Sacyr compite en el negocio de la restauración desde que compró Cafestore en 2002. Una apuesta que se concentra en la gestión de restaurantes situados en las áreas de servicio en autovías, cafeterías de estaciones de tren y hospitales. La concesionaria también 'da de comer' en lugares emblemáticos como el Congreso de los Diputados o la Asamblea de Madrid. Su negocio ha dependido hasta ahora de las adjudicaciones de la Administración, pero Cafestore quiere probar suerte ahora en la restauración comercial.
Su marca para esta aventura es Blurme. "Es una idea que pretende aumentar nuestro portfolio de marcas", explica David Ortiz, director general de Cafestore. "Hasta el momento, hemos trabajado con un cliente que ya está en lugar y requiere un servicio de hostelería que nos encargamos de realizar. Ahora saltamos a la actividad comercial, donde hay que captar al cliente", añade.
Blurme cuenta, de momento, con un primer restaurante 'piloto' en la zona de Las Tablas, al norte de ciudad de Madrid. "Buscamos nuevas localizaciones para continuar con la expansión de esta marca en zonas prime. El objetivo es aumentar la visibilidad y expandir el modelo a través de la franquicia", apunta Ortiz.
El directivo de Sacyr define esta enseña como "cocina contemporánea con ingredientes tradicionales" donde considera que pueden abrirse hueco en el exigente negocio de la hostelería de la capital española. Madrid es la elegida para continuar la expansión de este modelo que ha arrancado en plena pandemia.
La filial de hostelería de Sacyr no ha levantado el pie del acelerador de su plan de expansión pese al impacto que ha tenido la crisis sanitaria en el sector. "En 2021 hemos estrenado 14 centros, el año récord de aperturas", destaca el director de Cafestore."Evidencia la apuesta por este negocio singular de Sacyr, junto con que las administraciones nos ven como un operador con solvencia que es capaz de seguir gestionando restaurantes pese a la crisis", puntualiza.
Cafestore logra al año unos ingresos de 50 millones de euros, una pequeña parte de los 4.548 millones que ha facturado el Grupo Sacyr el último ejercicio. La filial, como detalla su director general, logra con esta facturación un beneficio de dos millones de euros, 50 centros todos en España, 600 empleados y un total de cinco millones de clientes al año.
Sacyr quiere sus restaurantes en los aeropuertos
La compañía compite con Areas el liderazgo en la gestión de restaurantes en autovías, se ha convertido en un clásico de las cafeterías en intercambiadores de transporte y en estaciones de AVE. El salto que todavía no ha dado son las terminales de los aeropuertos. "Va a ser el objetivo para los próximos años", reconoce David Ortiz. "Ahora la hostelería en aeropuertos es un mercado complejo tras la pandemia, con la caída de los pasajeros y los cambios de legislación en los alquileres. Cuando este escenario se modere, vamos a intentar entrar", adelanta.
Porque Cafestore mantiene todo su negocio en España. Aunque no descarta dar el salto también a mercados donde su matriz está presente. "Italia, Colombia o Chile son países donde Sacyr tiene actividad concesional que podrían ser interesantes acompañar con nuestro negocio de hostelería", comenta el directivo de la cadena de restauración.
Desde 2018, Cafestore también explota su marca Deliquo con un concepto que fusiona el servicio de restauración colectiva con el de restauración moderna. Una marca que ya cuenta con cuatro restaurantes operativos. Diez años antes, la filial de Sacyr arrancó la gestión del servicio de alimentación a pacientes y restauración en cafeterías para personal y público en hospitales.
La empresa está centrada ahora en expandir sus restaurantes de la liberación del sector ferroviario. "El AVE Low Cost va a dar un crecimiento exponencial al negocio y pretendemos estar en las principales estaciones de alta velocidad", comenta. El foco de la filial de Sacyr, a corto plazo, además de aterrizar la marca Blurme, es estar presente en todas las estaciones de alta velocidad.
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