Día agridulce para la banca mediana española. El Banco Sabadell y CaixaBank han mostrado sus cuentas anuales al mercado y este le ha respondido con un hachazo al precio de la acción. Los títulos de Sabadell caen un 9,9% y los de CaixaBank un 7,3%, a las 13:00.
En el caso de Sabadell, los analistas siguen castigando al banco por la mala integración con TSB, que ha llevado al beneficio de la entidad hasta los 320 millones de euros, un 54% menos que en el año anterior.
El equipo de Josep Oliú ha reconocido que 2018 ha sido un año perdido para el plan estratégico y ha tenido que revisar su previsiones de cara a los próximos dos años.
El presidente de Sabadell, durante la rueda de prensa de sus resultado anuales, explicó que en su plan la integración de TSB era un "paseo militar" y terminó convertida en una batalla.
El caso de CaixaBank es distinto. El banco presidido por Jordi Gual obtuvo un beneficio de 1.985 millones de euros, un 17,8% más que en 2017, pero insuficiente para los analistas, que preveían ganancias por encima de los 2.000 millones.
Situación difícil
En rueda de prensa, el consejero delegado del banco, Gonzalo Cortázar, advirtió que quizás al mercado no le haya gustado el "ejercicio de responsabilidad" que han hecho desde la entidad.
"La situación actual aún es complicada. Los volúmenes crecen moderadamente y los tipos siguen sin subir", destacó el número dos de CaixaBank, que también advirtió que el negocio bancario seguirá en una situación "difícil" en 2019.
A pesar de este entorno negativo, el banquero matizó que al final mercado reconoce en el largo plazo las "estrategias sensatas".
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