La edición del Foro Económico Mundial de 2024 no estará exenta de singularidades. Será la más numerosa de la historia y llegará en un momento en el que las tensiones internacionales parecen ser mayores que en los últimos años, tanto en lo económico como en lo político. En lo particular, España afrontará la reunión pocos días después de que Nadia Calviño fuera nombrada presidenta del Banco Europeo de Inversiones, pero, sobre todo, en un contexto en el que los ataques del Ejecutivo a las empresas han generado malestar en algunos altos despachos del Ibex-35.
El principal foco de interés estará quizás en la confluencia en Davos de Pedro Sánchez y de José María Álvarez-Pallete. Es decir, del líder del Ejecutivo y del presidente de Telefónica, la multinacional tecnológica que pronto contará con capital público en su accionariado, después de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) anunciara su intención de adquirir hasta el 10% de la empresa.
Hasta la ciudad suiza también viajará una nutrida delegación procedente de Arabia Saudí, que estará encabezada por su ministro de Asuntos Públicos, el príncipe Faisal bin Farhan Al-Saud; y de la que también formarán parte el ministro de Comercio, Majid A. Alkassabi; y su homólogo en Comunicaciones y Tecnologías de la Información, Abdullah A. Alswara.
Las maniobras árabes en Telefónica
La gran compañía de telecomunicaciones del país árabe, Saudi Telecom (STC) posee desde el pasado septiembre el 5% de los títulos de Telefónica y cuenta con opciones sobre otro 4,9%. Su operación -en palabras del propio Álvarez-Pallete- cogió con el pie cambiado al alto mando de Telefónica y, desde entonces, la gran pregunta que se han planteado las autoridades nacionales y europeas es la relativa al motivo por el cual los árabes están interesados en permanecer en un negocio maduro, como el de la operadora española.
Las tres partes confluirán en Davos, donde está por ver si los saudíes transmitirán al Ejecutivo el malestar por su modus operandi para con Telefónica durante los últimos meses, que no es ningún secreto, dado que así se han preocupado en transmitirlo entre sus círculos de confianza en Madrid durante los últimos meses.
Entre tanto, los mercados están pendientes de la estrategia que seguirá la SEPI una vez anunciada su intención de invertir en Telefónica. Porque -según fuentes de la operadora-, se podría plantear de dos formas: o bien como un contraataque ante las dudas que generan las verdaderas intenciones de STC; o bien como una operación de un mayor calado por la que el Ejecutivo intente influir en la gestión de Telefónica y en la elección de su alto mando, al igual que ha realizado en otras empresas como Indra o Red Eléctrica de España.
¿Se acercará Sánchez al Ibex-35?
Otro de los asuntos sobre los que habrá que poner el foco en el Foro de Davos es el relativo a los encuentros que puedan mantener el presidente del Ejecutivo y los líderes de las principales cotizadas del Ibex-35. En Suiza, está confirmada la presencia en los próximos días de Ana Botín (Santander), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), Carlos Torres (BBVA), Josu Jon Imaz (Repsol) y el propio Álvarez-Pallete.
Por supuesto, acudirán la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, o la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. Por parte del Gobierno español, está también confirmada la presencia del ministro para la Transformación Digital, José Luis Escrivá, y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.
Fue muy comentada el año pasado la fotografía que difundió Moncloa de la conversación que mantuvieron Sánchez y varios de los grandes empresarios españoles desplazados al evento, dentro de un momento en el que el Ejecutivo había lanzado algunos mensajes hostiles hacia el Ibex-35, al considerar que sus beneficios 'caídos del cielo' debían estar gravados a un impuesto extraordinario.
De la reunión se ausentó el empresario que quizás ha sido más crítico durante los últimos años, Sánchez Galán, quien se excusó en cuanto a que a esa hora tenía programado un encuentro con los representantes del fondo soberano noruego, Norges Bank. De ahí que en los corrillos empresariales madrileños se hable estos días sobre la posibilidad de que el presidente de Iberdrola se reúna con Sánchez o si, como el año anterior, se oponga a aparecer en la misma fotografía.
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