El Gobierno se reserva una subida extra del SMI para la antesala de las elecciones. Este alza se sumará a la que se está cerrando ahora mismo y que entrará en vigor en enero de los 1.000 euros al entorno de 1.082 euros. Una actualización del Salario Mínimo Interprofesional está contemplada en el Estatuto de los Trabajadores en escenarios de inflación elevada. Se trata de una posibilidad que ya reivindicó UGT en julio que se activara este año y que Yolanda Díaz abrazó con entusiasmo, pero que finalmente desestimó a la vuelta del verano y que fuentes del diálogo social ven abrirse de cara al próximo verano.
Pues bien, el informe de los expertos que ha designado el Gobierno para que le asesoren respecto a la subida del SMI pide que se haga, cuando las previsiones de todos los organismos están alargando la duración de una inflación elevada.
Esta actualización, además, permite satisfacer las pretensiones de los sindicatos, que consideran que los 1.082 euros que el Gobierno contempla como mayor incremento para 2023 es sólo la parte inferior de su horquilla. Las centrales reclaman que el alza sea de 1.100 euros, sin matices UGT y más cerca de 1.100 que de 1.082 en el caso de CCOO.
Los expertos pertrechan al Gobierno de más razones en un informe que se ofrece como argumentario sobre las bondades y la oportunidad de que haya una subida adicional del SMI en 2023. Advierten de que sus cálculos se han realizado teniendo en cuenta el salario medio de 2022, pero no el de 2023, y que la rebaja del IRPF a rentas bajas que entra en vigor en enero traslada parte del coste de la subida del SMI a Hacienda.
Esto se debe a que el neto que recibe el trabajador es mayor al incrementarse el mínimo exento del IRPF de 14.000 a 15.000 euros en 2023 dentro de la rebaja del Impuesto sobre la Renta que va a en los Presupuestos de 2023. Al subir el mínimo exento y la retención, el trabajador recibirá más neto y la empresa quedará en mejor situación ante trabajador, con lo que será menos complicado que las compañías asuman subidas, según advierte el informe para surtir de motivos más subidas del SMI.
"Dado el contexto de alta inflación existente en la actualidad y el impacto asimétrico que una inflación como la actual -que incide de forma especial en los alimentos y la energía- tiene sobre el poder adquisitivo de los estratos de renta más bajos, entre los que se encuentran los hogares perceptores del SMI (el 70% de los hogares con al menos un perceptor del SMI se localizan en los cuatro primeros deciles de distribución de la renta por hogares), la Comisión considera oportuno proceder a revisar, como así permite el Estatuto de los Trabajadores (artículo 27), la evolución del SMI tras seis meses de su actualización, con la finalidad de evaluar su suficiencia en un contexto inflacionista", recomiendan los expertos.
A modo de ejemplo del impacto asimétrico de la inflación, concluyen que "en energía y alimentación, el aumento de precios afecta más intensamente a las familias de menor renta entre las que se encuentran los perceptores del SMI. En este sentido, el incremento anual de precios, a septiembre de 2020 en España ha sido del 14,4% y 28% en la alimentación y energía, respectivamente, frente al 8,9% del índice general".
El 5 de julio, Díaz anunció que iba a convocar a los agentes sociales para analizar una nueva subida del SMI este año, que se abrió a que se negociara en breve. A Díaz se le preguntó qué le parecía la propuesta del secretario general de UGT, Pepe Álvarez, que había planteado que se subiera el SMI cada seis meses, una posibilidad que aseguraba que prevé la ley para momentos en los que el IPC crece por encima de lo que estaba a principios de año. "Coincido con la posición de Álvarez", subrayó la vicepresidenta.
"Antes de las vacaciones, voy convocar a la Comisión de expertos que analiza las subidas del SMI y tengo una conversación pendiente con los agentes sociales pero creo que tiene un gran sentido lo que está diciendo la UGT", remachó Díaz.
CEOE apuesta ahora por subirlo
El Ministerio de Trabajo no ha llevado ninguna propuesta de subida del SMI a la mesa este miércoles. Después de la presentación del informe de los expertos este lunes, que plantean una horquilla de alza entre 1.046 y 1.082 euros, en la mesa a la que convocó a los agentes sociales, a la que sólo han acudido UGT y CCOO, no ha habido propuesta del Gobierno, que les ha emplazado ya a un nuevo encuentro la semana que viene. Trabajo gana así tiempo para tratar de convencer a la vicepresidenta primera de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, de una subida a 1.082 euros. "Mi posición es conocida", planteaba este lunes Yolanda Díaz.
La patronal ha remitido un comunicado con la propuesta que ha trasladado a Trabajo, en la que plantea una subida del 4%, a 1.040 euros, por debajo de la horquilla más baja de los expertos, y ayudas a los sectores afectados.
Se trata en todo caso de una propuesta de alza, como ha valorado Díaz este miércoles, que pudiera abrir el camino a que no haya un rechazo rotundo a más alzas. La vicepresidenta segunda ha aplaudido que CEOE proponga una subida salarial de casi medio punto, en un cambio de tono respecto a las críticas en los último días tras el enfrentamiento por la enmienda de los ERE pactada con Bildu.
Queda ahora por ver si este acercamiento a CEOE rebaja la cifra que propone Díaz, que aunque se sitúa en la parte alta de la horquilla ha planteado que rebajaría sus pretensiones en aras del acuerdo. Esto acercaría el acuerdo dentro del Gobierno, pero en ese caso sería difícil contar con el aval de los sindicatos. Y este último el Ejecutivo no puede perderlo.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación