En el día en el que el abogado de la Unión Europea se expidió sobre la Superliga -de la que se ha desvinculado públicamente el Atlético de Madrid- y se posicionó a favor de que la UEFA pueda sancionarlos si siguen adelante con su plan, el magnate inmobiliario polaco Maciek Kaminski se reunía con la alta dirección del club rojiblanco. El objetivo: negociar su posible aterrizaje en el Metropolitano.
Vozpópuli estaba en la mañana de este jueves en las inmediaciones del estadio atlético y pudo comprobar cómo Kaminski aparecía a las 10.10 horas junto a un hombre de su confianza en un taxi, desde el que descendió para acceder a las oficinas del área ejecutiva del club.
Según corroboran fuentes cercanas, las conversaciones entre las partes están en marcha, al igual que el proceso de venta del tercer equipo histórico de la Liga española para el que Gil Marín ya ha sondeado a bancos de inversión, como adelantó este diario.
"La reunión ha ido muy bien", se ha limitado a apuntar uno de los informantes próximos a las partes. En el encuentro han participado, por un lado, el propio Kaminski y su acompañante; y, por otro, Gil Marín con -según lo previsto- el director financiero del Atlético, Mario Aragón Santurde.
De acuerdo a las fuentes consultadas, el magnate polaco contempla tanto comprar el club como entrar en el accionariado, una operación de la que podrían participar también otros inversores y que podría acabar en un vuelco al control de los colchoneros, como avanzó ya este medio.
La de este jueves fue la primera aproximación directa entre Kaminski y el primer accionista colchonero. A preguntas de este medio, ninguna de las partes ha hecho comentarios oficiales al cierre de esta edición.
Interesado en el Atlético... y el Everton
Oriundo de una aristocrática familia polaca, Maciek Kaminski se mudó a Estados Unidos a finales de la década de 1960. Actualmente, se encuentra afincado en Minneapolis (Minesota), donde es conocido por sus inversiones en el mercado de las oficinas. Su grupo empresarial se nutre, entre otros, de intereses inmobiliarios tanto en EEUU como en Polonia.
El pasado septiembre trascendió que está interesado en irrumpir en el fútbol europeo, para lo que ha creado una división de inversión llamada Kam Sports LLC. Esta última ha llegado a reconocer conversaciones con el británico iraní Farhad Moshiri, dueño del Everton en Inglaterra, con la intención de comprarle el equipo.
Desde la institución con sede en Liverpool aseguran oficialmente no estar en venta, tal y como se ha trasladado también desde el Atlético de Madrid. Y ello, pese a que, como ya informó este periódico, el primer accionista colchonero ha comenzado a sondear la posibilidad de vender su participación bajo la tesis de que el club precisa la entrada de otro tipo de inversores que puedan relanzar la institución.
Por lo pronto, la tasación para el Atlético que habría obtenido de bancos de inversión es de 750 millones de euros en equity, a los que habría que sumar otros 500-600 millones de deuda. Todo ello, incluyendo al estadio en la ecuación.
El primer accionista rojiblanco estaría obligado a comunicarle a Ares cualquier oferta que reciba por sus acciones y no dar ningún paso sin su autorización
Además de consejero delegado, Gil Marín es el accionista mayoritario de Atlético HoldCo, la sociedad con un 66% de la propiedad del club. Sus socios en ella son el presidente Enrique Cerezo, y el fondo americano Ares. Este gigante de la inversión americana protagonizó la ampliación de capital con la que el club sorteó un roto de 100 millones de euros al cierre de la campaña 2020/2021. Al cabo de ella, informó ya este medio, Gil Marín tuvo que avalar con su patrimonio personal al club ante terceros con garantías por valor de 134 millones.
A aquella ampliación no acudió el otro accionista relevante del Aleti, Quantum Pacific Management Limited, del israelí Idan Ofer, cuya participación se habría diluido tras la entrada de Ares y rondaría el 25-30%. El fondo americano, informó ya este diario, se ha granjeado un derecho de tanteo sobre las acciones de Gil-Marín. Ello implica que el primer accionista rojiblanco estaría obligado a comunicarle al fondo que dirige el dueño de los Atlanta Hawks, Tony Ressler, cualquier oferta que reciba por sus acciones y no dar ningún paso sin su autorización.
Ares ha levantado recientemente 3.700 millones de dólares para invertir en deporte, lo que deja entrever que los americanos estarían capacitados para afrontar una eventual compra del Atlético. Sin embargo, tampoco se puede descartar que el fondo, ante una buena oferta por el conjunto del club, opte por hacer caja.
Fuentes cercanas al club también han apuntado al empresario próximo a Gil Marín y presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, como uno de los involucrados en la posible venta del Atlético, si bien una de ellas lo ha situado como eventual comprador -único o, más probable, en consorcio, a través de su fondo Amber Capital- y otra, como intermediario de inversores norteamericanos como Ares.
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