Aunque se ha acelerado el proceso de paridad entre hombres y mujeres en la Administración Pública en los últimos años, en los altos cargos del Gobierno de Pedro Sánchez sigue siendo una asignatura pendiente. Y lo será al menos hasta 2028. El anteproyecto de ley de representación, que determina que ningún sexo tenga una presencia laboral inferior al 40%, señala que los ministerios deben alcanzar dentro de cinco años (en la próxima legislatura) esta igualdad en puestos nombrados por el Consejo de Ministros.
El anteproyecto, que matiza las fechas de entrada en vigor, es una trasposición de una directiva europea para alcanzar ese porcentaje en los consejos de administración de las empresas privadas cotizadas en julio de 2024 y en julio de 2026 en las entidades de interés público (sector financiero y aseguradoras sujetas a supervisión). Es decir, ante los próximos compromisos electorales que se avecinan, Sánchez está urgiendo a que la paridad se adelante en las empresas privadas mientras que pospone esta decisión a 2028 en los cargos que nombra el propio Gobierno. Y eso que, precisamente, es en la Administración Pública dónde más efectivos tiene para elegir, ya que hay más mujeres trabajando que hombres.
Según la última EPA, hay casi 2,1 millones de empleadas públicas (el 58% de la población laboral) frente a menos de 1,5 millones de personal masculino (42%). Además, el Gobierno haya decidido optar por incrementar el personal ajeno de las Administraciones para conformar su ‘staff’ que abarca desde los cargos desde ministros y secretarios de Estado hasta subsecretarios y asimilados, secretarios generales, presidentes y consejeros de sociedades y entes estatales, embajadores, delegados del Gobierno en las autonomías y directores generales.
Según el Informe sobre el grado de cumplimiento de la ley reguladora del ejercicio de altos cargo en la Administración General del Estado (AGE), que ha remitido el ministerio de Hacienda al Congreso de los diputados, a finales de 2022 se había producido un nuevo récord en el número de personas que componen este ‘aparato’ jerárquico. Los ministerios tienen consignados 762 altos cargos frente a, por ejemplo, los 552 que aparecen en los anexos de personal de los Presupuestos Generales del Estado de ese año o los 671 de que disponía Mariano Rajoy en su último año en La Moncloa (unos cien menos). De esos 762, sólo 266 eran mujeres, es decir, poco más de un tercio (34%). Y muchas de ellas no proceden de la Administración sino de los cuadros de los partidos en el Gobierno (PSOE y Unidas Podemos); sobre todo, en la estructura más elevada (ministras y secretarias de Estado).
De los 762 altos cargos que mantiene el Gobierno, sólo 266 están ocupados por mujeres
Esta estadística evidencia que, a pesar de la propaganda, las mujeres siguen subrepresentadas en el primer escalafón político y administrativo del Ejecutivo. De cualquier forma, se ha producido un avance, que parece insuficiente tras el alarde que hace el Gobierno de la consecución de la paridad en el sector público. Cuando el PP salió de La Moncloa, sólo había 152 altos cargos que eran mujeres, representando el 22% del total de altos cargos. Desde entonces se ha producido un aumento de 114 efectivos femeninos en estos puestos que en términos reales supone un alza de diez puntos hasta 2022 sobre el total de altos cargos.
Cuando Sánchez llegó a la presidencia del Gobierno en verano de 2018, la cifra de mujeres en los puestos altos cargos llegó hasta 208, es decir, el 29% de 707 puestos totales. Y ha ido aumentando progresivamente en los años siguientes, sobre todo desde que se formó el primer Gobierno de coalición en este país. Así, en 2020 la cifra llegó a 239 mujeres (32%) de los 736 altos cargos totales.
Según esta estadística, es en los puestos de máxima responsabilidad política (ministras y secretarias de Estado) dónde se ha producido el mayor aumento de mujeres en estos puestos. Así, 14 de los 22 ministros del Gobierno son mayoría las mujeres (64%). En todo caso, de mantenerse esta cifra en 2028 debería producirse un ajuste para que los hombres tuvieran como mínimo ese 40% de representación que menciona el anteproyecto aprobado por el Consejo de Ministros hace unos días.
También hay 16 secretarias de Estado de los 28 totales (57%). Y hay que sumar una veintena de subsecretarias y similares, así como casi una treintena de embajadoras, 25 secretarias generales o técnicas y casi 120 directoras generales (el escalafón más bajo de altos cargos), que se convierten en el grupo más numeroso. A ellas hay que sumar más de 40 cargos de presidentas y consejeras.
Altos cargos en las empresas
Entre las primeras, destaca las presidentas de RTVE, así como las de la Agencia Efe, del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional y la Gerente de este organismo, de Adif, de la CNMC, del CSIC, de la SEPI, de la AIREF, del FROB o del INE, así como la vicepresidenta de la CNMV y la subgobernadora del Banco de España. Y entre las consejeras destacan al menos tres del Banco de España, de la CNMC, de la CNMV, del Consejo de Seguridad Nuclear, o la Interventora de la Casa Real.
Entre el grupo que desempeñan cargos diplomáticos figuran, por ejemplo, las embajadoras ante la Santa Sede (la ex ministra de Educación Isabel Celaá) y Naciones Unidas, Lituania, Senegal, Portugal, Argentina, Eslovaquia, Kenia, Omán, Bosnia, Ecuador, Vietnam, Suiza, Cabo Verde, Níger, Israel o Nicaragua.
Por ministerios, la mayor representación de las mujeres que son altos cargos se concentra en los gestionados por Unidas Podemos, aunque hay otros departamentos que le siguen la estela. Por ejemplo, el 86% del ‘staff’ de Igualdad es personal femenino respecto al 14% masculino. La cifra llega al 73% en Trabajo mientras que en Derechos sociales se acerca al 60%. Mientras, en Industria supera el 70% y en Transición Ecológica, Política Territorial y Ciencia están por encima del 60%.
Sin embargo, en Defensa sólo el 9% de los altos cargos son mujeres. La cifra llega al 20% en Transportes y al 33% en Interior. Por debajo de ese 40% de representatividad mínima por sexos que menciona el nuevo anteproyecto se encuentran también Asuntos Económicos (39% de mujeres) mientras que Presidencia del Gobierno lo supera levemente (44%) así como Hacienda (46%). En términos absolutos, es Asuntos Exteriores el ministerio que más altos cargos femeninos (43) tiene nombrados, por el efecto de las embajadas. Le siguen: Hacienda y Función Pública (33) y Asuntos Económicos (31).
A distancia, en el entorno de la quincena se encuentran Presidencia, Transición Ecológica, Política Territorial (que se encarga del nombramiento de casi una docena de delegadas del Gobierno en las comunidades autónomas con rango administrativo de subsecretarias) y Transportes. Mientras, en la decena de estos nombramientos se encuentran Sanidad, Ciencia o Trabajo. Lo que es evidente es que todavía le queda recorrido al proceso de paridad de los altos cargos.
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