A finales del pasado mes de abril había en España 21.101.505 afiliados a la Seguridad Social, lo que supuso 486.516 más que en el mismo mes del año anterior y un nuevo récord. De esa cifra, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) contaba con 3.365.000, también récord histórico, lo que representa el 15,9% del total de ocupados. Este sería el peso específico de los trabajadores por cuenta propia en el mercado laboral español.
Pero si uno de cada seis ocupados es un trabajador autónomo, la proporción se reduce mucho cuando se trata de la participación de sus cotizaciones sociales en el conjunto de los distintos regímenes de la Seguridad Social. Según los últimos datos de la Ejecución Presupuestaria del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, los ingresos por cotizaciones sociales de los trabajadores autónomos ascendieron en los cuatro primeros meses del año 3.838 millones de euros, apenas un 1,9% más que en el mismo periodo de 2023. El dato de ingresos supone que los autónomos contribuyen con el 6,9% en el conjunto de las cotizaciones sociales, menos de la mitad de su peso específico en la economía.
Según los últimos datos del Ministerio, la Seguridad Social ingresó en concepto de cotizaciones sociales en el periodo enero-abril un total de 54.140 millones de euros, un 7,91% más que en los mismos meses de 2023. De es cifra, 50.950 millones correspondieron a trabajadores ocupados y otros 3.200 millones a desempleados.
El régimen general recaudó por este concepto 41.194 millones de euros, el 77% de la cantidad total ingresada, con un incremento del 8% en relación con las cifras del mismo periodo del año anterior, mientras el RETA aportaba 3.838 millones, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, 1.136 millones, y los regímenes especiales del mar, la minería del carbón, empleados del hogar y accidentes de trabajo y enfermedades profesionales conseguía 257 millones.
Nuevo sistema para los autónomos
El 1 de enero de 2023, entró en vigor el Real Decreto Ley 13/2022, de 26 de julio, que establece un nuevo sistema de cotización para los trabajadores por cuenta propia o autónomos, que mejora, al mismo tiempo, la protección por cese de actividad. El nuevo sistema de cotización consiste en un modelo progresivo de cuotas que se desplegará entre los años 2023 y 2025, en el que los autónomos con menos ingresos verán rebajada su cuota, mientras se incrementa para los que tengan mayores ingresos.
El entonces ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, decía que la reforma tiene como objetivo que el colectivo de trabajadores autónomos sea una de las fuentes principales de ingresos del sistema. Escrivá fijó, a mediados de 2023, el objetivo de que la Seguridad Social ingresara el equivalente al 0,4% del PIB en el horizonte 2032, fecha en que la cotización de los autónomos se equiparará con la de los asalariados, lo que supondría incrementar los actuales ingresos por cotizaciones sociales provenientes de los autónomos en un 45%.
El nuevo sistema de cotización tiene hasta 15 tramos en los que cada autónomo tiene que ubicarse en función de la previsión de ingresos que haya hecho. Para el presente año oscilan entre una cuota mínima de 230,15 euros y una máxima de 542,13 euros. Para el próximo ejercicio, estas bases pasarán a ser de 200 euros y 590 euros, respectivamente.
En su primer año de funcionamiento del nuevo régimen de cotización de los trabajadores autónomos las cosas no fueron como se pensaba desde el Ministerio. Es cierto que se recaudaron 11.655 millones de euros, un 4,13% más que el año precedente, pero tambén es verdad que los ingresos estuvieron por debajo de las previsiones realizadas: 12.038 millones. Todo lo contrario sucedió con los ingresos en el sistema general, que aumentaron un 8,93% y alcanzaron 118.291 millones de euros, 2.000 millones por encima de la previsión inicial.