El Gobierno logró en las últimas semanas de 2022 la ‘luz verde’ parlamentaria al gravamen temporal o ‘impuestazo’ a los ingresos de las energéticas. Esta decisión ha abierto una gran brecha de Moncloa con el sector, que empezará en febrero a abonar a las arcas del Estado el 1,2% de sus ingresos, y que en el arranque de 2023 el presidente pretende aliviar. Pedro Sánchez tendrá la oportunidad de explicar esta medida a los dueños de dos de las principales energéticas afectadas: Iberdrola y Cepsa.
Su viaje al Foro de Davos 2023, que vuelve a los Alpes bajo el lema "Cooperación en un mundo fragmentado", el presidente lo aprovechará para tender puentes con alguno de los 'castigados' el pasado año. Sánchez se verá con el consejero delegado de BlackRock, Larry Fink, este martes para que mantenga su confianza en España. BlackRock destaca por ser el dueño del 5,3% de Iberdrola, un paquete accionarial valorado en 3.500 millones.
El fondo estadounidense, que también es una accionista de referencia de otras empresas del sector como Repsol o Acciona, es el segundo máximo accionista de Iberdrola tras el fondo soberano de Qatar. La firma que lidera Fink también es el accionista de referencia del Banco Santander y BBVA, dos gigantes del sector bancario que también sufrirán el nuevo gravamen del Gobierno.
No será el único examen de este nivel para Sánchez. El presidente tendrá que lidiar en Davos con otro fondo soberano afectado por su controvertida medida en su encuentro con Mubadala Investment Company, el holding del Gobierno del Emirato de Abu Dabi, que es reconocido en el país por ser el dueño el 63% de Cepsa. La petrolera sufrió un duro revés por este nuevo impuesto, ya que tiene su negocio concentrado en el país, y ha liderado con Repsol la petición al Ejecutivo de acompañar este castigo impositivo de mejoras fiscales en su transformación verde.
Un aspecto clave para la empresa que controla Mubadala, que anunció una inversión de 8.000 millones hasta 2030 entre España y Portugal para dejar de ser una petrolera y convertirse en una ‘multienergética’. Según detallan fuentes cercanas a Moncloa, se espera que acuda al encuentro en Davos el CEO de Mubadala, Khaldoon Al Mubarak.
BlackRock está confirmado que estará representado en la cita por Larry Fink, que podrá transmitir el malestar con el Gobierno de ‘su’ presidente Ignacio Sánchez Galán. Aunque el Gobierno insiste antes del viaje que existe un muy buen entendimiento entre el presidente del Gobierno y Fink.
Café entre Sánchez y los CEOs
La agenda de Pedro Sánchez en Davos tiene como punto fuerte la invitación del Foro Económico Mundial a España a realizar un ‘Diálogo estratégico sobre el país (Country Strategic Dialogue)’, donde el presidente expondrá a la audiencia las fortalezas de España para realizar inversiones.
Tras su ponencia, Sánchez se tomará un ‘café informal’ con alguno de los directivos de empresas españolas que hayan acudido a Davos. Fuentes gubernamentales aclaran que este café no es una reunión como tal. Se trata de un encuentro que el presidente ofrece a los consejeros delegados para conocer de primera mano sus impresiones tanto de esta edición de Davos como de la situación económica general.
Se espera que empresas como Santander, Naturgy o Telefónica acudan al encuentro. Uno de los candidatos a formar parte del 'café con Sánchez' es Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, que participa esa jornada en una mesa sobre transición energética.
El Gobierno tendrá más representantes en Davos como el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y la ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, que estará presente el miércoles en el foro junto a la comisaria europea Kadri Simson en el debate ‘La cuadratura del círculo energético de Europa’. Sin duda, la energía será una de los grandes protagonistas de las conversaciones, tanto informales como formales, del mediático Foro de Davos.
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