El número de partícipes de Sicavs (sociedades de inversión de capital variable) ha repuntado en el primer semestre desde 404.865 a 407.936, es decir, 3.071 nuevos inversores en estos vehículos de inversión de alto standing, que precisan como mínimo de un capital inicial de 2,4 millones de euros.
Así consta en las estadísticas semestrales de la CNMV, en las que se puede comprobar cómo el número de sicavs también ha recuperado la cota de las 3.000 de nuevo, cifra que perdió el pasado año. Concretamente, en el primer semestre ser registraron 35 nuevas sociedades y 8 fueron dadas de baja, según los archivos públicos, hasta un total de 3.006 sicavs.
Evidentemente, esos 3.000 titulares no son personas físicas distintas, todas con alto patrimonio. Puede haber duplicidades y también inversores 'administrativos', inscritos por las gestoras para cumplir con el precepto de los 100 partícipes como requisito mínimo impuesto por ley. Pero la tendencia es inequívoca: está entrado gente en las sicav.
Muchas más que fondos
Curiosamente, hay muchas más sociedades de esta naturaleza que fondos de inversión tradicionales, de los que hay 2.163.
En total hay 24.771 millones de euros en sicavs, la cifra más alta de los últimos 12 meses.
Aún así, las cifras generales están lejos de los máximos del sector, alcanzados al principio de la crisis, cuando el sector de la inversión colectiva tenía casi el doble del patrimonio del de finales de año pasado, momento en el que la industria tocó fondo.
El motivo del repunte de las sicav, productos destinados a inversores de altas rentas que necesitan de gestión a la medida, se debe principalmente a la amnistía fiscal, que hizo aflorar mucho dinero que ha sido repatriado poco a poco en España.
Este proceso no ha finalizado: todavía queda dinero fuera de España regularizado, que irá retornando poco a poco. Así lo están recomendando las entidades gestoras, ya que las obligaciones que impone el Gobierno a los capitales reconocidos fuera de la jurisdicción son claramente disuasorios.
La sicav es un vehículo de inversión muy controvertido, ya que se sabe que todos sus titulares son gente adinerada. Sin embargo, gozan de la misma fiscalidad que un fondo de inversión (sujetos al régimen de incremento de patrimonio por el que no se tributa hasta el momento del reembolso. Además, la propia sicav sufre sobre si misma un impuesto de sociedades del 1%, igual que un fondo o un plan de pensiones) pero, además, es el instrumento más transparente del mundo: cada trimestre publica íntegramente su cartera, se conoce al dedillo quiénes son los miembros del consejo de administración (que suele coincidir con los promotores de la sicav) y Hacienda tiene acceso al listado total de inversores.
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