El consorcio Resa, líder del mercado de las residencias de estudiantes en España, ha invertido en plena pandemia 145 millones en distintos proyectos de la promotora Urbania que encierran una tendencia incipiente pero creciente dentro del residencial español.
Esta operación inmobiliaria refleja un creciente interés de los inversores como los que integran Resa (el fondo líder mundial en residencias, el estadounidense Greystar, la firma de inversión CBRE GI y la aseguradora francesa Axa), por unidades residenciales completamente o en buena parte industrializadas, según apuntan a Vozpópuli desde la propia Urbania.
De la operación, la segunda más voluminosa en el mercado de las residencias de estudiantes a nivel nacional, han formado parte cuatro proyectos de edificios residenciales en Madrid, Málaga y Valencia para unas 1.100 potenciales nuevas camas (Resa tiene unas 11.000 en España).
Reducir las demoras a la mitad
Uno de los dos edificios en Madrid (en Paseo de la Habana) se ha construido de forma industrializada o 'prefabricada' en hasta un 65%, y el de Málaga, situado en su Casco Histórico, apunta a entregarse a principios de 2021 industrializado en un 75%, según señala Jeffrey Sújar, uno de los socios impulsores de Urbania.
"Allí donde hemos podido y no han mediado obras de rehabilitación de construcción tradicional, hemos aplicado construcción industrial, fundamentalmente los baños, parte de la estructura y las fachadas", explica Sújar.
La construcción industrializada ha reducido a la mitad los tiempos que tomaría la obra con un sistema tradicional (de 20 a 10 meses en el edificio de Madrid y hasta alrededor de ocho en el de Málaga), según reivindican desde Urbania.
Del 1% al 10%
Para estos proyectos, la promotora ha trabajado conjuntamente con la constructora Afca, especializada en vivienda industrial, un segmento que, a día de hoy, representa menos de un 1% del parque residencial español, a diferencia de lo que sucede en otros países como los escandinavos, Alemania y Reino Unido.
Desde Urbania inciden en que la operación puede encuadrarse dentro de un creciente interés de los inversores del mercado residencial español por el segmento del alquiler, tanto de BTR (de vivienda nueva para alquiler) como de residencias de estudiantes y coliving (edificios pensados para ser utilizados por inquilinos). La promotora, controlada por tres socios particulares privados, tiene unas 3.600 habitaciones en desarrollo en total.
Respecto a la vivienda industrializada y energéticamente sostenible, el horizonte de distintas fuentes del sector, tal y como informó este medio, pasa por que sea una palanca de la recuperación de la pandemia en el sector y represente el 10% de la nuevas viviendas antes de 2025. Entre sus principales desafíos están la falta de mano de obra especializada, los elevados costes iniciales y la complejidad de su construcción total en altura.
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