Economía

Así seguirá operando Ryanair en Canarias: sin bases pero con menos costes laborales

La 'low cost' irlandesa cerrará cuatro bases en España, pero seguirá operando esos destinos con vuelos y personal basado en otros países de la UE. Los sindicatos temen que utilice sus tres nuevas aerolíneas -Laudamotion, Buzz Air y Malta Air- basadas en países con "legislaciones laborales más laxas"

La 'low cost' irlandesa Ryanair prepara ya el cierre "irreversible" de cuatro bases en España -las de Gran Canaria, Tenerife Sur, Lanzarote y Gerona- para enero de 2020 por el retraso en la entrega de los 210 aviones Boeing 737 MAX que tiene pedidos, según la compañía. Asegura que el exceso de oferta aérea, la guerra de tarifas y la subida del precio del petróleo han obligado a suprimir algunas bases "deficitarias" en invierno.

Los sindicatos apuntan a que el cierre de estas bases acarreará la pérdida de alrededor de siete millones de plazas y más de 500 puestos de trabajo, pero la intención de Ryanair no es dejar de operar sus rutas sino hacerlo a un menor coste utilizando aviones y tripulaciones basadas en el extranjero, ya sean de Ryanair o de sus filiales Laudamotion, Malta Air y Buzz Air.

La propia compañía asegura que "bases como las situadas en las Islas Canarias generan grandes pérdidas durante la temporada de invierno", pero como "casi todo su tráfico se origina en el extranjero, puede ser atendido por aviones basados en otros países de la UE, sin los altos costes e ineficiencia resultante de basar aviones y tripulación en las Islas Canarias durante el período de noviembre a marzo".

Fuentes del sector explican a Vozpópuli que la aerolínea, que tras estos cierres puede mantener activos sus slots -derechos de despegue y aterrizaje en un aeropuerto y hora determinada-, lo único que debe hacer para seguir operando las rutas es invertirlas para acabar en el destino donde tengan la base -y donde descansan y se mantienen sus aeronaves, así como su personal de tierra, tripulaciones y pilotos-.

Empleados más 'baratos'

Los sindicatos creen que la triquiñuela de la 'low cost' podría ir más allá: aumentar las operaciones en España con aeronaves y trabajadores de sus nuevas filiales, más baratas aún que la propia Ryanair. "A la vez que la compañía intenta despedir a más de 500 trabajadores con base en España, está haciendo entrevistas de trabajo para contratar a más tripulantes de cabina y pilotos con legislaciones laborales más laxas", señalan fuentes de la Unión Sindical Obrera.

La austriaca Laudamotion, que Ryanair adquirió al 100% a principios de año, ha abierto recientemente su propia base en Palma de Mallorca, conectando la isla con doce aeropuertos alemanes y austriacos. Lo mismo ocurre con la polaca Buzz Air o la maltesa Air Malta, que Ryanair está reforzando de forma acelerada. Buzz Air tiene ya siete aviones en el mercado de vuelos chárter y opera 17 de las aeronaves programadas de Ryanair, todas con base en Polonia. 

Los trabajadores de Ryanair en España cuentan con contratos irlandeses, es decir, que pagan sus impuestos en Irlanda y no tienen derecho a prestaciones nacionales. Pero USO explica que, por ejemplo, la polaca Buzz Air tiene unos gastos de personal muy inferiores, pues la mayoría de sus pilotos son autónomos. "Ryanair se está precarizando con sus marcas blancas", basadas en países "donde los costes laborales son aún más baratos que en Irlanda, como Polonia o Malta", apuntan.

Gustavo Silva, secretario general de USO-Ryanair, reconoce que temen que el gigante 'low cost' sustituya las rutas que hoy opera como Ryanair por estas nuevas marcas y "vuele desde el extranjero a Canarias y Girona con personal de saldo". Y advierte que "es el Ministerio de Fomento el que tiene que extremar la vigilancia sobre los permisos de operaciones y ver si consiente que Ryanair juegue una vez más con él”.

Además, sobre las rutas de corto radio o trayectos nacionales, Silva asegura que "es mentira que la conectividad se pueda mantener igual. Ahora mismo hay rutas que se hacen desde Canarias y Girona a aeropuertos sin base, que no podrían asumirlas, como pueden ser Santander o Vitoria". "En las condiciones actuales, esas rutas se perderían, diga lo que diga Ryanair, son inoperables”, sentencia.

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