Las negociaciones en Bruselas se encuentran "estancadas", según el primer ministro italiano, Giuseppe Conte. De poco ha servido la propuesta del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de reducir en 50.000 millones de euros la cantidad de ayudas directas del fondo de recuperación económica tras la pandemia de coronavirus.
Una propuesta que no ha convencido al Gobierno de Pedro Sánchez ni a Italia porque incluye un "súper freno" que, en la práctica, daría capacidad de veto a Holanda o a cualquier otro de los llamados "países frugales" si consideran que el país que reciba la ayudas no ha hecho las reformas económicas adecuadas.
Tras casi 10 horas de negociaciones, el Gobierno español ha mostrado su disposición a que Países Bajos tenga la opción de retrasar el desembolso de las ayudas del fondo europeo de recuperación, pero siempre que el gobierno holandés no tenga el poder de vetarlas, algo a lo que se opone "frontalmente", según han explicado a Europa Press fuentes del Gobierno en el marco de las negociaciones de los líderes en Bruselas.
La última propuesta que valoran los jefes de Estado y de Gobierno incluye un "freno de emergencia" que permitiría a cualquier país bloquear el pago de las ayudas si considera que el país que las iba a recibir no ha hecho las reformas adecuadas y elevar sus dudas a una reunión a nivel de ministros o incluso de líderes.
Según Moncloa, España podría aceptar esta opción siempre y cuando la decisión final de los ministros no sea por unanimidad. "Nos oponemos frontalmente", han asegurado estas fuentes con respecto a la posibilidad de que una vez congeladas las ayudas, sólo se puedan desbloquear con el visto bueno de todos los Estados miembros.
A diferencia de lo afirmado esta tarde por el primer ministro italiano, España no considera que las negociaciones en Bruselas estén estancadas y, de hecho, el Gobierno es optimista de cara a la posibilidad de que se logre un acuerdo, que en cualquier caso no llegaría esta sábado y se retrasaría al domingo.
"Estamos en una fase de estancamiento, está resultando más difícil de lo inicialmente previsto. Hay todavía muchas cuestiones sobre las que estamos debatiendo y no conseguimos llegar a un acuerdo", había señalado anteriormente Conte.
Sánchez busca apoyos
Pese a que apenas han trascendido imágenes de reuniones bilaterales, Moncloa defiende que el presidente del Gobierno está "muy activo" en la búsqueda de soluciones con el resto de mandatarios europeos.
Además de mantener encuentros con la alemana Angela Merkel, el francés Emmanuel Macron y el italiano Giuseppe Conte, convocados por el presidente del Consejo, Charles Michel, Moncloa asegura que Sánchez se ha visto también con los primeros ministros de Portugal (Antonio Costa), Estonia (Juri Ratas) y Países Bajos (Mark Rutte).
Rutte, indican, se encuentra aislado en su exigencia de la unanimidad para aprobar los desembolsos, pero sí que cuenta con el apoyo de Austria, Dinamarca y Suecia en su demanda de recortar aún más las transferencias directas del fondo de reconstrucción y aumentar los préstamos.
Países 'frugales'
La propuesta efectuada este sábado por Michel busca persuadir a los países denominados 'frugales' (Austria, Holanda, Dinamarca y Suecia), que se oponen a incluir ayudas directas y apuestan por los préstamos. Esos países quieren ejercer mayor control sobre la entrega de las ayudas del fondo de recuperación.
Por eso, Holanda ha considerado que la nueva propuesta de Michel es "un paso en la buena dirección", indicaron a Efe fuentes diplomáticas, que añadieron que quedan pendientes "muchos asuntos" cuya resolución dependerá de las "próximas 24 horas".
La segunda jornada de la cumbre europea en la que los mandatarios tratan de acordar el plan de recuperación tras la pandemia de coronavirus y el presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027 comenzó este sábado sin que durante el viernes se lograran avances hacia un pacto.
Reparto
Dentro de los 450.000 millones en transferencias directas, los Estados miembros recibirían 325.000 millones en subvenciones a través del Fondo para la Recuperación y la Resiliencia (RFF), el pilar más importante del plan, lo que supone un incremento de 15.000 millones de euros.
El resto iría canalizado a las capitales a través de otros programas que sufren recortes, como la dotación extraordinaria para la Política de Cohesión (que se queda en 45.000 millones), el nuevo plan Juncker (11.500 millones). Desaparece en la nueva propuesta el fondo para incentivar inversiones privadas en empresas a través del BEI.
El documento también recoge un incremento de los 'cheques' o correcciones que se hacen en las contribuciones de los países más ricos del bloque para que aporten menos dinero al presupuesto comunitario.
En total, Austria, Alemania, Dinamarca, Suecia y Países Bajos se ahorrarían 46.000 millones de euros entre 2021-2027 que tendrían que completar el resto de socios.
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