Cerca de 600 sicavs de la banca española (el 25% del total) han anunciado ya a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su decisión de disolución, liquidación o baja a causa de la nueva normativa que establece nuevos requisitos para que estas sociedades puedan tributar al 1%.
Los nuevos requisitos pasan por contar con 100 accionistas y que, cada uno, tenga invertidos como mínimo 2.500 euros. De no ser así, la sociedad tendrá que tributar al 25%. En este contexto, más de un millar de sicavs de las 2.300 que aún quedan en pie han decidido comenzar los trámites para su liquidación o conversión.
Los grandes bancos ostentan la mayoría de estas sociedades y por eso mismo son los más perjudicados en este sentido. Tanto es así, que más del 60% de las que ya han dado un paso al frente pertenecen a este selcto grupo capitaneado por Caixabank, Banco Santander, BBVA, Banco Sabadell y Bankinter.
El banco más perjudicado por número de cierres es el Santander, con un total de 164 de las 399 que tiene operativas, lo que supone un 41,1% del total, según los datos recogidos por Vozpópuli a raíz de las comunicaciones remitidas a la CNMV.
Si se tiene en cuenta el porcentaje sobre el total, la más perjudicada sería Caixabank, con la desaparición de un 73,8% de sus sicavs, lo que se traduce en la liquidación o transformación de 107 de las 145 que gestionan. BBVA ha anunciado el cierre de 125 de las 262, un 47,7%; Banco Sabadell, 44 de las 129 (34,1%) y Bankinter 143 de las 353 que gestiona, un 40,5%.
De las más de 3.000 Sicav que ha llegado a haber, las grandes fortunas han liquidado ya cerca de 800 por miedo a la Inspección de Hacienda, tal y como publicó este medio. Es el caso de la Sicav de la familia Sainz de Vicuña, dueña histórica de Coca-Cola, de Carmavent Inversions, del cineasta y expolítico Pere Portabella, de Dosane, del exfutbolista del Real Madrid Álvaro Arbeloa, y la del ex culé Iván de la Peña, entre otras.
Entre las que se mantienen de momento, destacan las de Alicia Koplowitz (Morinvenst) o Juan Abelló (Arbarin). El fundador de Pronovias, Alberto Palatchi, ha unificado este año sus dos Sicav.
A por el 'mariachi' de las sicavs
Los 'mariachis' son inversores ficticios que utilizan las grandes fortunas y grupos familiares para poder tributar con las ventajas de las sicavs. La norma, hasta ahora, sólo exigía un mínimo de 100 partícipes y un capital de al menos 2,4 millones de euros.
Son dos condiciones que en muchas ocasiones no se cumplen y que la mayoría se encuentra en el limbo. De hecho, el 72% del total de las sicavs de este país se mueve entre los 100 y los 150 inversores. La última gran inspección tuvo lugar en 2006 y en las pasadas elecciones el tema se reflejó en todos los programas políticos de los partidos.
El atractivo de estas sociedades se encuentra en su baja fiscalidad, ya que tributan al 1% en el Impuesto de Sociedades. Además, las sicavs pueden diferir el pago de impuestos cuando el capital se mantiene dentro de la misma sociedad.
Cuando el retorno genera plusvalía pasa por Hacienda y ahí tributa como una acción, entre el 19% y 23%. No obstante, también se pueden esquivar este trámite si se hacen transferencias de pequeñas cantidades. Ante estas artimañas es natural que en política se use como reclamo mediático y se vuelve un problema para las gestoras que utilizan este vehículo correctamente y ven cómo se daña la reputación por este motivo.
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