La obra de Rampa 7 de Correos en Barajas está parada, como adelantó Vozpópuli. Aunque ya hay novedades. Sacyr, que fue el elegido en mayo de 2019 para hacer esta obra por su oferta de 12 millones, pierde el contrato. Correos lo ha rescindido por razones técnicas que afectaban a su cumplimiento", un motivo que recogía el propio pliego del proyecto.
En este sentido, se ha aplicado el procedimiento establecido para realizar una nueva adjudicación. El nuevo adjudicatario es la Unión Temporal de Empresas (UTE) que forma Ortiz Construcciones y Moncobra por un importe de 13,9 millones de euros.
Esta es la propuesta que mantiene las condiciones de su oferta previa y tiene la mejor valoración, según detallan las condiciones a las que ha tenido acceso este medio. El plazo de ejecución es de 459 días. La previsión es que a mediados del próximo mes de abril podría estar iniciándose el acta de replanteo de la obra.
"La oferta más económica"
Correos anunció el 21 de mayo de 2019 que Sacyr era el vencedor de esta adjudicación, tras presentarse 11 empresas para la construcción del 'Proyecto Rampa 7'. Su acuerdo se formalizó en el mes de julio con la intención de comenzar ese mismo mes con las obras y poder cumplir con los 540 días de plazo de ejecución para estrenar la nave en 2021.
La propuesta de Sacyr ganó por ser "la oferta económicamente más ventajosa". La constructora rebajó el presupuesto de la adjudicación hasta los 11,9 millones de euros, frente a los 18,9 millones de euros a los que se elevaba el presupuesto base de la licitación. Este recorte provocó que Correos se decantase por la propuesta de Sacyr tras aplicar los criterios de "fórmulas" y "juicio de valor".
Edificio vital para Correos
Correos quiere esta infraestructura como sede de su nueva Oficina de Cambio Importación (OCI). Su localización es estratégica para la compañía al situarse en la zona habilitada para las empresas de reparto en el proyecto inmobiliario del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Con ello, la empresa de mensajería pública puede seguir aumentando su negocio internacional, principalmente, con Asia.
En 2017, la compañía explicó en su memoria anual que había logrado la captación de nuevos clientes y volúmenes de inyección directa, procedentes de países europeos y asiáticos. Estos usuarios, fundamentalmente grandes vendedores y plataformas de comercio electrónico, demandan cada vez más soluciones transfronterizas a la medida de sus negocios.
La compañía pública ya empieza a olvidar su histórico negocio del reparto de cartas y empieza a depender de la gestión de los paquetes. Su nueva localización privilegiada en Barajas busca mejorar su servicios con socios como Amazon o Alibaba y conectar sus oficinas extraterritoriales en Reino Unido y Países Bajos.