Bankia y Caixabank han dado el pistoletazo de salida a un nuevo conglomerado en el sistema financiero español.
Esta operación se produce en un entorno de bajos tipos de interés que ha dañado gravemente la rentabilidad de los bancos y en un contexto de crisis económica. Y es que la covid-19 ha acelerado todos los procesos.
El banco resultante será el más grande en España, pero no la entidad española más grande, pues el Grupo Santander cuenta con 1,2 billones de euros en activos frente a los 650.000 millones de este nuevo banco o los más de 700.000 de BBVA.
La nueva entidad Caixabank-Bankia tendrá que realizar una dura reestructuración si la operación sale adelante. Entre ambos bancos tiene algo mas de 50.000 empleados y 6.600 sucursales. Los analistas consultados aseguran que el conglomerado contaría con un excedente de fuerza laboral de unos 12.000 trabajadores. Además, supondría el cierre de unas mil oficinas en regiones en las que se solapan, como Madrid, Valencia o Baleares.
Se espera la fusión para finales de 2020
Ahora mismo, Bankia y Caixabank se encuentran negociando la ecuación de canje, que no es más que el peso que tendrá cada entidad una vez se hayan unido. En este nuevo gigante, el Estado, a través del FROB, tendrá una participación importante, de entre un 14 y un 18 por ciento y solo será superado por la Fundación La Caixa, que tendrá un 30 por ciento.
Ambos bancos quieren llevar a mediados de septiembre la aprobación de la fusión a sus consejos y tenerla finiquitada para finales de este año.
Esta operación servirá para que el Estado consiga recuperar parte de las ayudas otorgadas a Bankia durante la última crisis financiera. De ese préstamo de 22.000 millones de euros sólo se han recuperado unos 3.000 millones. Cabe destacar que ahora mismo Bankia apenas vale 4.200 millones de euros.
Más fusiones en el sistema financiero
De salir adelante la operación, el siguiente banco que tendrá que buscar una pareja será Sabadell. El mercado ya cuenta con una eventual operación con BBVA, aunque también se apuesta por la primera fusión transfronteriza con alguna entidad de otro país europeo.
Misma presión para los bancos más pequeños como Liberbank, Unicaja, Ibercaja o Kutxabank, que también están llamados a un nuevo proceso de consolidación. Recordemos que el pasado año Unicaja y Liberbank estuvieron a punto de firmar su integración, pero no llegaron a un acuerdo en la ecuación de canje.
El sistema financiero español vivió un duro proceso de reestructuración durante la última crisis financiera, pasando de más de 60 bancos y cajas a tan solo una decena y todo parece indicar que, tras esta crisis, en España quedarán tres grandes marcas y algún banco de nicho como Bankinter o Abanca en Galicia.
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