En unos días se cumplirán seis meses del debate monográfico sobre las pensiones que centró durante unas semanas la vida parlamentaria española. Los actuales y futuros jubilados fueron los objetivos de las reflexiones políticas y económicas. E incluso pareció atisbarse algún rayo de luz entre los diputados sobre la necesidad de tomar medidas estructurales para hacer sostenibles las pensiones.
Pero fue un espejismo. El debate se saldó con un pacto PP-PNV para subir las pensiones y archivar la reforma de 2013.
Seis meses y un cambio de Gobierno después, las cosas van peor. No sólo se ha abandonado la idea tomar medidas para hacer sostenibles las pensiones, sino que las propuestas que hay sobre la mesa amenazan con golpear al principal remedio a este problema: el ahorro privado.
En las últimas semanas ha ido cogiendo fuerza la idea de Unidos Podemos de que se penalice a aquellos españoles que ahorran, ya sea a través de la tasa Tobin –impuesto de transacciones financieras-, endurecer la fiscalidad al ahorro; castigando a las sicav; y/o eliminando las deducciones de los planes de pensiones.
Efectos secundarios
Todas estas potenciales medidas siguen la idea de que los que más ahorran son las rentas altas, a las que hay que castigar con más impuestos. Que los que más tienen financien las pensiones del resto.
PSOE y Podemos no tienen (o no quieren tener) en cuenta dos circunstancias: que España ya es uno de los países con menor tasa de ahorro privado en Europa; y los efectos secundarios que cualquiera de estas medidas tendría resultados simbólicos y efectos secundarios.
Por ejemplo, ya hay experiencias previas de lo que supone penalizar las sicav. País Vasco lo hizo y no quedó ni una sociedad en la comunidad. Los grandes patrimonios tienen a tiro de piedra una jurisdicción mucho más flexible para las sociedades de inversión, Luxemburgo. Sólo necesitan una buena excusa para moverse.
Si se penaliza a los planes de pensiones, las acciones y las sicav, la mejor alternativa para invertir será de nuevo el ladrillo
La tasa Tobin afectará a todos por igual, de forma que cada vez que un pequeño inversor compre o venda una acción tendrá que pasar por caja. Con ello, explican desde Podemos, se persigue penalizar a los "especuladores". Pero la tasa es igual para todos.
Con la idea de eliminar las deducciones, Podemos argumenta que se penalizaría a las rentas altas, ya que según Gestha un 70% de las reducciones van a parar a personas con ingresos de más de 60.000 euros. El caso es que tomar esta medida supondría renunciar a una de las únicas alternativas a la pensión pública, que según decenas de estudios no es sostenible a medio plazo por el envejecimiento de la población.
Si se penalizan los planes de pensiones, las acciones y las sicav, la mejor alternativa será de nuevo el ladrillo. ¿Es ése el modelo económico de Sánchez e Iglesias?
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