Los escasos márgenes con los que opera la banca española, presionada por un entorno de tipos de interés a nivel 0, activos sobrevalorados (en algunos casos) y competencia de otras fuentes alternativas de financiación, está causando un problema de rentabilidad al sector en España que podría afectar a toda la economía en caso de prolongarse. Así opina el Banco de España, en su informe anual publicado este martes, tras recordar que "en 2016, el resultado consolidado de las entidades de crédito españolas descendió un 21% con respecto al año anterior y la rentabilidad sobre los fondos propios se situó en el 4,3%, nivel reducido e inferior en 1,3% al del año anterior.
Las grandes empresas son en parte responsables de la caída en el negocio de la banca. Desde 2007 el margen de intermediación del negocio en España de las entidades de depósito se ha reducido un 24%, debido sobre todo al menor volumen de actividad y al aumento de la morosidad. Pero lo más llamativo es que las compañías importantes que pedían mucho volumen crediticio han descubierto otros tipos de financiación, singularmente la financiación directa en los mercados mediante emisiones de renta fija, y han dejado a la gran banca sin uno de sus negocios más directos.
La falta de rentabilidad no es algo privativo de la banca española. En otros países del euro como Italia se opera con márgenes negativos y la situación es más dramática. En Alemania, Chipre, Reino Unido, Grecia y Portugal la situación es aún peor. Sólo la banca de los países fuera del euro, que trabaja con otros tipos de interés, tiene un márgenes aceptables.
En España, desde el inicio de la crisis, las empresas han optado más emisiones de renta fija dejando de lado al sector bancario. Y lo que el Banco de España llama "el proceso de desintermediación de la financiación de las compañías" ha sido muy intenso.
Más consolidación
Así las cosas, el regulador bancarios ve con buenos ojos un proceso de más consolidación que podría acabar con aún menos competencia en el ya de por sí casi oligopolístico mercado del crédito, cuando la compra de Banco Popular por algún otro player se acabe formulando: La situación "exige aumentos adicionales de eficiencia a los que potencialmente podrían contribuir una cierta consolidación adicional dentro del sector y la exploración de fuentes alternativas de recursos", asegura el BdE.
De esta forma, el sector bancario tiene que moverse en un terreno hasta ahora desconocido y donde su propia sostenibilidad está en juego. Junto con un repunte del petróleo o una subida de tipos, el Banco de España considera que se trata de tres de las amenazas macro más importantes para la recuperación de la economía española.
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