La posición de inquilino que tiene Santander en su sede situada en Boadilla del Monte, en Madrid, tiene un impacto contable sobre su patrimonio cercano a los 200 millones de euros.
Es esta una de las razones que explica que el banco presidido por Ana Botín esté dispuesto a llegar hasta el final para recuperar la propiedad de la Ciudad Financiera y arrebatársela a los hermanos Reuben, inversores británicos de origen indio, que se hicieron con el activo en una subasta entre finales del pasado año y principios de este.
El impacto de los cerca de 200 millones de euros al patrimonio de Santander por su posición de inquilino en su sede se deriva de la aplicación de la nueva norma contable NIIF16. El banco español ha informado sobre este efecto en sus cuentas al regulador del mercado en Estados Unidos, esta semana.
Santander ha revelado el impacto en sus cuentas de la nueva norma en un comunicado enviado al regulador del mercado de Estados Unidos
Entre 2007 y 2008, el primer banco español vendió diez inmuebles singulares, 1.152 oficinas y la Ciudad Financiera a distintos compradores. La entidad formalizó contratos de arrendamiento de dichos inmuebles por diversos plazos, 40 años en el caso de su sede.
El comprador de la Ciudad Financiera fue la sociedad Marme Inversiones, por cerca de 2.000 millones de euros, en un acuerdo de venta que contemplaba que Santander podría recomprar su sede en el año 2048, permaneciendo hasta entonces como inquilino. Pero Marme entró en concurso de acreedores en el año 2014.
El concurso de Marme supuso la venta, en subasta, de la Ciudad Financiera, en un proceso que se desarrolló durante el pasado año, y al que acudió Santander, pero también los hermanos Reuben, que finalmente presentaron la mejor oferta, cercana a los 3.000 millones de euros. Santander ha acudido a los tribunales para tratar de tumbar el proceso.
391 millones en total
De acuerdo a la información comunicada en Estados Unidos, la aplicación de la nueva norma ha supuesto un impacto total en el patrimonio del Santander de 391 millones de euros. De esa cantidad, cerca de 200 millones corresponden a la posición de inquilino que tiene el banco en su sede en Madrid, explican fuentes financieras.
Santander reconoce con la aplicación de la nueva norma pasivos financieros por importe de 7.084 millones
La NIIF16 establece los principios para el reconocimiento, valoración, presentación y desglose de los contratos de arrendamiento, con un único modelo de contabilidad para el arrendatario, que debe reconocer los activos por derecho de uso y los pasivos por arrendamiento.
Hasta ahora, Santander había comunicado que la primera aplicación de la nueva norma tendría un impacto sobre el ratio de capital ordinario fully loaded de -20 puntos básicos, y que se reconocerían activos por derecho de uso por un importe aproximado de 6.700 millones de euros.
En la presentación en España de sus resultados del primer trimestre, el pasado 30 de abril, la entidad indicó que la caída del 5% de su beneficio en el periodo estaba afectado por "la negativa evolución de los mercados en el trimestre, el impacto de la aplicación de la NIIF 16 y el ajuste por alta inflación en Argentina".
En su reciente información comunicada en Estados Unidos, Santander precisa por vez primera el efecto contable de la aplicación de la NIIF16.
El banco ha informado de un impacto en su patrimonio de 391 millones de euros; el reconocimiento de activos por derecho de uso por un importe de 6.665 millones de euros; y pasivos financieros por un importe de 7.084 millones de euros.
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