Economía

Repsol, Chevron y Exxon piden por carta a Biden que pare los pies a López Obrador

Andrés Manuel López Obrador, también conocido como AMLO, ha provocado un terremoto en el sector energético mundial con su senda proteccionista. En marzo puso en marcha una normativa que cerraba

Andrés Manuel López Obrador, también conocido como AMLO, ha provocado un terremoto en el sector energético mundial con su senda proteccionista. En marzo puso en marcha una normativa que cerraba la puerta de México a eléctricas como Iberdrola, Acciona o Naturgy. Un intento que la propia justicia mexicana ha impedido. Ahora, su objetivo son las petroleras con una reforma de la ley de hidrocarburos para entregar el poder total a la empresa estatal Pemex. Una decisión que empresas como Repsol, Chevron o Exxon quieren impedir.

Estas tres grandes petroleras están integradas en el American Petroleum Institute (API), uno de los principales lobbies de los hidrocarburos a nivel mundial, que ha decidido enviar una carta a la Casa Blanca para pedir que se pare los pies a AMLO. En concreto, esta misiva, enviada a principios de este mes de mayo, tiene como destino a los secretarios de Estado, de Energía, Economía y a la representante de comercio de Estados Unidos, para que presionen al gobierno mexicano para que cumpla los compromisos adquiridos en tratados internacionales.

“Desafortunadamente, hemos visto esfuerzos continuos por parte de la administración del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para socavar [el USMCA] y discriminar a los inversionistas estadounidenses en violación de los compromisos asumidos por México tanto en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) como en el  Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA)”, alerta al Gobierno de Joe Biden el presidente ejecutivo de API, Mike Sommers.

"Desde la advertencia anterior de API, López Obrador ha aumentado tales acciones, tanto en alcance como en gravedad, para cambiar los fundamentos del sector energético en México", añade su carta. Este lobby, donde también se integran otras empresas españolas como Amec Foster Wheeler, itRobotics y Tubacex, expone que las enmiendas pretenden cambiar las reglas del mercado a favor de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en perjuicio de las empresas privadas.

Un movimiento que podría tener como consecuencia el desincentivo para la incorporación y participación de nuevos competidores en el mercado de hidrocarburos. Este movimiento, según la asociación donde se integra Repsol, provocaría una reducción de la oferta, la distorsión del régimen de permisos, teniendo consecuencias negativas no sólo para los inversores, sino también para los consumidores finales de hidrocarburos.

Una nueva puerta para los arbitrajes

"Las acciones en defensa de lo que las empresas del sector de hidrocarburos consideran una violación de los derechos adquiridos, darían comienzo, al igual que sucedió con las acciones promovidas contra Ley de la Industria Eléctrica, en juzgados nacionales, antes de escalar a arbitrajes internacionales amparados en los tratados comerciales de los que es parte México", explica a Vozpópuli el árbitro, abogado y socio de inARB, Seguimundo Navarro.

Las estimaciones es que empresas como las integradas en API inicien hasta 50 juicios de amparo contra estas modificaciones a la Ley de Hidrocarburos, esgrimiendo como motivos: la incertidumbre sobre la duración de los permisos requeridos para la realización de actividades de tratamiento y comercialización de hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos -que incluso pueden llegar a ser suspendidos.

Otros motivos pueden ser "la falta de concreción sobre los parámetros para la capacidad mínima de almacenamiento de hidrocarburos, o la incorporación de conceptos como 'peligro inminente', 'seguridad nacional', 'seguridad energética' y 'economía nacional', que por su ambigüedad podrían ser aplicados de forma arbitraria", explica Seguimundo Navarro.

No hay que olvidar que Repsol es uno de los principales clientes del petróleo mexicano debido a la alianza con Pemex. En agosto de 2020, Pemex reportó la venta promedio de 193.693 barriles diarios de crudo a Europa, de los cuales prácticamente el 100% se quedó en España, donde Repsol es casi el único cliente. El año anterior, según la información interna de PEMEX, la empresa española recibió un 14% de sus exportaciones.

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