones, también hay que hacer cambios para fomentar la natalidad y el problema del envejecimiento de la población. Por eso, ellos proponen también trabajar en la flexibilidad laboral, los incentivos a la natalidad y cuidado de hijos
El debate ya está aquí. Y si hay algo en lo que coinciden todos los expertos es en que es un tema tan importante que requiere un pacto nacional de todos los partidos. La reforma no puede esperar, los españoles no se pueden permitir cuatro años perdidos en esta materia, así que gobierne quien gobierne, en mayoría o en minoría tendrá que abordar inevitablemente una reforma que sin duda va a marcar el curso de la legislatura.
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