La vivienda, tradicionalmente un activo seguro, se ha convertido en una fuente de ingresos para muchos mayores a través de lo que se conoce como hipoteca inversa.
Las hipotecas inversas, que permiten a los propietarios de viviendas recibir pagos periódicos a cambio de una hipoteca sobre su propiedad, han experimentado un crecimiento sin precedentes en los últimos años, según datos del Consejo General del Notariado.
En 2023 se cerraron 409 operaciones, lo que representa un incremento del 1.200% respecto a las 31 hipotecas autorizadas en 2017. Además, en el primer trimestre de 2024 se contabilizaron 43 nuevas hipotecas inversas.
Aunque este producto sigue siendo residual, su crecimiento ha despertado tanto el interés de los jubilados como de los expertos, quienes advierten de ciertos peligros ocultos que deben ser considerados antes de optar por esta solución financiera.
¿Qué es una hipoteca inversa?
Las hipotecas inversas están dirigidas principalmente a personas mayores de 65 años que son propietarios de una vivienda libre de cargas. Este producto financiero permite a los jubilados hipotecar un porcentaje de su vivienda para recibir liquidez, bien en forma de pagos mensuales o en un único desembolso.
A diferencia de las hipotecas tradicionales, en las hipotecas inversas no es necesario devolver el dinero en vida, sino que se liquida cuando el titular fallece, mediante la venta de la vivienda o el pago de la deuda por parte de los herederos.
Un crecimiento constante, pero con riesgos
Los datos del Centro de Información de Estadística del Notariado, que han sido publicados en diversos medios y diarios jurídicos, confirman que, aunque las hipotecas inversas aún son residuales, su uso ha ido en aumento. En 2018 se registraron 45 operaciones, una cifra que ascendió a 149 en 2019 y 197 en 2021.
Pero el verdadero salto llegaría en 2022, cuando se alcanzaron las 549 hipotecas inversas, consolidando una tendencia al alza que continúa en 2023 con 409 operaciones registradas.
Pese a su creciente popularidad, las hipotecas inversas no están exentas de riesgos. A continuación, se detallan algunos de los principales peligros que los expertos en hipotecas y productos financieros destacan:
1. Erosión del patrimonio familiar
Uno de los principales riesgos es la pérdida de patrimonio para los herederos. Al formalizar una hipoteca inversa, el titular compromete una parte de su vivienda, y en muchos casos, los herederos deben venderla para cubrir la deuda.
Esto puede suponer la pérdida de un bien que, en circunstancias normales, podría haber pasado de generación en generación.
En algunas ocasiones, las familias no son conscientes de las implicaciones reales hasta que el fallecimiento del titular fuerza la venta o, en su defecto, el pago de una deuda considerable.
2. Costes elevados y comisiones
Las hipotecas inversas suelen tener comisiones y costes elevados en comparación con otros productos financieros. A esto se suma el coste de los intereses, que se acumulan durante los años que el titular recibe la liquidez, y que pueden elevar significativamente la deuda total.
Es importante que quienes consideren contratar este tipo de hipoteca tengan en cuenta estos aspectos y comparen las ofertas disponibles en el mercado, para evitar caer en productos que no ofrezcan condiciones favorables.
3. Riesgo de devaluación del inmueble
Aunque la hipoteca inversa se basa en el valor actual de la vivienda, existe el riesgo de que, con el tiempo, el inmueble pierda valor en el mercado inmobiliario. Esto puede generar una situación en la que la venta de la vivienda no cubra por completo la deuda contraída, lo que podría derivar en complicaciones legales o financieras para los herederos.
4. Condiciones limitadas y restricciones
Este producto está diseñado para personas mayores de 65 años que ya son propietarios de una vivienda. Además, no todas las viviendas son elegibles, ya que las entidades financieras imponen restricciones en función del valor del inmueble o su ubicación.
En algunos casos, los porcentajes que los titulares pueden obtener son limitados, lo que podría no ser suficiente para las necesidades económicas que buscan cubrir.
Hipotecas inversas: ¿una solución para el futuro o un arma de doble filo?
El crecimiento del 1.200% en la formalización de hipotecas inversas indica que cada vez más jubilados ven en este producto una solución para obtener liquidez sin vender su vivienda.
Sin embargo, tal y como apuntan los notarios, la mayoría de los mayores de 65 años siguen optando por otros actos de protección patrimonial, como testamentos o poderes preventivos, que representan el 98% de las operaciones registradas en el primer semestre de 2024.
El atractivo de las hipotecas inversas radica en la posibilidad de seguir viviendo en la vivienda habitual mientras se recibe un complemento económico, algo que puede resultar especialmente atractivo en un contexto de pensiones bajas y aumento del coste de vida.
Aún así, los riesgos inherentes a este producto han suscitado las advertencias de numerosos expertos en finanzas personales, quienes recomiendan realizar un análisis exhaustivo antes de contratar una hipoteca inversa.
Los expertos avisan de sus riesgos e insisten en tener prudencia
Para los mayores de 65 años, este tipo de hipotecas puede ser una herramienta válida, pero debe ser utilizada con prudencia y con pleno conocimiento de las consecuencias que puede tener para el patrimonio familiar.
Como en cualquier operación financiera, es esencial contar con el asesoramiento adecuado para valorar todas las opciones disponibles y evitar sorpresas desagradables en el futuro.
En conclusión, el aumento de las hipotecas inversas en España refleja un cambio en cómo los jubilados gestionan su patrimonio y su liquidez, pero no está exento de peligros ocultos.
Mientras que para algunos puede ser una solución viable, otros pueden enfrentarse a complicaciones económicas y legales que erosionen su patrimonio o afecten a sus herederos.
Ante este panorama, el asesoramiento financiero adecuado y la planificación a largo plazo se presentan como claves para tomar decisiones informadas y evitar consecuencias indeseadas.