Saeta Yield logró un beneficio neto de 7,8 millones de euros, seis veces más que un año antes, con un incremento de los ingresos del 29,3%, hasta los 90,8 millones, impulsados por la incorporación de plantas en el exterior y la buena producción eólica en España.
El resultado bruto de explotación (ebitda) creció el 39% y sumó 60 millones de euros y la producción eléctrica se duplicó, hasta los 661 gigavatios hora (GWh), ha informado hoy la firma de renovables controlada por ACS y GIP y sobre la que Brookfield ha lanzado una opa tras alcanzar un acuerdo con dichos accionistas.
En España, los activos eólicos generaron 400 GWh (+57,2%) y los termosolares 67 GWh (+3,3%). Por su parte, los activos internacionales aportaron 194 GWh.
Según la misma fuente, los resultados del primer trimestre reflejan el éxito de la estrategia de la generación de valor y de internacionalización que inició en 2017, con compras en Uruguay y Portugal.
El Consejo de Administración aprobó el martes el pago de un dividendo de 0,1967 euros por acción (equivalente a 16 millones de euros), pagadero el próximo 29 de mayo y que se suma al ya abonado por igual cantidad en febrero.
"Tras cerrar un 2017 excepcional, tanto por las cifras de actividad como por el inicio de la diversificación de la compañía con compras en Uruguay y Portugal, el primer trimestre de 2018 nos trae unos resultados que demuestran la solidez de Saeta Yield como una plataforma generadora de valor y rentabilidad para sus accionistas", señala en un comunicado su presidente José Luis Martínez Dalmau.
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