Las multinacionales españolas presentes en Venezuela siguen con especial atención el curso de los acontecimientos en el país ante una posible escalada de la tensión que pueda implicar la imposición de planes de contingencia.
Dos de las mayores multinacionales españolas, Telefónica y Repsol, han apostado fuerte por su negocio en el país a pesar del agravamiento de la situación política y económica en los últimos años. Otras compañías vinculadas al sector turístico, como la cadena Meliá o la aerolínea Air Europa, y del sector servicios o industrial, como Mapfre, también están presentes en el mercado venezolano desde hace años. Del sector financiero destaca todavía la presencia en el país de BBVA.
Telefónica ha ido reduciendo paulatinamente el peso de su negocio en Venezuela. En 2009 Venezuela suponía el 6,6% del negocio mundial de Telefónica; en 2016, solo el 0,8%.
Maduro amenazó en 2017 con expropiar la filial de Telefónica en el país por sumarse "a la convocatoria golpista"
Desde la compañía se ha declinado hacer comentarios hoy jueves sobre sus planes con Venezuela. En los tres primeros trimestres de 2016 invirtió 49 millones de euros en el territorio venezolano, dos años después, tan sólo destinó un millón.
La operadora presidida por José María Álvarez Pallete, que cuenta con 12 millones de clientes en Venezuela, sufrió en sus carnes hace menos de dos años la presión de la dictadura de Maduro.
El presidente del país anunció en noviembre de 2017 una investigación contra la compañía por supuestamente haber alentado protestas en el país, dejando en el aire la posibilidad de una expropiación forzosa.
BBVA emplea en Venezuela a 4.379 personas, según su informe financiero de 2017
"La empresa Movistar, se sumó a la convocatoria golpista contra el país. La empresa debe saberlo: no es su función. Pedí investigación para establecer los hechos", dijo Maduro en una intervención televisada.
El optimismo de Repsol
Repsol mantiene desde hace un tiempo una postura de prudencia en relación con Venezuela debido a su complicado escenario sociopolítico y económico.
La compañía ha aprovechado la bonanza de sus resultados en estos trimestres, que han sido los mejores de los últimos seis años, para reducir de forma notable su exposición patrimonial al país latinoamericano. Mientras que en 2017, esta cifra estaba en el entorno de los 2.400 millones de dólares, en la actualidad se encuentra levemente por encima de los 1.000 millones de dólares.
Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, ha asegurado recientemente que el grupo tiene vocación de permanencia en el país
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, en recientes conferencias con analistas, ha declarado que el grupo energético tiene vocación de permanencia en el país que alberga las mayores reservas mundiales de petróleo.
La compañía se ha marcado un objetivo de flujo de caja neutro en Venezuela sobre el que Imaz se ha mostrado optimista en las citadas reuniones con analistas. También ha manifestado una visión positiva sobre el futuro en el país así como en otras plazas marcadas por la inestabilidad por los que Repsol apuesta, como es el caso de Libia. Sin embargo, los últimos acontecimientos pudieran modificar esas impresiones tan optimistas.
La difícil situación que padece Venezuela ha llevado a ACS, uno de los grupos españoles de infraestructuras con mayor presencia en Latinoamérica, a reducir al mínimo su actividad en el país. La compañía que preside Florentino Pérez mantiene abierta una oficina en Caracas, que pertenece a la filial Dycvensa, antigua división en el país de Dragados cuando ésta era una constructora independiente.
Air Europa opera vuelos desde varias ciudades españolas con destino Caracas
En la actualidad, ACS mantienen una mínima actividad industrial a través de su filial Cobra, con lo que la situación vivida en las últimas horas no tiene una gran influencia en sus planes para la región. En su día, ACS se adjudicó notables contratos de infraestructuras bajo los gobiernos de Hugo Chávez.
La aseguradora Mapfre, presente en 45 países, a través de 219 sociedades, también hace negocio en Venezuela. La compañía española agrupa su actividad en el país dentro de LATAM Sur (Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela).
