El abultado déficit de la Seguridad Social, del -1,41% del PIB a cierre de 2018, no bajará ni una sola décima este año debido al incremento inesperado del gasto que se ha producido por las medidas aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez.
La propia Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) lo advierte en su último informe sobre los Presupuestos de las Administraciones Públicas, en el que pronostica que la Seguridad Social cierre 2019 con el mismo déficit que en 2018 (-1,4%) y que sólo se reduzca el de la Administración Central (del -1,5% al -1%). Esta bajada de cinco décimas es la que permitirá que el déficit público del conjunto de las AA.PP. termine el año en el -2,1%, frente al -2,63% registrado el año pasado, pero muy lejos del objetivo del -1,3% al que España se comprometió con Bruselas.
La razón principal por el que la Seguridad Social no conseguirá bajar su desfase presupuestario es por el incremento del gasto derivado de las últimas medidas aprobadas, ya que sin ellas el gasto habría aumentado en 2019 menos de lo que lo harán los ingresos y el sistema podría haberse saneado algo.
De forma inercial, el gasto subirá en 2019 un 4,4% sólo por la combinación de estos tres factores: el aumento del número de pensionistas y de pensiones pagadas (1,2% más), el efecto sustitución -es decir, el hecho de que las nuevas altas en el sistema cobren pensiones más altas que los que se dan de baja- (1,6% más) y la revalorización de las pensiones de acuerdo al IPC (1,6%).
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Si a esos tres factores añadimos las medidas aprobadas por Pedro Sánchez, el gasto total subirá un 1,2% más, unos 1.600 millones extra, con lo que en total el gasto aumentará un 5,6%.
Medida a medida
Desglosando las medidas, la subida del porcentaje que se aplica a la pensión de viudedad (del 56% al 60%) supondrá un gasto añadido de 1.000 millones de euros, la compensación que se ha hecho a los pensionistas por la desviación del IPC de 2018 -que fue una décima superior a lo previsto- implicó un desembolso adicional de 260 millones de euros, y por último la revalorización del 3% de las pensiones mínimas y no contributivas generará un desembolso de 325 millones de euros.
A estas subidas de gasto por pensiones, hay que añadir otros gastos como la recuperación del convenio de personas cuidadoras no profesionales (315 millones), el subsidio de desempleo para mayores de 52 años (323 millones), la extensión del permiso de paternidad de 5 a 8 semanas (300 millones) y el aumento de la prestación por hijo a cargo para familias vulnerables (180 millones).
A pesar de esta enorme repunte del gasto, el déficit del Sistema no aumentará porque se compensará con un incremento previsto del 6% en los ingresos, según calcula la Airef.
En 2019 seguirán aumentando los ingresos vía cotizaciones. La subida del 7% en las bases máximas de cotización aportará 850 millones de euros, el alza del 22,3% en las bases mínimas (equivalente a la subida del Salario Mínimo Interprofesional) contribuirá con 500 millones de euros, a los que la Airef añade 100 euros por el "efecto arrastre sobre los empleados con bases superiores pero próximas a la mínima". Por su parte, la revalorización de las pensiones, aprobada en diciembre de 2018, podría incrementar la recaudación en 1.500 millones.
La Airef pronostica que el déficit de la Seguridad Social se mantenga en 2019 en el -1,4% del PIB, lo que supone que del Sistema salen unos 17.000 millones de euros más de los que entran. Esto supone que de nuevo el Estado incumplirá con el objetivo del -0,9% marcado para la Seguridad Social.
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