Aunque parezca mentira, aún quedan directivas europeas por transponer en España. Una de ellas es la que crea una suerte de mercado único europeo para 'covered bones', llamados también bonos garantizados, siendo los más conocidos en nuestro país las cédulas hipotecarias o cédulas territoriales. Existe cierto nerviosismo en el sector ante la falta de agilidad de esta nueva normativa, pues la banca suele emitir mucha deuda mediante este producto, reconocen fuentes consultadas por Vozpópuli. De hecho, el pasado año en España se emitió cerca de 73.000 millones de euros.
Durante la crisis financiera pasada este instrumento fue uno de los más usadas para emitir deuda. Una de sus fortalezas es que los inversores tienen cierto trato privilegiado en términos de requerimientos de capital y en eventuales resoluciones. Antes de que se desatara la pandemia, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital lanzó la consulta pública previa al anteproyecto de ley para la transposición de la directiva.
No obstante, el actual mercado ya recoge mucha de las peticiones de la directiva europea. Destaca el principio de inmunidad a la quiebra o el de doble recurso que reconoce al inversor en covered bonds un privilegio de cobro especial. No es así en el caso de los colchones de liquidez, por ejemplo, que serán obligatorios.
¿Qué son?
Los bonos garantizados son títulos emitidos por entidades de crédito que se respaldan con una cesta de activos. A esta cesta de activos se llama conjunto de cobertura. Normalmente este conjunto lo conforman préstamos hipotecarios o préstamos a entidades públicas, siendo el más comercializado el primero. Los covered bonds son títulos de renta fija que permiten la financiación de las entidades de crédito.
Por tanto, estas entidades emiten deuda que será comprada por el inversor al que le devolverán su principal más intereses. Este inversor contará con una peculiaridad, un doble recurso para su cobro pues tiene dos derechos de crédito. Un derecho de crédito sobre la entidad emisora de los bonos y otro sobre los activos que conforman la cobertura. Así lo explica Estefanía Monteros, abogada en ILP Abogados.
Desde 2018 se planteó por el Parlamento Europeo y la Comisión realizar una normativa comunitaria para su regulación. El objeto es mantener el bajo riesgo de estos productos. A priori, sin embargo, algunos bancos no están a favor de esta norma por quitarles autonomía sobre estos productos, recuerda Monteros.
La banca europea emitió en apenas dos semanas algo más de 40.000 millones de euros en bonos garantizados. La cuestión es que ante el coronavirus y la situación de inestabilidad del mercado financiero, los bancos buscan liquidez.
Una forma de conseguir dicha liquidez ha sido la emisión de este producto financiero. Se usa este producto pues al ser de muy bajo riesgo normalmente son más baratos y más fáciles de vender. El menor riesgo de estos productos reside en la doble garantía que tienen para el inversor.
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