Mapfre está implementando en el país su proyecto Proveedores como Embajadores de Marca y en su último informe financiero, del ejercicio 2017, indica que ese año desarrollo una campaña de información para "concienciar y sensibilizar a los empleados sobre la importancia de comer sano con los productos de los que se dispone actualmente en el mercado".
BBVA, el banco más transparente para los venezolanos
BBVA explica en su último informe financiero que cuenta con un indicador, el Net TCR Score (NTCRS), que permite medir, en las principales geografías, el grado en el que los clientes perciben a BBVA como un banco
transparente y claro. El pasado año el banco presidido por Carlos Torres ocupó el primer lugar en seis países: México, Turquía, Colombia, Perú, Venezuela y Uruguay.
"Lo único que quiero es transmitir toda mi solidaridad", dice el consejero delegado de NH, Ramón Aragonés.
La entidad mantiene activo en Venezuela un Centro de Salud Integral, que atendió a cerca de 1.000 trabajadores de la plantilla. Según sus cuentas de 2017, BBVA cuenta con 4.379 empleados en el país, donde mantenía un activo valorado en 3.397 millones de euros, y un pasivo por importe de 3.291 millones.
Derivado del ajuste de la inflación por la posición monetaria neta en las entidades del Grupo BBVA radicadas en Venezuela, la entidad registró en el país pérdidas por importes de 13 y 28 millones de euros durante 2017 y 2016, respectivamente.
Sector turístico
"Hace dos años que no estamos en Venezuela pero, por los 10 maravillosos años que pasamos ese país, lo único que quiero es transmitir toda mi solidaridad", afirma el consejero delegado de NH, Ramón Aragonés.
Las empresas españolas del sector del turismo han recibido las noticias sobre lo que está ocurriendo en el país en plena vorágine de Fitur. "Es un país en el que todos queremos estar, pero su situación política nos ha expulsado”, comenta un empresario hotelero que prefiere no identificarse. "Hay que esperar para ver cómo evoluciona este proceso y lo más probable es que surja una oportunidad de inversión que ninguno de los aquí presentes desaprovechará", añade.
Meliá calcula un impacto negativo en su patrimonio desde 2009 por la hiperinflación por importe de 158 millones
Las aerolíneas tampoco pierden ojo los movimientos políticos de Venezuela. Iberia, que suficiente tiene con no perder de vista lo que sucede en Reino Unido y el brexit, asegura que mantiene sus tres vuelos semanales con la compañía, "al igual que hemos hecho en estos últimos años", explica un portavoz de la empresa a este medio.
Air Europa es la otra compañía con conexiones al país latinoamericano. La aerolínea vuela a Venezuela desde Madrid, Barcelona, Gran Canaria, Tenerife, Vigo y A Coruña. De momento, el grupo Globalia, matriz de Air Europa, prefiere mantener la prudencia con lo que está sucediendo en el país.
El grupo Meliá opera el Gran Meliá Caracas, construido en el año 1998 y que está situado en el barrio de Sabana Grande. Cuenta con 430 lujosas habitaciones, 236 apartamentos, 28 salones para convenciones, tres restaurantes de primera clase.
En sus últimas cuentas, la cadena hotelera indica que el nivel de ocupación fue solo del 52% en 2017. Durante ese ejercicio, "y debido a la compleja situación económica y política que atraviesa Venezuela", la empresa concluyó "que los distintos tipos de cambio oficiales no reflejan la realidad económica del país y, por tanto, ha tomado la decisión de estimar internamente el tipo de cambio más apropiado (...)".
Meliá informa que los impactos acumulados en el patrimonio neto desde 2009, fecha en la que comenzó a considerarse la economía venezolana como hiperinflacionaria, ha tenido un impacto negativo en su patrimonio, a 31 de diciembre de 2017, por valor de 158,4 millones de euros.
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