Economía

Informes independientes aseguran que el gasoducto de Sánchez y Macron es "innecesario e irresponsable"

Las investigaciones de Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero, los datos de BloomberNEF y ACER consideran que esta infraestructura se presenta cargada de incógnitas y condenada al olvido

Pedro Sánchez, Emmanuel Macron, Antonio Costa y Úrsula Von der Leyen se han citado este viernes en Alicante para hablar del proyecto H2Med, que anteriormente era conocido como 'BarMar' y que sustituye al 'Midcat'. En resumen, un nuevo intento de España de construir un gasoducto que le conecte con Francia, que también interesa a Portugal y que la Comisión Europea se abre a financiar. 

La clave para pasarle la factura a Bruselas es poner la ‘etiqueta verde’ a este gasoducto. El anuncio que lideraron Sánchez y Macron de este nuevo proyecto hablaba del ‘BarMar’, porque era una infraestructura que unía Barcelona con Marsella. Según avanzaban las semanas, este acuerdo pasó a llamarse ‘H2Med’ para dejarle claro a Von der Leyen que su intención era que el hidrógeno cruzase el Mediterráneo. 

Esto permite que el H2Med, anteriormente ‘BarMar’ y que sustituye al defenestrado ‘Midcat’, cumpla la regulación de red transeuropea de energía (RTE-E). Esta regulación no permite a la Comisión Europea financiar proyectos destinados a hidrocarburos. Eso sí, le da luz verde a todas aquellas infraestructuras destinadas al hidrógeno en los proyectos de interés común (PIC). Una lista de proyectos que se actualizará en noviembre de 2023 y donde Francia, España y Portugal quieren ver a H2Med. 

La foto de este viernes de Sánchez, Macron, Costa y Von der Leyen, junto con el acuerdo político de octubre, se considera a los dos lados de la frontera como “innecesario”. Lo primero por los tiempos. Se espera que empiece a funcionar a partir de 2030, transportando inicialmente gas pero con el objetivo final de transportar hidrógeno verde. Un gas que no serviría para ayudar a los problemas de suministro a los que se enfrenta el centro de Europa en el corto y medio plazo para la ruptura de relaciones con su máximo proveedor: Rusia. 

Pero, con las expectativas del sector para 2030, la infraestructura es más innecesaria. Los expertos en energía y economía del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA, por sus siglas en inglés) aseguran que la demanda de gas para 2030 sufrirá un recorte de al menos un 30% tras las medidas de Fitfor55 y REPowerEU, por lo que los futuros mercados de gas son inciertos. 

La demanda de hidrógeno verde no se sabe cuál será. Un reciente informe de BloombergNEF sugiere que la mayoría de los proyectos de exportación de hidrógeno siguen esperando compradores, y otros expertos han sugerido que el hidrógeno se produzca en el punto de uso. Además, el H2Med tiene el desafío tecnológico de reutilizar la infraestructura de gas para el hidrógeno es complicado y costoso. 

Factura de 3.000 millones

La factura de este proyecto alcanza los 3.000 millones de euros, según las últimas estimaciones. Los cálculos apuntan a que las nuevas líneas submarinas de transporte de hidrógeno cuestan unos 7,1 millones de dólares estadounidenses por kilómetro. La longitud de la tubería H2Med podría variar entre 300 y 400 kilómetros, por lo que esta tubería podría costar aproximadamente 3.000 millones de euros. “Una enorme carga para los contribuyentes y consumidores europeos”, valoran los expertos del IEEFA. 

En España, las fuentes consultadas por este medio con capacidad para medir el impacto de este acuerdo consideran que, más innecesario, es un anuncio político Sánchez y Macron que “jamás cumplirán". Los argumentos que sostienen estas afirmaciones son que Francia no tiene ningún interés en conectar a España con la red gasista del resto de Europa y que, para España, no existe un argumento técnico en estos momentos que defienda una construcción de estas dimensiones.  

“La cantidad y la ubicación de la futura demanda de hidrógeno sigue siendo enormemente incierta”, comenta David Cebon, profesor de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y miembro de la Hydrogen Science Coalition. “Vincular la justificación de las nuevas infraestructuras de gas al futuro uso del hidrógeno antes de que tengamos claro de dónde vendrán tanto la demanda como el suministro de hidrógeno es irresponsable”, añade. 

Sánchez, Macron y Scholz 

El apretón de manos entre Sánchez y Macron zanja una polémica que se había agrandado por las necesidades energéticas de Alemania. El canciller alemán Olaf Scholz, viendo que afrontaba el invierno sin gas, empezó en verano a pedir todas las ayudas posibles para conseguir suministro. Una de estas opciones era el ‘Midcat’, una infraestructura rechazada por Francia por considerarlo innecesario y defendida por España por considerarla una oportunidad geoestratégica en Europa. 

El Gobierno alemán ha reducido en los últimos meses la presión para que Sánchez y Macron se pongan de acuerdo. El país tiene menos urgencia. Alemania contaba a principios de diciembre con un nivel total de almacenamiento de gas del 98,24%. Las buenas temperaturas han permitido que la demanda haya sido menor de la esperada, algo que cambiará en las próximas semanas y que con el pacto 'H2Med' se espera que no mire al sur para encontrar soluciones. 

Sánchez y Macron celebran un gasoducto verde de 3.000 millones
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro de Portugal, António Costa.Europa Press

La gestión de nuevos proveedores que está haciendo Alemania hace que este gasoducto sea aún más innecesario. La Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER, por sus siglas en inglés) refleja que, aunque el gasoducto entre Bélgica y Alemania se encuentra al 100% de su tasa de utilización, hay un 45% de capacidad sobrante en el gasoducto entre los Países Bajos y Alemania y un 20% de capacidad sobrante en la conexión entre Noruega y Alemania. Estas dos son las arterias que transportan los mayores volúmenes de gas a Alemania. 

Asimismo, como recuerdan desde IEEFA, desde el 12 de octubre de 2022, el gas fluye de Francia a Alemania por el punto de interconexión transfronterizo de Medelsheim. La capacidad máxima de importación es de 100 gigavatios hora al día. Los flujos han superado la capacidad máxima durante algunos días de octubre y noviembre, pero a partir del 7 de noviembre la media diaria de importaciones ha sido de sólo 50,5 GWh/día, lo que representa una tasa de utilización del 50,5%.

Más caro que el Midcat

Alemania obligaba públicamente a Sánchez y a Macron a ponerse de acuerdo con el Midcat, pero ahora no le preocupa la 'versión verde' del BarMar. "Aunque el BarMar es similar en apariencia al MidCat, el proyecto plantea cuestiones diferentes, lo que sugiere que el BarMar se completará más tarde de lo que se habría implementado el MidCat”, matiza Ines Bouacida, investigadora de Clima y Energía del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales

El BarMar es significativamente más largo y el hecho de que pase por debajo del mar plantea importantes problemas técnicos y de biodiversidad y muy probablemente aumenta los costes de realización. Por lo tanto, todavía no se sabe si el proyecto seguirá adelante, lo que dependerá de las evaluaciones de viabilidad técnica y financiera de los países implicados (el MidCat fue rechazado por los reguladores franceses, entre otras cosas, por considerarlo poco rentable)”, concluye la investigadora. 

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