Captar clientes es el único objetivo. Al igual que el resto de sectores, las comercializadoras de luz y gas quieren seducir a sus usuarios con atractivas promociones con ofertas telefónicas, mail o puntos de ventas físicos. Repsol, que se convirtió en un verdadero rival de Iberdrola, Naturgy o Endesa tras la compra de Viesgo en 2018, aprovecha que tiene la mayor red de gasolineras en España (3.354) para entrar en esta batalla de descuentos.
La petrolera propone a sus clientes de las estaciones de servicio un descuento de cien euros al contratar su servicio de luz y gas. Una oferta igual a la que tiene Iberdrola en el mercado, 60 para luz y 40 para gas. Aunque Repsol sube este envite si te decantas por su propuesta a través de un formato que Iberdrola no puede igualar. Su promoción incluye 150 euros para repostar en sus estaciones de servicio.
Aunque su captación a través del carburante sólo llega si tienes la app de pagos y fidelización móvil de Repsol, Waylet. Una alternativa que también usa Naturgy con su aplicación móvil que, además de gestionar los contratos de luz y gas, sirve para acumular descuentos en sus socios comerciales como Amazon o Booking.
Naturgy propone en la guerra de promociones de los comercializadores con descuentos del 25% en el primer año en términos de potencia en luz y otro 25% durante los primeros 365 días en termino fijo para el gas. Por su parte, la oferta que tiene Endesa encima de la mesa para esta contienda es un mes gratis de luz y gas para sus nuevos consumidores.
Precaución con las ofertas
En la guerra de descuentos siempre gana el consumidor. Aunque hay que tener cuidado. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido en varias ocasiones que la publicidad de las tarifas que ofrecen una buena parte de las comercializadoras de energía en el mercado liberalizado y que lleva a los consumidores a contratar tarifas que en realidad no les convienen.
Según datos de la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC), siete de cada diez hogares desconocen si están en el mercado regulado o libre. OCU denuncia que las compañías se aprovechan del desconocimiento que tienen los consumidores del mercado de la electricidad para ofrecer tarifas que con el señuelo de jugosos descuentos y beneficios resultan caras y poco recomendables para los consumidores.
Una de las tácticas que emplean es ofrecer superdescuentos como gancho para la contratación. "Es tan sencillo como inflar sus propios precios de partida, para después anunciar ofertas con grandes descuentos", declara la organización. En otras ocasiones se refieren directamente al ahorro que el cliente podrá obtener contratando con ellos.
Una información que las organizaciones del consumidor apuntan que no se detalla es que esos ahorros se consiguen utilizando como referencia tarifas caras de la propia compañía o de la competencia, como por ejemplo las tarifas de precio fijo que las comercializadoras reguladas están obligadas a ofrecer, y que prácticamente nadie contrata por sus elevados precios.
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