Economía

La caza representa el 0,3% del PIB: genera más de 6.000 millones de euros al año

El primer estudio realizado en profundidad sobre el impacto económico de la actividad cinegética concluye, además, que produce 187.000 empleos

Los cazadores buscan ponerse en valor. Si el pasado 15 de abril se movilizaron en 40 capitales españolas para exigir respeto a sus aficiones, tradiciones y valores, esta semana han salido a la carga con un estudio realizado por Deloitte con el que quieren demostrar el impacto económico que esta actividad ejerce en la economía española. Según las conclusiones recogidas, la caza representa el 0,3% del PIB ya que mueve "6.475 millones de euros al año entre los gastos directos, indirectos e inducidos que genera y que equivalen a las ventas netas del vino", afirma el director de Artemisan, Luis Fernando Villanueva.

Con respecto al empleo, la caza mantuvo casi 187.000 puestos de trabajo anuales (el 1% de la población activa en España), de los que cerca de 45.000 fueron empleos directos generados por titulares de cotos y organizaciones profesionales de caza. Y es que España es uno de los países europeos con mayor número de licencias, por detrás de Francia. "La caza es practicada por cerca de 800.000 personas, de las que 334.000 cuentan con licencia federativa", aseguran desde Artemisan.

El perfil medio del cazador español es "un hombre asalariado, de más de 46 años, con estudios universitarios y que gasta una media anual de 9.694 euros en la caza

Al contrario de lo que se pueda creer, el perfil medio del cazador español es "un hombre asalariado, de más de 46 años, con estudios universitarios y que gasta una media anual de 9.694 euros en la caza", informa Villanueva.

España, destino preferente europeo en la caza

Los principales destinos para la práctica de la caza en el país son Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía y Extremadura. "El 87% del territorio español está declarado como de aprovechamiento cinegético, lo que supone 43,8 millones de hectáreas", explican. No en vano, España se erige así como un de los principales destinos para cazadores de todo el mundo.

Los cazadores reivindican que su actividad contribuye directamente al mantenimiento y cuidado del medio ambiente puesto que "la caza es clave" para el control de sobrepoblaciones, de enfermedades de animales y la conservación de hábitats naturales. "El ejemplo más relevante de la labor ejercida por los actores cinegéticos es la preservación de la fauna silvestre es la recuperación del lince ibérico, gracias al mantenimiento en los cotos privados de las poblaciones de conejo de monte y perdiz que le sirven de alimento", destaca el director. De esta forma, desde el sector aplauden la nueva Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad aprobada recientemente por el Gobierno que Villanueva ha calificado de "absolutamente necesaria".

 

    

 

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