Economía

Los secretos del Mobile World Congress: stands en barcos y entradas a 5.000 euros

La feria cumple 32 años en la edición de 2019. Cuenta con secretos más allá de la tecnología móvil que desvela en cada cita

En apenas 20 días dará el pistoletazo de salida el Mobile World Congress 2019 (MWC), una de las mayores ferias tecnológicas de todo el mundo.

Durante cuatro días la ciudad condal se convertirá en el epicentro de la telefonía móvil, una cita a la que acudirán los principales operadores de telecomunicaciones del planeta (Telefónica, Orange, Vodafone, NTT DoCoMo, Deutsche Telekom...) y también los fabricantes con más renombre, como es el caso de Samsung, Huawey, LG o Sony.

El año pasado contó con la asistencia de 108.000 personas. Una cifra récord, según las cifras manejadas por la organización.

La entrada más barata cuesta 799 euros

Un total de 3.500 periodistas se desplazaron hasta Barcelona para dar cuenta de todos los detalles del evento. Un despliegue elocuente, que habla por sí solo del interés mundial que despierta el evento.

Este año, y ya parece ser un clásico, las conversaciones en torno a la feria girarán en torno al 5G, la Inteligencia Artificial, la nube y la robótica.

Aunque el contenido sea el mismo, hay curiosidades del Mobile World Congress al alcance de los que han acudido a la cita, religiosamente, desde hace años. Veamos algunas de ellas.

Pases de hasta 5.000 euros

El Mobile World Congress hace gala de ser una feria puramente profesional. Los profesionales -valga la redundancia- (en general empresas, analistas y periodistas) tienen acceso libre al evento, pero quienes no estén en este grupo -y en muchos casos las entradas profesionales gratuitas se derivan del alquiler de un stand- deben pagar por entrar.

Huawei llegó a contar con una sala destinada a que creyentes de cualquier credo tuvieran unos minutos de paz con Dios

Para mantener el marchamo de feria 'profesional' es necesario alejar cierto tipo de visitantes. Lejos quedan los tiempos del SIMO, en los que no era raro ver a abuelos, padres y niños mendigando bolígrafos y caramelos por los stands. Cualquier comparación con The Walking Dead es acertada. Una imagen que no se ve en el MWC.

La entrada más barata cuesta 799 euros (pase de Exhibición) y da acceso a la feria en su concepto más básico. Stands y poco más. Luego hay otras dos más caras por 2.199 euros (pase de Plata) y 2.699 euros (Pase de Oro) con entrada a zonas de conferencias y espacios VIP. Por último está la entrada denominada Pase de Platino, que básicamente te convierte en el Sha de Persia, con acceso a áreas exclusivas y todo tipo de servicios.

Este año el Mobile World Congress cumple 32 años desde su primera edición

Stands en barcos

Pocos lo saben, pero antes de que el Mobile World Congress se estableciera en Barcelona se realizaba en Cannes (Francia), donde se celebró hasta 2006.

Hasta entonces la telefonía móvil no estaba tan extendida como ahora. De ahí que las empresas, el sector en general, y por tanto la feria, no tuviesen las mastodónticas dimensiones de ahora.

De hecho, algunos de los stands de la feria, ubicada a pie de costa, estaban instalados dentro de yates amarrados a los muelles de la ciudad. Algunos periodistas y asistentes se movían en helicóptero de un lugar a otro de la ciudad. Algo impensable hoy en día por las dimensiones del evento.

La primera edición fue en 1987

Este año se cumplen 32 años de la primera edición del Mobile World Congress. Aunque parece una feria mucho más reciente, lo cierto es que pocos pueden decir que han estado presentes todos los años.

Los controladores del flujo de personas, similares a los jueces de silla en el tenis, se encargan de controlar que no se produzcan aglomeraciones en los pasillos de la feria

Apple nunca asiste

La compañía norteamericana no ha asistido en calidad de fabricante a la feria nunca. El MWC es el evento al que todas las grandes marcas suelen esperar para presentar su teléfono estrella, pero Apple prefiere mostrar sus terminales de forma más exclusiva.

Salas de rezo

El Mobile World Congres es un crisol en el que se dan cita ciudadanos de los cinco continentes. Tal es el batido de culturas que Huawei llegó a contar con una sala destinada a que creyentes de cualquier credo tuvieran unos minutos de paz con Dios.

Sala de rezos en el stand de Huawei

Controladores del flujo de personas

La afluencia a la feria es tan grande que existen una suerte de controladores de flujo -que no condensador de fluzo- para orientar a la gente y que no se colapsen los pasillos. No son jueces de silla como los del tenis, aunque lo parezcan.

Una operaria regula el flujo de personas en un pasillo del Mobile World Congress

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