El pasado martes a última hora, el Ministerio para la Transición Ecológica anunciaba que Teresa Ribera viajaría a primera hora de la mañana a Argel (Argelia) para reunirse con representantes del Gobierno argelino. Una visita de 'urgencia' que se producía un mes después del viaje del ministro español de Exteriores, José Manuel Albares y que hacía saltar todas las alarmas después de que el principal proveedor de gas de España asegurase el suministro. Y, según explican fuentes gubernamentales a Vozpópuli, el resultado del viaje de Ribera ha sido el mismo, la única diferencia es que las empresas no han respaldado este viaje.
Argelia, en concreto el ministro argelino de Energía, Mohamad Arkab, le ha reiterado a la ministra para la Transición Ecológica que el próximo domingo se cierra el gasoducto Magreb-Europa, que atraviesa Marruecos hasta llegar a Tarifa (Cádiz) y que nutre cerca de un 26% del gas que importa España. La tensión diplomática entre Argelia y Marruecos está lejos de solucionarse. El Gobierno argelino no va a permitir que su gas pase por Marruecos y que este país se beneficie de este tránsito.
Pero, como también señalaron a Albares, el suministro se compensará por el gasoducto Medgaz y por buques metaneros. "Era una reunión de Ribera con Arkab que estaba prevista desde hace 15 días", detallan las mismas fuentes. "A diferencia del viaje diplomático de Exteriores, en esta ocasión se ha acudido para hablar del gas de Argelia sin el principal operador del gasoducto Medgaz (Naturgy) ni el gestor del sistema (Enagás)", añaden.
Ribera busca un invierno 'tranquilo'
Ribera buscaba con este viaje una mayor seguridad de suministro ante la llegada del invierno, con el gas como la principal materia prima energética. El 26% de la electricidad que se generó en España en septiembre llegó a través de los ciclos combinados de gas. Sin olvidar que, con el invierno a la vuelta de la esquina, el 29% de las calderas españolas funcionan con gas natural.
España importa cerca del 51% del gas que consume a través de dos gasoductos que salen de Argelia. Además del Magreb, existe un gasoducto marino que conecta directamente Argelia con España, a través de la costa almeriense, surte del 25% de esta materia prima a los consumidores españoles. Esta infraestructura es el Medgaz, explotada por Naturgy y la argelina Sonatrach hasta 2041.
El 49% del gas restante llega a través de buques y vías alternativas. El problema es que sin el gasoducto del Magreb, España está condenado a depender del mercado actual de barcos metaneros. Los mercados de gas europeos siguen atrapados desde hace meses entre sus bajos niveles actuales de almacenamiento, la fuerte demanda de gas natural licuado (GNL) desde Asia y una reducción de los suministros por gasoducto desde Rusia y Noruega. Los precios diarios registran máximos históricos y los futuros para este invierno han subido un 200% y superan los 70 euros/MWh.
Gas "de sobra"
Argelia tiene gas “de sobra”, como han afirmado durante esta crisis a este medio fuentes conocedoras de este escenario, y tener otra vía para bombearlo es idóneo para ellos. Marruecos cobra un canon por el paso de la infraestructura para su territorio en forma de suministro de gas. Y España encuentra en esta vía de abastecerse de una materia prima que actualmente está descontrolada en el mercado.
El problema es que desde agosto la hostilidad entre Marruecos y Argelia se ha disparado debido a la disputa sobre la soberanía del Sáhara Occidental. Este conflicto se puso de manifiesto el 24 de agosto, cuando Argelia rompió relaciones diplomáticas con Marruecos ante una serie de "acciones hostiles" de las que culpó a su vecino.
Un movimiento que ha torpedeado la renovación de este pacto, pese a que las conversaciones se han avanzado desde antes del conflicto. Una inoportuna situación ya que el gas se ha convertido en el nuevo 'oro' energético y España no puede aprovecharse completamente de su situación geográfica con Argelia.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación