Economía

El Santander depura a 3,6 millones de clientes 'fantasma' en España

La filial que dirige Rami Aboukhair pierde cuota de mercado en el cómputo global del grupo en un año en el que Popular sigue sin sumar a la cuenta de resultados

Banco Santander depuró este año a 3,6 clientes en su filial española tras haber terminado la integración de Banco Popular. Según recoge la entidad en su informe anual, el número de 'fieles' al banco se elevó hasta los 13,7 millones de euros al cierre de 2019, frente a los 17,3 millones que contabilizó el pasado año. Fuentes de la entidad consultadas por Vozpópuli han explicado que este 'gap' se produce porque durante este ejercicio se ha llevado a cabo una depuración de clientes duplicados, así como de aquellas cuentas que no estaban en uso.

Esta reajuste se enmarca en un año positivo para el grupo, pero muy tibio para la marca en España. En concreto, Santander ganó en nuestro país apenas un 2% más, hasta los 1.585 millones de euros, con más presión en los márgenes (-2%) y con una retroceso del 5% en los ingresos por comisiones. Asimismo, los préstamos y anticipos a la clientela bajaron un 6%. Además, la producción de hipotecas todavía no compensa los vencimientos, como en la mayoría de bancos españoles. 

La propia Ana Botín, durante la rueda de prensa de resultados anuales, tuvo que admitir una suerte de 'profit warning' en cuanto al resultado de Popular, puesto que la entidad cántabra se había comprometido a que esta franquicia diera beneficio en 2019 y ahora lo ha tenido que aplazar hasta 2020 o 2021 por el mal cálculo del entorno de tipos. Es difícil de cuantificar cuánto está afectando realmente el Popular a la cuenta de resultados del banco puesto que desde hace ya más de un año Santander no desglosa los datos.

Año del ERE

El 2019 tampoco fue muy sencillo desde el punto de vista laboral puesto que la entidad se vio obligada a acometer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) tras unificar las plantillas de Santander y Popular. El pasado 17 de junio, el banco subscribió con los sindicatos un ajuste de 3.233 empleados, con primas más altas que en 2017 para potenciar la voluntariedad en todos los tramos, con hasta 11.000 euros más en el tramo de menores de 50 años y hasta 26.000 euros en el tramo de 50 a 54.

También se estableció una revalorización de las aportaciones a la Seguridad Social desde los 50 a los 54 años y condiciones financieras con interés preferencial para los préstamos personales por primera vez (Euríbor +3). Antes, los empleados, cuando salían del banco, aunque fuera mediante un ERE, perdían gran parte de las condiciones de financiación obtenidas durante sus años trabajados.

La entidad propuso también que los mayores de 55 años opten a prejubilaciones con el 75% del salario pensionable, frente al 70% ofertado hasta ahora, o el 72% del sueldo más el 58% del complemento voluntario. Además, el banco plantea que los trabajadores con 50 y 51 años se acojan al plan de salida en igualdad de condiciones que los que tienen entre 52 y 54 años, con un pago único del 60% del importe pensionable por seis años.

La figura del CEO

Rami Aboukhair toma cada vez más peso dentro del Grupo Santander. La propia Botín se encargó de alabar el "buen trabajo" que ha hecho el banquero en España y no ha dudado en mostrar su aprobación a que sea él quien dirija la estrategia para toda Europa en banca de particulares.

No obstante, fuentes del sector financiero consultadas por Vozpópuli han cuestionado en varias ocasiones la visión de Aboukhair en España por la supresión de la principal ventaja de la Cuenta 123 y también por otros tropiezos como el de la estrategia comercial en fondos de inversión en 2018, que les hizo perder más de 1.000 millones de euros en reembolsos. No obstante, el banquero cuenta con toda la confianza de Botín después de haber llevado toda la operación de Popular. 

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