En apenas una semana, Rodrigo Rato ha decidido cambiar de estrategia. El ex vicepresidente del Gobierno de José María Aznar no sólo ha decidido contratar los servicios jurídicos de la firma norteamericana Baker & McKenzie, el mismo bufete al que se encomendó el Partido Popular para salir del brete del 'caso Bárcenas', para que lleven su defensa sobre la investigación patrimonial y fiscal que se le ha abierto en los juzgados de Plaza de Castilla (Madrid) tras acogerse a la amnistía fiscal. También ha decidido empezar a borrar el rastro que algunas de sus sociedades mantenían con paraísos fiscales. Así, la sociedad Lilac Trading Limited, cuyo objeto es el comercio internacional, con sede en Wembley (Inglaterra), acaba de cambiar la composición de su consejo de administración, según documentación a la que ha tenido acceso Vozpópuli.
Gateway Management (B.V.I) Limited, una sociedad afincada en Down Town (Tórtola), capital de las Islas Vírgenes Británicas, ha desaparecido de la estructura de mando de la sociedad, donde ejercía de secretario del consejo de administración. En este órgano se mantienen tanto Rodrigo Rato que ejerce como director de Lilac Trading Limited, al poseer el 75% del capital social, con un total de 2.250 acciones. Mientras, Pedro Díez Martínez, el otro socio de la firma, posee el 25% restante, con 750 títulos.
Gateway Management, firma que ejercía de secretario del consejo, fue creada por David Dennis Cuby, quien ejerce de testaferro profesional ofreciendo servicios fiduiciarios desde Gibraltar. Fuentes jurídicas no llegan a entender este movimiento de Rato puesto que "las relaciones de sus empresas con los paraísos fiscales están claras" en el informe que maneja la Agencia Tributaria. Tampoco se comprende este cambio en una sociedad en la que se han iniciado los trámites para su liquidación, como adelantó este medio a mediados de abril pasado.
De hecho, Lilac Trading forma parte de ese otro ovillo de firmas instrumentales con las que Rato ha desviado presuntamente fondos al extranjero a través de paraísos fiscales. Tanto Lilac como otra firma británica Vivaway Limited son clave para los movimientos de fondos que haría luego desde España con el fin de ocultar su patrimonio.
Fuentes del caso sostienen, sin embargo, que el borrado de estos rastros con los paraísos fiscalse es otro paso de la reconfiguración societaria que inició Rato el día antes de que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, solicitase una fianza civil solidaria de 800 millones a Bankia, su matriz BFA. Medida cautelar que ha quedado reducida a tan solo 34 millones. Un movimiento, efectuado el pasado 12 de febrero, que parece tener una única intención: preservar su fortuna frente al pago de esta fianza.
Para ello, el exvicepresidente del Gobierno de José María Aznarsustituyó a Servitax SL, una firma ligada con el bufete Plazas Abogados, cuya sede fue registrada también el pasado jueves por los agentes de la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA), como administrador único de Kradonara 2001 a favor de Teresa Arellano, su secretaria de toda la vida, su auténtica mano derecha, como aseguran en el PP. De esta manera, Rato pretendía cortar la relación entre esta firma y el bufete investigado en la sociedad nacional a través de la cual se articula la relación con el entramado societario en el extranjero. No en vano, Kradonara es una firma clave en la investigación. Según fuentes del caso, Rato usaba esta sociedad para compensar ingresos y gastos a título fiscal, lo que reducía su tributación al mínimo.
En tan solo tres años, Kradonara ha duplicado el valor de sus activos. Mientras que en 2012 estaban valorados en 2,5 millones de euros, a 31 de diciembre de 2013 estaban registrados en las cuentas por 5,3 millones. Eso sí, la sociedad registró en el último ejercicio, el correspondiente al año 2013, un resultado negativo de 75.092 euros. Y algo parecido ha ocurrido también con su sociedad matriz, la británica Vivaway Limited, que declaró ese año unos números rojos de 40.646 euros.
Vivaway, según el informe de la Agencia Tributaria desvelado por El Mundo, es una de las firmas más relevantes en los movimientos del patrimonio de Rato en el extranjero. De hecho, nada más acogerse a la amnistía fiscal, el ex de Bankia inyectó en 2013 en esta firma, domiciliada en Londres pero con conexiones con Gibraltar, un total de 7,5 millones de euros, según los datos del registro mercantil británico. En Hacienda sospechan que este dinero no lo declaró en la amnistía fiscal a la que se acogió a finales del 2012. Por lo tanto, establecer una frontera de seguridad entre su fortuna en el exterior, cifrada en 27 millones de euros, según Hacienda, era más que necesario ante la amenaza del posible pago de la fianza por la salida a Bolsa de Bankia.
Otro hilo de este ovillo engarza con Gibraltar, dado que allí tiene su sede una compañía de servicios fiduciarios contratada por Rato para ayudarle con sus movimientos opacos al fisco español.
Fuentes de la investigación, sin embargo, sostienen que disponen de indicios suficientes (como la donación simulada de 2,6 millones en acciones a sus hijos a través de Gibraltar) para creer que Rato perseguía con estos cambios de administradores evitar embargos por el caso Bankia. De ahí el presunto alzamiento de bienes que se le atribuye, aparte de fraude fiscal y blanqueo de capitales. De hecho, tras su imputación en el caso Bankia (2012), su secretaria Teresa Arellano se ha convertido en apoderada de otras seis empresas pertenecientes a Rato o su familia: Rodanman Gestión 3, Arada, Explotaciones de Carabaña, Aurosur, Muinmo y Cor Comunicación. La entrada de Arellano en todas estas sociedades se produjo durante el pasado ejercicio. Desde mayo hasta octubre. Nuevamente, durante la semana previa a que el juez Andreu impusiera a Rato la fianza civil de 3 millones por las tarjetas black, Arellano comenzó a fomar parte de las firmas Explotaciones de Carabaña, Arada y Rodanman Gestión.
La 'pista panameña'
No obstante, los primeros pasos de esta reestructuración empresarial ya los había dado Rato y su entorno meses antes. Fue, en concreto, en enero de 2014 y tuvo como escenario Panamá. Entonces, el registro mercantil del país centroamericano recogía dos movimientos importantes de sendas empresas ligadas al exvicepresidente del Gobierno. Así, con fecha del 8 de enero de 2014 figura la disolución de Westcastle Corporation, una sociedad en la que el político español aparece como propietario de 100 acciones valoradas en 2,3 millones de euros, según él mismo recogió en 2012 en la declaración a Hacienda del modelo 720con el que se declaran todos los bienes en el exterior. Dicha compañía, con sede en Suiza, tiene como directivos a tres ciudadanos panameños: Vernon Emmanuel Salazar Zurita, Delio José de León Mela y Lilia Judith Tovar de León. Todos ellos figuran también como directivos de decenas de otras compañías, entre ellas al menos 15 asentadas en Londres, la ciudad clave en la trama empresarial de Rato ya que allí están radicadas dos de sus sociedades principales: Lilac Trading Limited y VivaWay Limited, ambas con administradores gibraltareños.
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