Desde que la crisis económica arrasó el endeble mercado laboral español, ¿quién no conoce a una o varias personas que están viviendo en Reino Unido, en Londres (la mayoría), Birmingham, Edimburgo? Ciudades donde la población española, generalmente con títulos universitarios y masters, realiza una labor importantísima en empleos poco cualificados. Muchos británicos ya hace tiempo que ven esto con dudas. En un desayuno informativo organizado por Vozpópuli, Simon Manley, embajador británico en España, ha negado que su país esté en un proceso de "limitar el acceso de extranjeros en Reino Unido. Allí hay miles de españoles que trabajan como ingenieros, abogados, futbolistas, algunos cocineros de restaurantes estrella y estamos orgullosos de su contribución. UK es un gran país gracias a la emigración no a pesar de ella pero tenemos que crear un sistema en Europa donde haya libre movimiento de trabajadores sostenible. Necesitamos educación de mayor calidad para asegurar que nuestros jóvenes británicos tengan acceso estos puestos de trabajo también".
"Somos abiertos, pero tenemos que asegurarnos de que los jóvenes británicos acceden a los puestos de trabajo"
Sin embargo, reconoce Manley que "en algunas comunidades de nuestro país hay una población muy importante sobre los colegios y los servicios públicos", y tuvo palabras de bienvenida para los trabajadores españoles pero especialmente para "banqueros, abogados ingenieros españoles que trabajen y no busquen el sistema de bienestar británico". El diplomático ha recordado que también en Alemania se podrá limitar el acceso de las ayudas sociales y ha negado que se vaya a impedir la entrada de ciudadanos españoles: "Hablamos de limitar ayudas, no la entrada de la gente. Somos un país abierto, muy abierto. Creo que tendrá que haber un debate a nivel europeo sobre cómo tener un sistema de libre circulación sostenible". Aunque sus palabras no iban precisamente dirigidas para el grueso de la emigración española, que acude a Londres y otras ciudades casi siempre sin haberse estrenado apenas en el mercado laboral español y que ha crecido exponencialmente en los últimos años.
Liberalización
El diplomático inglés quiso centrar en la liberalización de mercados su discurso, ante un nutrido grupo de representantes diplomáticos y empresarios como el consejero delegado de Ferrovial, que patrocinaba el encuentro y que precisamente este jueves anunció su alianza con el británico FirstGroup para entrar a competir con Renfe en algunas líneas ferroviarias españolas, tal y como recordó Manley. Casi todo el speech versó sobre la necesidad de liberalizar mercados, algo que seguro fue del agrado de Esperanza Aguirre, sentada en primera fila, conocida anglófila (única política española en pronunciar un discurso en inglés en el Parlamento de Westminster) y liberal.
El embajador pasó de puntillas por la aparición de partidos populistas (en las islas tienen el suyo propio, United Kingdom Independence Party o UKIP) en Europa, pero sí destacó que el objetivo de su país es seguir liberalizando sus mercados como el "energético o el digital". En el primero, ya muy liberalizado en las islas, Iberdrola juega un papel primordial como dueña de Scottish Power. Pero también hay otros mercados en UK donde empresas españolas son primordiales, como el de aeropuertos con la gestión de Ferrovial en Glasgow, Aberdeen, Southampton y especialmente Heathrow, el de mayor tráfico de toda Europa). No hubo ninguna palabra, sin embargo, sobre la posibilidad de que Telefónica venda a British Telecom (BT) su participación en O2, lo que podría hacerse a cambio de acciones y convertir a la empresa de César Alierta en principal accionista de la exempresa pública británica, controlada en su mayoría por fondos.
Pasando de la UE
Siempre con un discurso atlantista que mira hacia Estados Unidos e ignora a la Unión Europea, el torie Manley rechazó sin embargo la idea de que sus empresas inviertan en países en vías de desarrollo para sacar recursos de allí: "Nada más lejos de la verdad. La mayor parte de las inversiones empresariales de UK vana a economías parecidas a la nuestra. El flujo constante de dividendos ayuda al ahorro y al consumo en mi país. Es un uso más eficiente de los recursos en el conjunto de la economía. La conclusión política es que hay que hacer más por superar las barreras en el interior también".
Por otra parte, pidió al resto de gobiernos colaboración en la cruzada emprendida para hacer que grandes empresas tecnológicas norteamericanas (Amazon, Google, Apple...) colaboren con las haciendas de los países donde obtienen mucho dinero: "hay que poner fin a la planificación fiscal agresiva de algunas empresas que tratan de aprovecharse del sistema. En el G7 se logró un acuerdo para que en 2018 haya cambios de información fiscal. Esta planificación fiscal distorsiona gravemente el mercado único". Londres pide árnica contra ellas, y seguramente el resto de los grandes Estados de la UE le sigan.
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