Esta es una historia de burocracia, regulación, dictámenes que van y vienen, rescate a la banca, y muchos, muchísimos, miles de millones de euros de dinero público que pueden perderse por unos activos a los que aún hay que poner un precio.
El presidente de la Sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb), Jaime Echegoyen, ha asegurado hoy que sigue a la espera de que el Banco de España le remita las normas contables especiales con las que evaluar los activos que tiene en su cartera. La pelota está, según él, en el dictamen que tiene que emitir el Consejo de Estado.
Sin embargo, fuentes conocedoras del proceso aseguran que Banco de España ya está trabajando en la nueva versión de la circular de contabilidad, el documento que permitirá especificar el precio de los activos. Según esas fuentes, el Consejo de Estado ya habría desestimado parte del borrador inicial presentado por Banco de España. Desde la entidad reguladora nos dicen que no pueden confirmar ni desmentir esta información.
Para complicar aún más la historia, funcionarios del Consejo de Estado aseguran que no les consta ninguna circular enviada por el Banco de España referida a la Sareb. Y la oposición socialista en el Congreso, por boca de Juan Moscoso, dice que el Gobierno está tratando de retrasar la norma contable para que no se sepa cuánto dinero público se ha perdido en el “banco malo”.
Belén Romana, anterior presidenta de Sareb, dimitió en enero de este año tras el enfrentamiento con el gobernador del Banco de España Luis Linde. Romana no aceptaba las pérdidas ocasionadas en 2013 y 2014 por la contabilidad obligada por el Banco de España.
Sareb es una principales áreas oscuras de la política del Gobierno en esta legislatura
En todo este proceso la primera baja está siendo la transparencia. ¿Cómo saber cuántos de los 50.000 millones de euros con los que el Estado compró a los bancos sus activos tóxicos pueden finalmente perderse? Habría que conocer el valor real de la cartera de Sareb. Y para ello, de nuevo, hacen falta las normas de contabilidad que, tres años después, aún no están hechas. Una vez listas estas, un ejército de tasadores se pondrían a dar valor a cada uno de los más de 104.000 activos inmobiliarios iniciales (a los que hay que sumarles otros casi 85.000 activos financieros).
Difícil cumplir los objetivos de este año
Jaime Echegoyen ha reconocido hoy que probablemente no se cumpla el objetivo de venta de al menos 15.000 inmuebles este año. En los seis primeros meses la sociedad ha colocado sólo 5.400 viviendas, un 33% menos que en el mismo periodo del año anterior. En dos años y medio han vendido 24.000 viviendas por el canal minorista, además de cerrar 25 operaciones mayoristas. Sareb tiene que estar liquidada y haber vendido todos los activos antes de 2027.
“Estamos intentando defender el capital de nuestros accionistas y no hacemos ventas en pérdidas”, ha argumentado el presidente de Sareb. El mercado está mal, por lo que es mejor esperar. Será necesario probablemente, a este ritmo, agotar los 15 años de vida que tiene el banco malo para vaciar toda su cartera. Sólo entonces se podrá saber realmente cuál será la pérdida encajada por el Estado. De momento, defiende, se han amortizado 5.400 millones de euros de deuda, un 10,6% de los algo más de 50.700 millones que tuvo que emitir en deuda privada que compró el Tesoro para adquirir los activos tóxicos de las entidades financieras afectadas por la crisis.
Reuniones con Manuela Carmena y Ada Colau
Sareb está en el centro de la polémica política. “Constituye uno de las principales áreas oscuras de la política del Gobierno en esta legislatura”, asegura Juan Moscoso, portavoz de Economía del PSOE en el Congreso. El hecho de que no se tengan por el momento las reglas contables es, para él, “una de las vías que utiliza el gobierno para que no se sepa cuánto dinero público se ha perdido en los rescates a la banca. Esta falta de transparencia debería evitarse, sobre todo tras ver casos como el griego”, concluye. Preguntado por Vozpópuli, Vicente Martínez-Pujalte, portavoz de la Comisión de Economía en el Congreso del Partido Popular, asegura que el asunto está en manos del Banco de España, que el gobernador del Banco de España no le ha dicho “informalmente nada al respecto” y que no hay previsto ningún tipo de modificación sobre el asunto en esta legislatura.
Precisamente por esa sensibilidad política, Jaime Echegoyen se va a reunir con las dos nuevas alcaldesas de Madrid y Barcelona esta semana. Este miércoles con Manuela Carmena en Madrid y el viernes con Ada Colau en Barcelona. Sareb ha cedido un paquete de 2.000 viviendas con objetivos sociales, de las que ya se han entregado 1.100 en distintas comunidades autónomas. Para los grupos activistas esta cifra es escasa, teniendo en cuenta que se trata de activos estatales y hay una crisis de desahucios por impagos importante. Además, prometen poner locales comerciales “a emprendedores que tienen necesidad de empezar un negocio con un bajo coste en sus primeros años de actividad”. De esas reuniones puede salir nuevos anuncios.
La foto fija de Sareb
Sareb se creó en 2012, en medio del terremoto del euro y del sistema financiero español. Entonces, la consultora Oliver Weimam tasó la cartera de las viviendas y créditos que los bancos iban a encasquetar al banco malo. Lo hizo por lotes, por carteras, en función de distintos escenarios. De ahí salió ese precio de 50.780 millones de euros de los que el Estado tuvo que responsabilizarse.
En su momento KPMG prometió a los accionistas una rentabilidad del 15%. La posibilidad de obtener ese descabellado porcentaje casi se ha esfumado. Sareb lleva dos años en pérdidas, en total casi 850 millones de euros. A falta de la norma contable, en 2013 y 2014 realizaron al Banco de España una consulta para saber cómo tratar los activos. La entidad les exigió entonces un saneamiento especial (de créditos a promotores en concurso y créditos sin garantía). “Eso nos llevó a unas pérdidas de 560 millones, cuando las operativas eran de 62”, aseguran desde la entidad. “A cambio estos saneamientos nos ha permitido hacernos con un colchón de provisiones de unos 1.000 millones de euros, si bien nos ha aumentado considerablemente las pérdidas”.
Las tasadoras, preparadas; los resultados, quizá el año que viene.
Mientas desde Sareb esperan las normas contables, se muestran tranquilos por las cuentas de este año. Hay tiempo, dicen, antes de que cierre el ejercicio y presenten sus cuentas a marzo de 2016. Fuentes conocedoras aseguran que “en la versión más optimista la circular podría estar lista a finales de año”.
El Banco de España tiene ya preparada la homologación de las tasadoras. Dar un valor a los centenares de miles de activos del banco malo “va a movilizar a todo el sector tasador español”, aseguran, en un ejercicio que consideran equivalente al que vivió el sector financiero durante los ejercicios de los test de estrés.
En cualquier caso todo, la circular, las tasaciones y el precio total de los activos y potenciales pérdidas, llegará ya después de las elecciones de este año.
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