Nuevos vientos de una tormenta 'perfecta' amenazan las cuentas del Atlético de Madrid que dirigen Enrique Cerezo como presidente y Miguel Ángel Gil Marín (hijo de Jesús Gil) como Consejero Delegado tras apropiarse los Gil y Cerezo de las acciones del club de manera indebida en 1992 según dictaminó la Audiencia Nacional, un delito que ya había prescrito cuando fue denunciado por la Fiscalía en 1999 según terminó sentenciando en 2004 el Tribunal Supremo.
Hoy, 16 años después, el Consejo Superior de Deportes (el Gobierno), la Real Federación Española de Fútbol y La Liga trabajan para que la actual temporada pueda sobreponerse al coronavirus y se finalice de alguna forma. Sin embargo, desde la RFEF de Luis Rubiales advierten igualmente de que la "base legal" para el caso de que La Liga no pueda completarse (o en el caso de que se vuelva a reanudar y suspender) es que se siga la última tabla de posiciones como criterio para las clasificaciones a las copas de UEFA.
Desde la patronal de los clubes de Javier Tebas rechazan el planteo de Rubiales pero no ofrecen otra alternativa que jugar en verano. Se espera que el Gobierno, a través del CSD, tome una decisión pronto. A preguntas de este periódico, desde el CSD han evitado precisar si se está avanzando en la línea de evitar al 100% la cancelación de La Liga y/o frenar bien el planteamiento de la RFEF, bien el de La Liga.
Riesgo para la tercera potencia económica de La Liga
En cualquier caso, el planteo de Rubiales aboca al club colchonero (que iba sexto en la actual Liga) a prepararse para un hipotético shock financiero incluso mayor que el que ya se podía prever por el coronavirus: quedaría obligado a ganar la actual Champions League -en caso de que pueda realmente disputarse- para no quedarse fuera de la próxima.
Según se desprende de las cuentas del club -que estuvieron inaccesibles durante varias semanas pero finalmente se han vuelto a publicar-, el Atlético ha disparado su presupuesto en la última década (pasando de algo más de 100 millones de facturación a 350 millones, consolidándose como el tercer club más rico de España).
Ha construido además su nuevo estadio, el Wanda Metropolitano (que llegó a mejorar en un 60% su facturación relativa al estadio), consiguiendo colocarse también como el decimotercer club más rico del mundo. Que Gil Marín viera aumentado su sueldo de 1,9 millones a 3,2 millones en la última temporada (una subida del 70%) fue recibido por muchos como un premio merecido a su gestión.
Ingresos poco diversificados
Sin embargo, el equipo, con fichajes en las últimas ventanas de traspasos al nivel de los dos más ricos del mundo, Barça y Madrid -como el de Joao Félix por 126 millones el año pasado con una comisión de entre 12 y 36 millones para el agente Jorge Mendes-, sigue todavía muy lejos de ellos no solo en términos presupuestarios absolutos (Barça y Madrid facturan más de 700 millones cada uno) sino también en la diversificación de sus fuentes de ingreso.
Las cuentas revelan una dependencia del 60% de derechos televisivos sujetos a resultados deportivos (Barça y Madrid, por ejemplo, lo hacen solo en un 33%). Así pues, de los 204 millones que el club facturó por televisión en la 2018-2019 90 millones correspondieron a la Champions (si bien ese año el equipo quedó eliminado en octavos, el reparto tiene en cuenta posiciones en Liga y la Champions en los diez años anteriores).
Paralelamente, el Atlético ingresó en la temporada 2018-2019 80,3 millones por comercialización, patrocinios y publicidad. Su principal patrocinador es la plataforma digital de productos financieros de riesgo Plus 500, y con ella, la entidad colchonera tiene contrato hasta 2022. La Comisión Nacional de Mercado y Valores (CNMV) estudia introducir "posibles restricciones a la publicidad al público general de CFD y otros productos financieros" como los que encarna Plus 500, lo que podría ser un nuevo varapalo para las cuentas rojiblancas.
En el club de Cerezo y Gil Marín apostaban a principios de año por que el órgano regulador tuviera en cuenta un período de transición para contratos en vigor. El regulador no se ha pronunciado públicamente todavía sobre la implementación final del veto, prevista para este primer semestre del 2020.
Fondo de maniobra negativo por 147 millones
En último término, las cuentas del club reflejan un patrimonio neto positivo de 95 millones (valor total de activos menos pasivos) pero un fondo de maniobra negativo de 147 millones (esto es, que los activos corrientes están muy por debajo del pasivo corriente), lo que parece obligar desde ya a la entidad a revisar sus gastos frente a cualquier escenario, más allá de la rebaja salarial a la plantilla deportiva (jugadores y cuerpo técnico) del 70% lo que dure el estado de alarma y el ERTE para 430 empleados no deportivos ya aplicados.
"El déficit en el fondo de maniobra se debe por un lado a las importantes inversiones efectuadas en las últimas temporadas destinadas a la mejora de los resultados deportivos y, por tanto económicos, con el objetivo de participar en competiciones europeas y, por otro, a las propias características de la actividad desarrollada, y se viene manteniendo a lo largo de los años, si bien no supone impedimento alguno para que el club siga operando normalmente. Esta situación es común a la inmensa mayoría de los clubes de fútbol", esgrimía la memoria económica colchonera 2018-2019.
333 millones de deuda a corto
El Atlético de Madrid tenía a cierre de 2019 deudas a corto plazo por 333 millones de euros y a largo por otros 386 millones. Cerezo y Gil Marin actúan como garantes de las deudas del club con terceros, ascendiendo sus garantías a 348 millones. Gil Marín tiene una participación accionarial en el club del 46,44%, Cerezo, del 15,21%, y el multimillonario israelí Idan Ofer dispone del 32% restante.
Dentro de las deudas del club, destaca la que tiene con la entidad de crédito Inbursa del decimosegundo hombre más rico del mundo, Carlos Slim, para pagar el Wanda Metropolitano por 182 millones a cierre del último ejercicio. Según las cuentas, se preveía un pago de 20 millones para esta temporada. El principal activo futbolístico del club, su entrenador Diego Pablo Simeone, percibía, hasta la reducción salarial del 70%, cerca de 45 millones de euros brutos (25 millones netos) al año.
Vozpópuli ha preguntado al Atlético de Madrid por sus planes para afrontar todas estas contingencias pero no ha obtenido respuesta.
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