La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el organismo encargado de gestionar el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas dotado con 10.000 millones para rescatar empresas, ya acumula peticiones por valor de casi 2.000 millones de euros, de acuerdo con las fuente consultadas por Vozpópuli. Por ahora, solo se han aprobado dos, el de Air Europa y el de Duro Felguera.
Las empresas que decidan acogerse al fondo de rescate tienen que solicitar un mínimo de 25 millones de euros y acreditar que su mala situación financiera es consecuencia de la pandemia. De esta forma, el fondo quiere evitar que empresas que se encontrasen previamente en dificultades ‘aprovechen’ la coyuntura para solicitar un rescate público.
Por sectores, el turismo, el transporte y la industria copan la mayoría de solicitudes que por ahora se conocen. Hasta la fecha, el rescate más cuantioso ha sido el de Air Europa, que ha supuesto un desembolso de 475 millones de euros. También han pedido ayuda las aerolíneas Wamos (75 millones) y Plus Ultra.
Respecto a las agencias de viajes, Ávoris y Halcón Viajes piden 320 millones para culminar su fusión y también ha cursado petición Pangea, que pide 25 millones.
Las cadenas hoteleras, otras de las grandes perjudicadas, también han optado por acogerse al fondo, si bien todavía no lo ha hecho ninguna de las más grandes. Por ahora, las peticiones registradas son de Petit Palace Hoteles, Hotusa (198 millones), Soho Hotels (30 millones), Selenta (50 millones) y Serhs (28 millones). Grupo Abades, con negocios en la hostelería y el turismo, también ha levantado la mano.
En cuanto al sector industrial, el ranking lo encabeza Celsa, la mayor siderúrgica de España, con una ayuda de 350 millones que previsiblemente se aprobará este mes de marzo. También han pedido auxilio Tubos Reunidos (112 millones), Naviera Armas (120 millones), la acerera Rugui Steel (25 millones), la maderera Losán (35 millones) y el astillero Hijos de J. Barreras (30 millones) y Duro Felguera (120 millones).
Hasta la fecha, el rescate más cuantioso ha sido el de Air Europa, que ha supuesto un desembolso de 475 millones
El listado lo completan otras empresas como Airtificial (30 millones), la cadena de gimnasios Holmes Places (26,5 millones), el líder español de cambio de divisas Global Exchange (35 millones), los autobuses del Grupo Julià (37 millones), el fabricante de helados Farggi-La Menorquina (69,7 millones) y el grupo de catering Mediterránea (40 millones)
A la hora de diseñar el rescate, la práctica totalidad de las empresas han optado por la fórmula de combinar un préstamo participativo con otro ordinario. La diferencia entre ambos es que el ordinario se contabiliza como una deuda frente a terceros (un pasivo de la empresa) y el participativo se considera patrimonio neto a efectos de la reducción de capital y liquidación de sociedades.
El préstamo participativo permite al Estado participar en la evolución de la empresa y cobrar un interés variable en función de los resultados de las compañías rescatadas. No obstante, también supone un riesgo en el caso de las cosas se tuerzan, ya que en el hipotético caso de que tras el rescate se declare en concurso de acreedores, este tipo de deudas son de las últimas en cobrarse.
¿Quién puede pedir el rescate?
El acceso al fondo de la SEPI está regulado por una orden ministerial que establece que solo podrán beneficiarse de los fondos aquellas empresas que acrediten no estar en crisis a 31 de diciembre de 2019, no haber solicitado la declaración de concurso de acreedores, presenten un plan de viabilidad a medio-largo plazo y sean de carácter estratégico para la economía española.
Por regla general, la cantidad mínima que se puede solicitar es de 25 millones, pero la SEPI se mantiene abierta a estudiar inyecciones inferiores en “casos excepcionales debidamente justificados”. Cabe señalar que las cantidades señaladas no tienen que ser necesariamente las definitivas. Una vez comienzan las negociaciones con la SEPI, las empresas pueden aumentar o rebajar el montante solicitado en función de las condiciones que se les ofrezcan.
El fondo de rescate es uno de los mecanismos activados por el Gobierno para paliar los efectos de la pandemia. El Ejecutivo también ha aprobado una moratoria concursal, en principio prevista hasta el próximo 14 de marzo, que exime a las empresas en estado de insolvencia de solicitar el concurso de acreedores, y también siguen activos los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), vigentes hasta el próximo 31 de mayo.
No obstante, una vez que se terminen estas medidas, desde el sector empresarial ya avanzan una oleada de quiebras y ERE que probablemente también implique un aluvión de nuevas peticiones al fondo de la SEPI.
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