Economía

Santander mantendrá el 15% de Altamira tras la venta al fondo Apollo

El banco presidido por Botín se guarda una pequeña participación en la gestión de la inmobiliaria a lo largo de los últimos flecos del acuerdo. El grupo, además, se asegura la paz laboral tras la venta al ceder a los sindicatos una cláusula de mantenimiento del empleo por tres años.

No será una desinversión completa. Al igual que Caixabank o Popular, el Santander mantendrá una participación simbólica en su inmobiliaria Altamira tras la venta al fondo norteamericano Apollo, flamante dueño de EVO Banco. El grupo con sede en Boadilla detentará el 15% de la nueva Altamira, según fuentes conocedoras del proceso. Pese a que la operación de venta se anunció el pasado 21 de noviembre, ambas partes siguieron negociando para terminar de cerrar un acuerdo al que aún le restan algunos flecos. Precisamente, a lo largo de este proceso negociador final es donde el Santander ha pactado mantener un 15% de Altamira.

El Santander no saca de su balance ni los créditos ni el ladrillo con este acuerdo, que tendrá una duración mínima de 10 años, sino que traspasa únicamente la plataforma, que será propiedad de Apollo y gestionará un stock de activos inicial en el entorno de los 25.000 millones. El fondo con sede en Nueva York tiene intencion de incrementar su cartera inmobiliaria aprovechando el nicho de negocio procedente de la Sareb o comprando carteras adicionales de otras entidades en dificultades.

De hecho, este interés de Apollo por incrementar su cartera inmobiliaria llevó a incluir en el acuerdo el traspaso a parte del equipo del área de recuperaciones del Santander, además de toda la plantilla perteneciente a Altamira. Precisamente, el aterrizaje en Apollo de los 188 trabajadores pertenecientes al área de recuperaciones del banco rojo provocó la convocatoria de un paro de dos horas en toda la red del Santander. La huelga, prevista para este martes, fue desconvocada este mismo martes por los sindicatos una vez que obtuvieron el compromiso del banco de que todos los afectados podrían regresar al Santander si se vieran afectados, en los tres primeros años inmediatos a su venta, por un ERE lanzado por Apollo.

En el acuerdo inicial, el banco garantizaba todos los beneficios sociales que gozan los trabajadores del Santander. Así, se mantendrán las aportaciones al Plan de Pensiones y todas las aportaciones futuras de los fondos externalizados. También se mantendrán las pólizas de seguro médico. La plantilla afectada también ha salvado las condiciones de empleado en los créditos y préstamos en vigor. Además, la nueva inmobiliaria Altamira Asset Management se subroga de todas las condiciones económicas y de Seguridad Social que se tenían en el Banco, incluido el mantenimiento íntegro del convenio colectivo, cotizaciones a la Seguridad Social, beneficios sociales o la antigüedad a todos los efectos.

La mínima permanencia del Santander en su inmobiliaria variará el precio final de venta. El sector calcula que el acuerdo podría cerrarse en una horquilla entre los 600 y los 800 millones

Una vez cerrado el ruido laboral, el acuerdo es inminente, según confirman estas fuentes. Tras la firma, el Santander comunicará el precio final de la venta. Hace dos semanas, en el sector se cifraba en una horquilla entre los 600 y los 800 millones de euros. Sin embargo, el pequeño porcentaje que mantedrá el banco presidido por Emilio Botín en la nueva estructura accionarial podría modificar estas cifras.

El grupo de Boadilla se ha decantado por la oferta de Apollo frente a la de Centerbridge. La entidad presidida por Botín decidió replantearse la posibilidad de poner a la venta Altamira ante el apetito inversor internacional por España que se ha desencadenado durante el verano. Incluso, Javier Marín, consejero delegado del grupo, aseguró hace apenas un mes que sólo venderían Altamira si "no nos merendamos la cena". "Esto es que el beneficio que conseguiríamos con la venta en el presente", explicó, "debe ser mayor al coste futuro de la gestión del comprador. Si esto no sucediera nos merendaríamos la cena".

Hasta la fecha, tanto Popular como Caixabank han traspasado la gestión a los fondos Kennedy Wilson y Värde Partners, compradores del 51% de Aliseda, y al grupo texano TPG, que también ha adquirido el 51% de Sevihábitat, respectivamente. El Sabadell no descarta hacer lo propio con Solvia si encuentra una buena oferta, mientras que BBVA parece el más reacio, por el momento, a colocar la gestión de su inmobiliaria Anida.

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