Banco Sabadell se quiere quitar la tirita de golpe y prevé cerrar el expediente de regulación de empleo (ERE) abierto para 1.900 empleados en España antes de que finalice el mes de octubre, según ha podido saber Vozpópuli por fuentes financieras. La entidad catalana va a proponer que se cierre con un 100% de voluntariedad y espera que sea lo menos traumático posible.
El grupo dirigido por César González-Bueno defiende que este nuevo recorte de plantilla es necesario para poder continuar con el proyecto, ya que el negocio no se sustenta técnicamente en términos de rentabilidad. Y es que el ROE del banco se sitúa actualmente alrededor del 3% frente al coste de capital que es superior al 9%.
A comienzo de este ejercicio, Banco Sabadell ya realizó un plan de salidas voluntarias de 1.800 trabajadores, pero no ha sido suficiente para garantizar la sostenibilidad del banco. Asimismo, el auge de la digitalización y el cambio del comportamiento de los clientes también obliga a la entidad a repensar su modelo de negocio, sobre todo por la disminución operativa y administrativa en oficinas. Es por ello que el 85% de las salidas de este nuevo ERE se centrará en la red de sucursales y de servicing.
La próxima reunión con los sindicatos será el próximo martes 7 de septiembre. El banco acudirá con la voluntad de conseguir un acuerdo beneficioso para todos pactando las condiciones con los representantes legales y con la voluntariedad como criterio de afectación prioritario.
Plan de recolocaciones
El Sabadell ha decidido contratar ya a la empresa de trabajo temporal Manpower para llevar a cabo el plan de recolocación de los 1.900 empleados afectados por el despido colectivo del banco, que a cierre de junio contaba con una plantilla de 14.648 trabajadores.
La entidad está convencida de que el plan de recolocación está "por encima de los estándares de mercado" e insiste en su intención de conseguir un acuerdo con los sindicatos beneficioso para todos y buscar la máxima voluntariedad.
Banco Sabadell obtuvo un beneficio de 220 millones de euros en el primer semestre del año, un 51,5% más que en 2020, por la mejora del margen y la reducción de costes.
El grupo creció en el primer semestre del año en inversión crediticia y ha contado con la aportación positiva de TSB, su filial británica, que ganó 50 millones de libras (unos 58,8 millones de euros) hasta junio tras su plan de ajuste, que prevé cerrar antes de lo previsto.
Los ingresos del negocio bancario, que engloban el margen de intereses y las comisiones netas, alcanzaron los 2.395 millones a cierre del segundo trimestre, un 0,7% más que el año pasado.
En concreto, el margen de intereses se situó en los 1.685 millones, un 1,1% interanual menos, mientras que las comisiones netas sumaron 709 millones, un 5,4% más, por el buen comportamiento de los servicios asociados a cuentas a la vista, tarjetas y fondos de inversión.
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