Seat comenzará a principios de 2026 la fabricación de los primeros modelos eléctricos en la planta de Martorell (Barcelona), ante la imposibilidad de hacerlo antes por la adaptación de la factoría para la producción de este tipo de vehículos; una adaptación que está previsto que se inicie en septiembre de 2024.
Según han confirmado a Efe fuentes sindicales, no será hasta el primer trimestre de 2026 cuando se iniciará de manera regular la producción de los primeros vehículos eléctricos en las líneas de ensamblaje de la planta catalana, aunque las diferentes comunicaciones de Seat afirman que Martorell fabricará eléctricos "a partir de 2025", lo que es compatible con el inicio a finales de ese año de la producción de las primeras unidades preseries.
La fábrica de Martorell producirá los modelos eléctricos más pequeños del Grupo Volkswagen, al que pertenece Seat, pero, de momento, sólo se ha confirmado que ensamblará uno para la marca Volkswagen (el ID.2) y otro para Cupra (el Raval).
Para preparar el ensamblaje de eléctricos, la fábrica introducirá cambios como el desmontaje de una de las tres líneas que ahora están en marcha, en concreto de la 1, que será sustituida por una nueva, con el consecuente traspaso de producción.
Más producción este año y en 2024
En cuanto a las previsiones de producción para este año, Seat prevé cerrar el ejercicio 2023 con un total en la planta de Martorell de 440.000 vehículos y llegar a los 480.000 en 2024, lo que supondrá un aumento del 9%.
La compañía ha facilitado estos datos a los sindicatos durante una reunión de planificación del calendario laboral del año que viene, en el que el fabricante de coches arrancará las obras de electrificación de sus cadenas de ensamblaje.
La producción de vehículos se ha visto afectada este año por algunos problemas de suministro de componentes de motores como consecuencia de unas inundaciones en Eslovenia, aunque estos fueron menores que los que sufrió en 2022, derivados aún de la pandemia.
En 2022, Martorell ensambló 366.764 vehículos, por lo que los 440.000 de este año suponen una mejora, aunque está lejos aún de los 500.000 que se produjeron en 2019, su mejor año. Para preparar el ensamblaje de los nuevos eléctricos, la fábrica reorganizará sus líneas de montaje y mantendrá cerrada durante varios meses la línea 1, probablemente a partir de septiembre.
La producción de esta línea, la que ensambla el Arona y el Ibiza, será traspasada a otras, por lo que se seguirá produciendo al mismo tiempo los pequeños modelos de combustión y la nueva generación de eléctricos.
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