El líder del PSOE, Pedro Sánchez, tiene muy claro lo que haría en materia fiscal si ganara las elecciones: retocaría Sucesiones y Patrimonio para proteger a las rentas medias, reduciría las desgravaciones de los planes de pensiones y subiría el IRPF a las personas que más ganan. En concreto, quiere llevar el tipo máximo de este impuesto al 52% para los que cobran más de 150.000 euros, lo que situaría a España de nuevo entre los países con mayor gravamen de IRPF.
Tras la última reforma fiscal, el tipo máximo de este impuesto bajó al 45% en 2016. Hay que recordar que el tipo máximo es en realidad la suma del tramo estatal y autonómico y que varía en función de las comunidades autónomas. Se toma de referencia el 45% porque es el que resultaría si todas las regiones fijaran el mismo tipo que el estatal (22,5%).
Este tipo máximo, aunque sea algo figurado, subió considerablemente en 2011 cuando el Gobierno de Mariano Rajoy fijó un "recargo temporal" nada más llegar al poder. Las cuentas estaban desbocadas y tuvo que aprobar varias medidas de urgencia para cuadrar el déficit. Tres años después anunció una reforma ideada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que dejaría el tipo máximo en el 45%.
La reforma se hizo en dos tramos y dejó este tipo prácticamente el mismo que había al final del mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. La rebaja hizo que España dejara de ser uno de los países con el tipo máximo más alto y que pasara a ocupar el puesto quince, por detrás de otros como Francia, Italia y Alemania.
Con la propuesta que ha esbozado Sánchez en una entrevista con el diario Expansión, el IRPF volvería a ocupar los primeros puestos de este ránking. En concreto, se situaría como el quinto país con mayor gravamen máximo de IRPF y los que ya hemos mencionado. Francia, por ejemplo, tiene un tipo máximo del 50%. Solo Suecia, Portugal, Dinamarca y Bélgica conservarían un tipo máximo más elevado.
Lo que no ha dicho Sánchez es que la medida afectaría a un número limitado de contribuyentes, al menos si solo sube el tipo máximo. Según la última memoria del Ministerio de Hacienda, que recoge datos del año 2014, solo el 0,35% de los contribuyentes percibe rentas que superan los 150.000 euros.
Diferencias por CC.AA.
Como ya hemos dicho, no hay que olvidar que el IRPF es un impuesto parcialmente cedido a las comunidades autónomas, que pueden aplicar subidas y bajadas en la parte del tramo que les corresponde. Esto hace que el impuesto varíe bastante de una región a otra. Hoy por hoy, de hecho, el tipo máximo solo es el 45% en dos regiones: Castilla-La Mancha y Galicia. En Castilla y León el tipo máximo es algo más bajo, y el resto aplica un tipo superior.
Las diferencias no existen solo en el tipo máximo, en 2018 Cataluña se ha vuelto a situar como la región que más castiga a las rentas medidas y bajas y Comunidad Valenciana la que impone tipos más altos a las rentas altas. Madrid, en cambio, repite también como la región que menos hace tributar a los trabajadores, con independencia del tramo que les corresponda.
Estas diferencias hacen que, por ejemplo, un contribuyente con una renta de 20.000 euros al año, un salario bastante común en España, paga más de 2.500 euros al año en concepto de IRPF si reside en Cataluña. En Madrid la factura baja a 2.300 euros. Si el sueldo sube a 30.000 euros al año, el contribuyente tendrá que pagar más de 5.100 euros a Hacienda si vive en Cataluña y 4.800 euros si reside en la capital.
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