El incremento interanual de los precios entre los meses de diciembre de 2020 y 2021 no ha dejado indiferentes a los diferentes agentes económicos. La subida del 6,5% con la que se cerró el mes de diciembre ha levantado ampollas en las centrales sindicales en pleno proceso de negociación política para aprobar en el Congreso de los Diputados la contrarreforma laboral del Gobierno.
Tanto UGT como CC OO han anunciado sus intenciones de trasladar a la negociación colectiva el aumento del Índice de Precios de Consumo (IPC). Desde la central que dirige Pepe Álvarez, los negociadores van a reclamar incrementos salariales del 5% para el año recién comenzado. CCOO exigirá revisiones salariales en consonancia con el aumento de precios del 6,5% con el que España cerró 2021, aunque la media del IPC para el conjunto del año fue del 3,1%.
Este dato, el 6,5%, el último que dio a conocer oficialmente el Instituto Nacional de Estadística a mediados de este mes, ha escocido mucho en la piel de los representantes de los trabajadores y aventura una negociación colectiva enconada con las patronales, que se aferran a las previsiones de diferentes instituciones y organismos internacionales de que el incremento de los precios es puramente coyuntural y ofrecen como ejemplo el dato de inflación subyacente (la que no tiene en cuenta los precios de la energía y los productos frescos), que cerró en diciembre con un aumento interanual del 2,1% y una media para el año del 0,76%.
En 2021 se firmaron 735 convenios de 271.947 empresas, que afectaron las condiciones salariales de cerca de 3,29 millones de trabajadores. La variación salarial media fue del 1,48%. Además, siguieron vigentes otros 2.151 convenios plurianuales, firmados con anterioridad, en 541.950 empresas y para un total de 4,39 millones de trabajadores. En este caso, la subida salarial pactada para 2021 era del 1,47%. La duración.
Según los datos desglosados mensualmente del Ministerio de Trabajo se puede concluir que, hasta el pasado mes de septiembre, todos los convenios firmados y los vigentes de años anteriores (la duración media de los convenios plurianuales es de tres años, dependiendo del sector de actividad) tenían aumentos salariales por encima de la inflación media internual de cada momento.
En marzo de 2021, la inflación media de los últimos doce meses era del -0,3% y la revisión salarial ascendía al 1,58%; en el mes de junio, el IPC medio interanual fue del 0,48% y el aumento salarial, del 1,56%. Fue en el mes de septiembre cuando inflación y aumento salarial se igualaron en el 1,46%.
En los tres últimos meses del pasado año, los precios han estado en media muy por encima de las variaciones salariales: 2,5% del IPC frente al 1,49% de los aumentos salariales noviembre, y 3,1% frente al 1,47%, en diciembre. Entre octubre y diciembre se firmaron o mantuvieron su vigencia 419 convenios (el 14,51% del total), en 198.100 empresas (el 24,33%), que involucraban a cerca de 1,5 millones de trabajadores con aumentos salariales por debajo del IPC interanual.
El problema que surge ahora es que la subida de los precios no parece encontrar límite. El próximo lunes, el INE dará a conocer el avance del IPC de enero y las previsiones no son muy halagüeñas. En enero de 2021 la variación interanual de los precios fue del 0,5%, pero el último dato de diciembre, el 6,5%, hace temer una continuidad si no un agravamiento de las tensiones inflacionistas. El IPC, que en 2020 estuvo durante nueve meses en terreno negativo, lleva creciendo seis meses de forma ininterrumpida, desde el 2,7% de junio.
¿Qué ha sucedido en ocasiones anteriores cuando la economía se ha visto sorprendida por un repunte inesperado de la inflación? La difícil relación precios/salarios es una constante a lo largo de los tiempos. Además de en el pasado año, entre 2016 y 2017 se pasó de un IPC medio del -0,2% a un incremento del 2%. El escenario fue una repetición de lo sucedido entre 2009 y 2010.
En 2016, la inflación cerró con un descenso del 0,2%, en línea con los sucedido durante los dos ejercicios anteriores. Ese año, todos los convenios vigentes (los que se firmaron entonces y los que tenían carácter plurianual) contemplaban subidas salariales por encima del -0,2%. Todos menos 9, que afectaban a 13 empresas y 1.299 trabajadores, y que redujeron las percepciones salariales en una media del 5,98%. Otros 662 convenios que englobaban a 377.300 trabajadores congelaron los sueldos. La revisión salarial media del ejercicio fue del 0,99%.
Un año después, en 2017, con el IPC en el 2%, únicamente el 9,26% de los convenios, que obligaban al 6,17% y que fijaban las condiciones laborales del 8,61% de los trabajadores se rubricaron con incrementos por encima de la subida de los precios.
El año con un crecimiento de la inflación más parecido a 2021 ha sido, en el pasado reciente, 2011. El IPC aumentó como media un 3,2%, aunque en el ejercicio anterior no se venía de un IPC negativo, sino de un +1,8%. Por encima del 3,2% se firmaron el 25,9% de los convenios, que obligaban al 30,16% de las empresas e incluían a 2 millones de trabajadores, el 32% del total. La subida media del año fue del 2,11%.
En 2012, que podría haber recogido parte de esa pérdida de poder adquisitivo por parte de los asalariados y que acabó con una inflación del +2,4% sólo en los cuatro primeros meses del año se firmaron convenios por encima del 2%. A partir de mayo la revisión salarial fue disminuyendo hasta cerrar como media en el 1,31%.
En los años con inflación negativa, los convenios vigentes (firmados o plurianuales) han recogido siempre (con mínimas excepciones) crecimientos salariales. En 2020, que acabó con un IPC medio del -0,3%, los salarios de convenio subieron un 1,89%. En 2019, el IPC fue del -0,7% y los convenios aumentaron la retribución salarial un 2,24%, y lo mismo sucedió en 2014, 2015 y 2016, años que registraron inflaciones negativas y aumentos salariales muy discretos, del 0,5%, 0,7% y 1%, respectivamente, pero aumentos al fin y al cabo.
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