Sánchez tenía la pelota en su tejado y ha decidido desempatar antes del verano. El conflicto entre la ministra de Economía, Nadia Calviño, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) antes de que acabe el año ha obligado al presidente del Gobierno a tomar una decisión. La opción escogida por Sánchez pasa por acercarse a la tesis de Díaz. Es decir, "hacerlo cuanto antes". Por eso ha ordenado revisarlo después del verano, pese a la férrea oposición que siempre ha manifestado Calviño, partidaria de no abrir el debate hasta 2022.
Así, Calviño dejaba atrás este martes la que ha sido su postura inamovible durante los últimos meses. Tras la aprobación del cuadro macroeconómico en el Consejo de Ministros, declaró sin paños calientes que la intención del Gobierno es estudiar la situación en septiembre para acordar un alza del salario mínimo para los meses finales del año. Un cambio de postura que se interpreta como la 'balanza inclinada' de Sánchez hacia la demanda de la ministra de Trabajo, que el mismo lunes aseguraba estar pendiente de mantener "una conversación" con el presidente del Ejecutivo y de que "se resuelva la ecuación por parte de la otra parte del Gobierno".
"Es precipitado y tendrá daños en el empleo", confiesa, sorprendido, a Vozpópuli el líder de una patronal. "Muchas pequeñas empresas y autónomos aún no han visto el horizonte de la recuperación. Subir el SMI puede ser contraproducente", advierte.
Hace semanas que en el ministerio que dirige Díaz esperaban que Sánchez tomara la decisión para dirimir en el conflicto entre Economía y Trabajo. "El presidente tendrá que decidir", sentenciaban a comienzos de mes fuentes de Trabajo consultadas por este diario, recalcando que el Ministerio no iba a cejar en su empeño de subir el SMI en 2020. No en vano, y con el debate de la reforma laboral en marcha, Díaz es consciente de que está en juego su imagen como negociadora frente a la CEOE, por lo que una posible subida defendida por todo el Gobierno la coloca en mejor posición.
No obstante, Sánchez ha esperado a remodelar su Gobierno -sin tocar los ministerios de Unidas Podemos- para que la propia Calviño anunciara en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros cuál es la intención del Gobierno sobre el SMI. Un escenario nada casual en el que la propia ministra de Economía hablaba de "retomar la senda de aumento" en septiembre tras hablar de una "sólida recuperación económica".
Las palabras de la ministra de Economía han causado alivio en el ministerio de Díaz, donde, con el apoyo del presidente, mantendrán la postura de que es mejor subir el SMI en septiembre que dejarlo para enero. Con el apoyo de los sindicatos, que han convocado protestas las últimas semanas, la ministra de Trabajo terminó de convencer a Sánchez con los datos sobre la recuperación del empleo gracias a la aplicación de los ERTE, que este martes Calviño recordaba en la rueda de prensa para apoyar la que hasta hace unos días no era su tesis.
La CEOE rechazará la propuesta
Con todo, y aunque en septiembre el Gobierno proceda a revisar el SMI -congelado ahora en 950 euros-, el conflicto con la patronal es previsible. "Lo que nos ocupa ahora es lograr consolidar la recuperación económica y del empleo, y con esa visión, consideramos que ahora no es el momento de subir el SMI", recalcan desde CEOE.
Con el informe del comité de expertos en la mano, Díaz abanderará la necesidad de incrementarlo ya entre 12 y 19 euros este año. "No hay ningún debate sobre si hay que aumentarlo. La cuestión es tomar las decisiones en el momento adecuado", recalcaba Calviño. Antes de que termine la legislatura, el Ejecutivo prevé haber elevado el SMI hasta el 60% del salario medio.
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