El distintivo ideado y otorgado por el Gobierno para acreditar que los establecimientos turísticos cumplen las reglas sanitarias es también una vía para esquivar el pago y el control de las auditorías. Con este sello los establecimientos aseguran al cliente que cumplen con las guías sanitarias elaboradas por el Instituto de Calidad Turística Española (ICTE) en colaboración con el Ministerio de Turismo, patronales y sindicatos y aprobadas por Sanidad, pero en realidad nadie se encarga de comprobarlo, según ha podido saber Vozpópuli.
Estos protocolos marcan las directrices sanitarias a seguir en los establecimientos turísticos, ya sean hoteles, campings, alojamientos rurales, albergues, agencias de viajes o restaurantes, entre otros. Así, tras su presentación, el ICTE desarrolló un distintivo o 'sello' para el sector turístico como marca de garantía y certificación de la implantación de estos sistema de prevención de riesgos para la salud frente a la covid-19.
El ICTE es un organismo español privado y "sin ánimo de lucro" especializado en certificaciones de sistemas de calidad para el sector turístico. En su junta directiva figura la Secretaría de Estado de Turismo, las patronales del sector turístico, representantes de las comunidades autónomas y de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Para conseguir este sello, las empresas deben pasar una auditoría de la mano de empresas homologadas y, por tanto, pagar el coste de la misma; además del precio del uso de la marca 'Safe toursim certified', que oscila entre los 100 y los 500 euros al año en función de la dimensión de la empresa y el número de empleados, según indican desde el Instituto al ser preguntado por este asunto.
Una "declaración responsable"
Sin embargo, el Gobierno decidió lanzar su propio sello 'Responsible Tourism', en este caso gratuito y sin realizar auditorías o inspecciones, explican fuentes del sector. Este "tiene por objeto "reconocer a aquellos establecimientos turísticos que hacen un esfuerzo por crear un entorno seguro para turistas, trabajadores y residentes aplicando las recomendaciones contenidas en las guías de medidas para la reducción de contagio por el coronavirus", según el Ministerio de Turismo.
Para obtenerlo, el empresario lo solicita y hace una "declaración responsable" por la que Turismo asume que se adoptan los protocolos sanitarios aprobados, por lo que "nadie comprueba que así sea", según indican fuentes sindicales. En definitiva, no hay un organismo oficial que certifique el cumplimiento de la guía de buenas prácticas y son los propios empresarios los que aseguran hacerlo.
"Nadie quiere pagar lo que vale una certificación y ante las exigencias de las comunidades autónomas y empresarios, el Gobierno lanzó este sello sin coste basado en una declaración responsable, pero cualquiera puede mentir y eso hace que no valga para nada. Hay casos en los que faltan elementos básicos que se exigen en los protocolos, como la constitución de un comité de contingencia", explica el secretario general de Servicios de CCOO, José María Martínez.
Desde CCOO creen que sólo te puedes fiar de los que han pasado por una auditoría y tienen la certificación. Según datos proporcionados por el ICTE, actualmente sólo hay 260 establecimientos certificados con su sello, mientras que 350 están en proceso y 500 lo han solicitado pero aún no se han tramitado. En total, algo más de 1.000 establecimientos. En España hay alrededor de 16.000 hoteles, 9.500 agencias de viajes y 75.000 restaurantes.
En este sentido, Martínez lamenta que "se haya hecho un esfuerzo importante de trabajo conjunto para establecer unas pautas para que al final se conviertan en medidas de cara a la galería para dar confianza al turista". "No basta con hacer una buena guía, hay que cumplirla y tiene que haber inspecciones y posibles sanciones, que hasta ahora no las hay porque no son normas sino recomendaciones de buenas prácticas", añade.
La polémica con el sello
El sello impulsado por la Secretaría de Estado de Turismo, hasta este miércoles con Isabel Oliver al frente, ha generado polémica y se ha puesto en tela de juicio al desvelar El Confidencial que la página web de registro permitía a usuarios aleatorios con identificaciones falsas obtener la acreditación.
Tras conocerse la noticia, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) ha reclamado "medidas inmediatas" al Ministerio de Industria Comercio y Turismo ante la "falta de rigor" en la concesión de sellos de acreditación oficial 'Responsible tourism'.
Desde CCOO también lo catalogan de "lamentable" que la página del Ministerio no conectara los formularios con las bases de datos del Estado y aseguran haber exigido a este departamento que "introdujera una serie de campos imprescindibles para obtener este sello, como el número de la Seguridad Social o la constatación de la creación de un comité de contingencia en la que los trabajadores participen".
Este miércoles se publicaban en el Boletín Oficial del Estado (BOE) cambios en la cúpula del departamento, con el relevo de la propia Oliver. No obstante, el Gobierno desvincula la decisión de esta noticia. Hay que recordar que la secretaria de Estado impulsó este distintivo después de advertir en mayo que ningún sello puede acreditar que un establecimiento esté libre de coronavirus.
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