El Banco Sabadell vuelve a estar en todas las quinielas en la nueva ronda de fusiones alentada por la crisis del coronavirus y, por el momento, la propia entidad ha contactado al menos con BBVA y Kutxabank para explorar una posible operación corporativa, según fuentes financieras.
A pesar de estos contactos preliminares, el Sabadell aclara que no mantiene conversaciones formales con nadie e insiste en que tiene su propia hoja de ruta para ganar rentabilidad y crear valor en solitario. Eso sí, el banco considerará "cualquier opción estratégica" que cree y maximice el valor para los accionistas.
El grupo presidido por Josep Oliu exploró hace años su unión con Bankia y la operación tenía sentido estratégico, además de que generaba importantes ahorros de costes; al Sabadell ni siquiera le importaba que el Estado entrara en su capital.
Sin embargo, la unión no prosperó porque el mercado, ante la incertidumbre del Brexit, castigó duramente a la entidad por su presencia en Reino Unido y su capitalización bursátil quedó por debajo de la de Bankia. La fusión dejaba entonces de ser una operación entre iguales.
Con el paso del tiempo, aunque Sabadell mejoró sus niveles de capital y saneó TSB, su filial británica, su caída en bolsa a lo largo de 2020 fue enfriando la hipotética fusión con Bankia, que finalmente encontró su salida con Caixabank.
A partir de ahí, el banco, que a lo largo de su historia ha ido creciendo con éxito a base de compras, entre ellas la de la CAM, la antigua caja alicantina, vuelve a tener las dos mismas opciones: su camino en solitario, que puede ser muy complicado si la situación económica no mejora, o una fusión, explican las mismas fuentes.
Santander y BBVA
Los dos grandes bancos parecen, a priori, los mejor posicionados para hacerse con el Sabadell, sin embargo las cúpulas de ambas entidades han insistido públicamente en que el foco está en el crecimiento orgánico, basado en su propio negocio.
El negocio de pymes del Sabadell, unido a su presencia en Cataluña, encaja bien con Santander, además de que podría encontrar sinergias uniendo sus filiales en Reino Unido, pero no parece ser la mejor opción porque el gigante presidido por Ana Botín, tras la compra de Popular, tiene ya una importante cuota en España.
En el caso de BBVA, la situación es distinta porque aunque el banco también ha enfriado la posibilidad de llevar a cabo más compras en España, su última operación corporativa fue la adquisición hace años de CatalunyaCaixa y la presión de los reguladores podría ser mayor que con Santander.
Desde principios de septiembre, siempre según las fuentes financieras consultadas por Efe, BBVA tiene un equipo propio haciendo números por su cuenta sobre Sabadell; desde la entidad no confirman este hecho, pero recuerdan que por obligación con sus accionistas el banco estudia las oportunidades que surjan.
Las sinergias podrían ser más que suficientes para que la operación tuviera lógica industrial y financiera, pero la duda está en si a BBVA le interesa realmente en estos momentos participar en una operación en España y si la cúpula de Sabadell, la misma que ha visto multiplicar el tamaño del banco, encajaría bien la absorción.
Alternativa Kutxabank
Ante estas incertidumbres, en las últimas semanas empezó a publicarse en distintos medios que Kutxabank, centrado en su propio grupo tras la absorción al principio de la crisis financiera de Cajasur, podría animarse ahora a participar en una operación corporativa teniendo en cuenta su fuerte posición de capital.
Y el Sabadell, según publica El Confidencial, ha sondeado directamente a Kutxabank, aunque la entidad vasca señala que no está negociando ninguna operación corporativa ni tiene prisa en ello, si bien habla "continuamente con otras entidades y bancos de inversión sobre el sector".
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